La Sombra a la Luz

Percy suelta todo

Mientras caminaban hacia la cabaña 13, Percy pensaba en cómo se había enamorado de Nico, comenzó a recordar todo, el día en que Annabeth había terminado con él... ese día él se había puesto furioso porque Nico se juntaría con Will, al llegar a su cabaña comenzó a cuestionarse sobre el porqué de aquella reacción, recordó el rostro de Nico, sus ojos tan profundos y oscuros que hacían que Percy se perdiera en ellos, sus labios tan hermosos e inocentes... recordó cuanto haba sufrido el día en que lo rescató de aquel jarrón custodiado por los gemelos, cuando Nico había caído en el Tártaro, cuando había perdido a su hermana Banca, y peor aún por culpa de él, Nico se había puesto furioso y había dicho que odiaba a Percy y este último con el corazón roto se había matado llorando y sintiéndose culpable todo el tiempo hasta cuando habían superado aquello. Luego solo a Nico le abrió su alma para contarle lo de Annabeth, solo a él lo quería y lo amaba, sí, Percy se había enamorado y se sentía pésimo porque Nico era un niño de 16 años y él tenía 19, se sentía un pedófilo, no quería que Nico le temiera, le dolería abandonarlo. Percy se cuestionó todo el tiempo sobre sus gustos porque en un principio le parecía inconcebible la idea de gustar de un hombre, él era tan correcto y luego llegó Nico y cambió su mundo dejando completamente desorientado creyendo que tal vez todo lo que había pensado en ese tiempo era erróneo, él se había enamorado de Nico y no quería perderlo, pero le atemorizaban sus sentimientos y lo que los Dioses dijeran, quizás lo castigarían, aparte estaba que Nico no lo amaba...

Al llegar a la cabaña de Nico, Percy no sabía qué hacer, todo era muy oscuro, las paredes, los cubrecamas, os veladores, todo. Nico le dijo que podía ocupar la cama que estaba junto a la de él, pero que mientras tanto podían ver una película. Percy decidió ver Buscando a Nemo (no imagino porqué ¬¬), y eso hicieron hasta que todo estuvo aún más oscuro, cuando el sol se había ocultado por completo.

Nico se sacó la polera para irse a dormir y Percy lo miró completamente embobado, contempló el torso de Nico y comenzó a sonrojarse y ocultó su rostro para que Nico no lo notara, ver a Nico de esa manera lo hacía querer besarlo, Nico era hermoso, su piel de un blanco pálido perfecto, su cabello tan desordenado y negro...

- ¿Qué pasa Percy? – Nico lo miraba con expresión curiosa.

- Na... Nada – logró decir Percy quitando sus manos de su rostro, tenía un leve tartamudeo y para empeorar las cosas Nico seguía sin polera. Comenzó a mirarlo fijamente y Nico se puso algo nervioso... ¿Por qué me está mirando? – pensó.

- ¿Qué tienes? – dijo mientras se sentaba junto a Percy.

- Nico no es nada, pero por favor... Em... podrías ponerte la polera – Percy desvió la mirada, no quería ver a Nico, no así.

- ¿Por qué, qué está mal? – dijo Nico mirándose.

- No, no es nada es solo que no quiero verte así – le fue difícil decir aquello, pero Nico sonrió.

- Lo siento Percy pero yo duermo así. Lo que me faltaba, Afrodita esta eres tú ¿no? ¿Por qué me tientas así? – pensó el hijo de Poseidón.

- Bueno – Percy comenzó a sentirse mareado, estaba ocupando mucha energía en su autocontrol, Nico lo notó y se preocupó mucho, se acercó más a Percy y le puso la mano en la frente.

- Estás ardiendo – Percy se estremeció ante el contacto, oh... por favor... - pensó. Nico se percató del estremecimiento de Percy.

- Percy, no voy a hacerte daño, no temas.

- No es eso Nico – dijo mirándolo a los ojos.

- Entonces qué.

- Eres tú, tú.