¿Fingir?

Capítulo 1.

Lo único que pedía era salir de ese salón mugroso, parecía un horno. Un horno donde la mujer no dejaba de gritarnos que la tarea y el estudio eran muy importantes, y más en su materia. A nadie absolutamente nadie le importaban sus palabras.

Me giré a mi derecha para ver a Kate recostada en sus brazos y cerrando los ojos, no pude evitar reír.

-¿Cuánto falta? -preguntó suspirando.

-Cuatro minutos -dije mirando mi reloj, giré desesperadamente los ojos y ella me imitó, cada minuto era una eternidad en Matemática, y en cualquier materia, pero en esa era más que una eternidad.

-Juro que me dormiría si no estuviera taladrando mis oídos -bufó y me reí.

-Toda la clase está igual y no se da cuenta que nadie escucha -sus ojos pasaron por todos los alumnos y largó una carcajada de burla para volver a recostarse.

-April -esta vez a mi izquierda susurraba Blake. Sus ojos verdes me miraban divertidos.- te dije que debías estudiar y ser como yo.

Reí, los gritos de la mujer todavía resonaban y parecía que no se daba cuenta que a nadie le importaba su discurso.

-Justo tú estudioso... -sus dientes no tardaron en aparecer junto a una carcajada.

Dios mío.

Y era contagiosa.

-¿Te cuento algo gracioso? -uh, algo venía detrás de esa pregunta. Alguna se había mandado.

-¿Qué hiciste Blake? Conozco esa frase -lo fulminé con la mirada.

-Nada... -suspiró.- les dije a mis padres que tengo novia -sus ojos se desviaron de mí hacia los gritos de la profesora, asintió como si la estuviera escuchando.

¿A que iba eso?
Dudé en qué decir, y antes de abrir la boca examiné cada milímetro de su rostro, sus ojos pequeños y esa mirada totalmente actuada de seriedad y comprensión hacia la anciana.

-No sabía que tenías -susurré.- ¿Quién es?

Volteó a mirarme y sonrió, ¿Cuál era la gracia?

-No la tengo... -y de nuevo su vista al frente.

-¿Entonces por qué les dijiste? ¿Qué hiciste? -su sonrisa creció más y ahora sus ojos me inspeccionaban, no entendía la gracia.

El timbre sonó y todos comenzaron a guardar todo, yo no sería la excepción, quería irme volando, quería correr de esa señora que tenía el don de aturdir.

Mi cuaderno ya estaba cerrado porque ni siquiera lo habíamos utilizado, lo único que había hecho toda la clase fue escuchar -en realidad hacer que escuchábamos- sus gritos.
Así que lo guardé en mi mochila y me paré dispuesta a irme con Kate quien tenía los ojos adormilados.

-Me tratan de inmaduro, de irresponsable -Blake me contestó luego de pararse junto a mí, y me detuve a mirarlo.

-¿Quienes?

-Mis padres, siempre tienen algo para decir de mí, creen que no hago nada de mi vida, que no tengo vida directamente. Hasta creen que soy gay.

Fruncí el ceño.

Ahora venía la parte seria.

-¿Por qué creen todo eso? -me giré hacia Kate y me hizo señas de que me veía afuera, asentí agradeciéndole por dentro por ser tan comprensiva siempre.

Él suspiró.

-No me conocen -parecía una psicóloga escuchando a su paciente.- me tienen harto y... -de nuevo tardó unos segundos en seguir.- quiero que me ayudes.

Con razón tantas vueltas.

-Claro, dime -acomodé la mochila en mi hombro.

Bajó la mirada y supe que le daba vergüenza, o tal vez no quería pedirme ayuda. Pero eramos amigos, no podía ser tan difícil. Bueno... No mejores amigos, ni muy amigos, pero eramos amigos, compañeros de clase, nos llevábamos bien.

-¿Puedes hacerte pasar por mi novia? -susurró y quise haber escuchado mal.

No podía estar hablando en serio.

-Blake... Estas loco -no sabía si reír o enojarme, o sea... Era algo... Inusual.

Pero el sonrió con algo de nerviosismo y rascó su cabello castaño.

-Lo digo en serio, es sólo un tiempo, por favor -se acercó más a mí y me tomó de los brazos, él en serio quería que lo hiciera. Era una locura.

Una locura.

-No entiendo, ¿de qué te sirve esto? -desvié la mirada y suspiré. Era raro.

-No lo sé, primero verán que no soy gay, y segundo que tengo una vida, estudio y además tengo una novia como tú -guiñó un ojo y reí.

¿Qué tan fracasada había que ser para que un chico así te pidiera FINGIR ser su novia?

-No puedo creerlo -mordí mi labio, no sabía qué hacer.

-Ya les dije que tenía novia, por favor, si no vas hoy ¿qué les digo?

Esperen...

-¿Hoy? -no, no, no, no y no.

Demoró en contestar y temí que fuera lo que pensaba, no podía ser. Me negaba.

-Eh, creo que olvidé decir esa parte -rió y lo miré lo más seria que pude, por lo que cerró la boca al instante conteniendo la risa.

Tenía que ser una broma.

-Te voy a matar Blake -lo señalé enojada.- ¿Te das cuenta de lo que hiciste? -comencé a caminar entre los bancos del salón nerviosa mientras sentía su mirada.

-Lo siento, te prometo que será solo un tiempo, nada más - volteé a mirarlo y me acerqué a él.

No podía decirle que no, a pesar de que era algo extraño, que no quería hacerlo porque sería mentir y tener que actuar, era su amiga. No podía dejarlo solo, necesitaba el apoyo de sus padres y él creía que podía lograrlo, de la peor manera pero lo creía, y estaba dispuesta a ayudarlo.

-Está bien, lo haré.

-¿En serio? -sonrió y corrió hacia mi para abrazarme.

-No -paró en seco y no pude evitar reír por su cara.- mentira, sí que lo haré -y sonrió.

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