Mi Quarterback y Mi Chica Mala

Capitulo 9: Nubes Grices.

Nuevamente estaba en mi casa. Dereck me había hecho un castigo realmente horrible. Llevo una semana encerrada en una habitación oscura, sin ventanas, sin oxígeno, si nada. Me estaba muriendo de hambre. Estaba desesperada. ¡Diablos! Necesito salir.

Escuche los cerrojos de la puerta sonar y me levante esperanzada. Dereck estaba parando en el umbral de la puerta.

- Ya puedes salir. Espero y hayas aprendido a que debes de obedecerme siempre. Y no quiero volver a ver a ese chico, porque no dudare en apartarlo con mis manos. - me hablo enojado.

Yo asentí.

Tenía unas inmensas ganas de llorar. Pero esta vez no pude aguantarme. Mis lágrimas empezaron a salir mientras yo caminaba hacia la salida. Dereck lo noto.

Me alarme cuando me tomo del brazo. Esta vez su agarre no era fuerte. Me jalo hacia él.

Mi respiración se había detenido y un gemido de susto salió por mis labios, porque Dereck... me estaba abrazando. Ya había olvidado que era abrazar a mi padre, habían pasado años y años en donde el me maltrataba.

No importa que me llamen estúpida, pero entre todo el odio y rencor que le tengo hay una pequeña parte de mí que le quiere y que desea que todo cambie entre nosotros. Es un deseo demasiado lejano de alcanzar, porque aunque ahorita me esté abrazando, mañana estará golpeándome. No entendía porque él me abrazaba. Él me había golpeado otras veces aún más fuerte y me ha hecho cosas horribles. No lo entendía.

- ¿Por qué me abrazas? - me atreví a preguntar.

Sus manos viajaron a mis mejillas y una corriente de miedo me recorrió. Pensé que iba a golpearme.

- Cada vez te pareces más a tu madre y eso me enfada mucho más. - su cara se empezó a tornar en furia.

Mi respiración se empezó a agitar.

Él tenía un serio problema y no sabía cómo ayudarlo, era un problema donde él estaba obsesionado con mi madre.

- Vete antes de que te golpee. - me hablo con enfado.

Hice lo que él dijo. Subí las escaleras del sótano y fui en busca de comida. Estaba muriéndome de hambre.

Subí a mi habitación y fui a vomitar. Mi estómago estaba demasiado vacío y moría de hambre.

Me acerque a mi mesa donde guardaba mi maquillaje y otras cosas sin importancia. Coloque mis mane los el mueble y vi cara en el espejo. Estaba pálida, mis labios habían perdido color, mi cabello era un desastre y yo estaba destrozada.

Mis ojos viajaron por todo el lugar y se toparon con las cuchillas. Las usaba simplemente para darles forma a mis cejas o cualquier otra cosa, menos cortarme. Pero ahora quiero saborear ese dolor.

Tome una cuchilla entre mis dedos y vi el filo que tenía. La coloque en mi muñeca y estaba a punto de hacerlo cuando escuche un ruido estruendoso abajo. Me alarme y salí a ver que sucedía. Baje las escaleras con cuidado y vi como a Dereck lo tenían tomado de los brazos.

- ¡Suéltenme! - grito enojado.

- ¿Q-que suc-cede? - tartamudeo asustada y confundida.

Un hombre con un traje negro se acercó a mí y me mostro su placa de policía.

- Su padre ha sido denunciado sobre el maltrato a la mujer. ¿Tú eres Brooke? - me pregunto.

Yo asentí.

- Tendrás que venir conmigo para dar algunas declaraciones y te llevaremos a una revisión médica. - coloco su mano en mi hombro. - Estas a salvo. Estarás bien. Lo prometo. - me sonrió y me tomo de mi espalda para salir de mi casa.