barbie girl ✧mgc

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winter.

-Bu! -alguien con sus grandes manos me da en los hombros haciendome soltar un respingo del susto. Me giro encontrandome con la familiar cara de Ashton. 

Sonrío y me tiro a darle un gran abrazo. Frota su mano de arriba a abajo en mi espalda.

-Donde andabas metido? -digo con una gran sonrisa.

-Estaba visitando a mis familiares. -se encoge de hombros y me rodea con sus musculosos brazos.

-Te extrañé. -murmuro en su pecho haciendo un pequeño puchero. 

Se separa de mi para revolverme el pelo y contestarme con un "yo igual."

-Te tengo que contar mucho. -asiento y coloco un mechón rosa pastel detrás de mi oreja. 

Cuando me doy la vuelta para caminar hacia la entrada del instituto me choco con un cuerpo algo mas alto que el mio. Levanto la vista hacia arriba y me encuentro un Michael sonriente. Arrugo el ceño al mirar el color de su pelo.

-Hey Wint! -abre los brazos el risueño teñido.- Me teñí el pelo de rosa! No es rosa pastel como el tuyo porque pensé que sería muy nenaza, así que escogí este rosa eléctrico! -dice con ilusión en su voz, bajando la cabeza para que observe su desordenado y rosa cabello.

Suelto una pequeña risa. Me hace tan feliz ver que se tiñó el pelo de mi color favorito. Cuando le abrazo escucho un comentario de Ash que hace tensar el cuerpo del recién pelo rosa.

-Y no es nenaza ese color? Porque, joder, si que lo es. -suelta una pequeña risa y me giro para regañarle, pero Mike va antes que yo y se pone en frente de el.

-Tienes algun problema? -pregunta este.

Mi rizado amigo se rie y Michael lo mira con odio.

-Bastantes. -asiente Ash al fin.

Agarro el brazo de Mike para indicar que pase de el pero el timbre del instituto me salva. 

-Que te den. -masculla el teñido dándose la vuelta. Me mira y me sonríe de lado para darme un delicado, corto y suave beso en los labios, como una caricia. 

Cuando se va noto mis mejillas arder y con los ojos muy abiertos miro a mi mejor amigo que tiene cara de asco. Llevo mis dedos a mis labios y los acaricio, su tacto se siente tan bien.

Suspiro y agarro del brazo a Ash para arrastrarlo a la clase de Historia conmigo, con cansancio en mis piernas entro en la habitación y me siento al lado del que tengo sujeto. 

No puedo parar de pensar en el suave tacto de los labios de Mike y me hace tan feliz ver que se tiñó de ese color por mi, una gran sonrisa adorna mi rostro, y, gracias a el, estuve de buen humor toda la mañana.