Silencio.

34 6 0
                                    

Abro los ojos de golpe, con la imagen del niño disfrazado en mente. Respiro hondo para intentar calmarme y decido fijarme en lo que me rodea.
Lo primero que veo eres tú. Estoy tumbada sobre tus piernas, en un sofá.
Tú estás reclinado hacia detrás en una posición muy rara... Ah, no. Te has quedado frito. Que mono.
Seguimos en casa de Gwen, para mi alivio. Nunca he visto a tu padre, así que no sé si te pareces a él en aspecto. Pero me imagino que en algo seguro sois clavados.
Y también me imagino a mi madre reconociendo como hijo de ese hombre al tío que esta llevando a su hija desmayada en brazos.
Dios, eso sí que sería de película de terror.
La casa está más vacía, y en la mesilla del salón donde estamos hay una cja de pizza que sospecho que te has pulido tú solito.
Me incorporo, no sin sentir un dolor bastante poco agradable. Entonces, te despiertas de golpe y miras como un loco a tu alrededor. A sabes qué estabas soñado.
En cuanto me ves, te tranquilizas.
-Hola, ¡adivina quién ha vuelto a la vida!- guau, mi sentido de la ironía mejora por momentos.
-¡Hola! ¿Cómo te encuentras? ¿Te mareas? ¿Te duele la cabeza? ¿Qué te pasó ahí dentro?
-Para, para, para, para...
-¿Demasiadas preguntas, no? Tranqui tomate tu tiempo. -suspiras- Sigo sin entender cómo terminaste contra la mesa, ¿Fue el susto de la chica, o el de la chaqueta rajada? ¿O tropezaste con algo? Estaba todo muy oscuro.
No puedo evitar mirarte de manera comprometedora cuando vuelves a hacer eso de acribillarme a preguntas.
-Oh, lo siento. Otra vez demasiadas preguntas, lo pillo. Logan se calla.
-No te preocupes, - digo riendo- me estaba asustando, porque estaban súper bien maquillados y tal... Y bueno me resbalé con una telaraña y ¡Pam! Al suelo.
-Vaya, es que yo no veía nada. Solo vi al niño disfrazado...
Me estremezco al oírlo, y la piel se me pone de gallina solo de pensarlo. ¡No! ¡Fuera, fuera de mi mente reencarnación infernal!
-Ya, el niño estaba genial.
-Gwen... Gwen me dijo que igual te habías asustado con él, y bueno, de que tú habías vivido algo así, no sé que, no sé qué... Ya sabes lo rápido que habla esa tía. ¿Un familiar, o por ahí?
Trago aire y desvío la mirada de tus ojos. Realmente no sabes nada, pero absolutamente nada. Me parece cobarde por parte de tu padre no haberte contado la verdad. Me pongo enferma solo de pensarlo.
Encima, vas tú y te da por aparecer en mi vida, y... Ahora mismo quiero estrangularte y abrazarte a la vez. Sólo sé que no se ponen denuncias por lo segundo.
-Fue mi hermano. Me había recordado a mi hermano. -tercio, quizás demasiado en plan de: ¡acabas de sacar la parte satánica de Giu!
-Joder. Yo, vaya, lo siento. -bajas la mirada, arrepentido de haber sacado el tema.
- No importa, de verdad. Es sólo eso, que me chocó y entonces me resbalé.

Volvemos a casa en silencio. Pero mi mente es una ciudad llena de ruidos.
He estado a puntiiiiiiiiiisimo de decírtelo. Pero luego he pensado que quizás después de eso no querrías estar conmigo... Y a eso sí que no me arriesgo.
-Bueno, yo me voy para allá. Siento que la fiesta haya sido así, pretendía pasar una noche guay contigo, Shakespeare.
-Da igual, ha estado guay de todas formas.
Sonríes y te das media vuelta. Cuando te has alejado un poco, te grito:
-¿Shakespeare? ¿Se va a quedar para siempre?
-Pues claro. Para siempre.

Garabatos✒Where stories live. Discover now