-¿Tienes un cigarrillo?-
Le dijo con voz amigable
Él la miró, inspecciono su mala imagen y por un momento tuvo miedo de haber tomado bastante y estar viendo cosas
-¿Cigarrillos?-
Su sonrisa se desvaneció, quizás él no fumaba ¡Oh peor! No sabia que eran
-Si, un cigarrillo-
Repitió castañeando por el frío
-No, no tengo . . . Pero podemos entrar y conseguirte uno-
Dijo dirigiéndose al bar.
Por un momento lo dudó, pero el chico se miraba inofensivo, su corte de cabello sencillo, su piel un poco tostada y el tremendo frío que hacia la condujeron dentro del bar.
Lo vio acercarse a un grupo de jóvenes, intercambio algunas palabras con un castaño, ambos voltearon a verla.
El castaño sonrió mientras la saludaba y le extendía algo a su amigo.
-Cameron es de los que no regala cigarrillos, luego te a visto, dijo que eras un desastre y me lo dio sin protestar -
Ambos rieron, salieron a la oscura y fría noche
-Pues Gracias- sonrió -Puedes irte, no pretendo causarte lástima o algo debo de estar interrumpiendo-
-Para nada, las cosas estaban un poco tensas ahí adentro-
Hiso un gesto con la cabeza hacia el lugar.
Era cierto, aquellas personas con las que se encontraban se habían convertido en extraños últimamente y parecía que sus ideas eran raras para todos los demás
-Vaya. . . De verdad disculpa-
-No es nada ha sido una suerte encontrarte-
Se sonrieron, al mismo tiempo en que empezaba a llover. Él se quitó el abrigo y se lo paso por los brazos.
Y así pasaron la noche,
Viendo la lluvia caer desde el frágil techo de la puerta delantera del bar, platicando y bromeando.
Él olvido el frío,
Ella dejó de sentirse fría,
Quizás eso era lo que la noche les deparaba. . . Hacer que se fuera el frío el uno con el otro.
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¿Tienes un cigarrillo?
RandomUna noche fría dos almas perdidas, tres luces encendidas una fuerte lluvia que caería. Manos congeladas sin tocarse el abrigo olvidado en casa, corazones apunto de contraerse borrando la sonrisa falsa. Ella esta sola Él se sentía sólo, Ella sólo...
