Pequeños chicos mentirosos.

Creo que lo escuché gritar.

Aaron Montgomery corre por la acera de el pueblo Woserood, en camino a la casa de su amigo de todos sus 13 años, Harry Marin. Aaron es blanco, con el cabello negro e iba vestido con una camisa verde y unos blue jeans y sus converse negros. Le encantaba leer, la literatura era los suyo, a veces escribía pequeños poemas dedicados a su hermana menor Miley.

Al llegar a casa de Harry toca la puerta, la mamá de Harry le abrió la puerta sonriente diciéndole que pasara y subiera al cuarto de Harry. Aaron agradecido pasa y sube a la habitación, mira a Harry sentado con un pijama de Superman en la cama comiendo chocolate.

Harry era un chico obeso, con el cabello rubio y ojos azules, no le gustaba hacer ejercicio para nada pero le gustaba una linda chica de la escuela llamada Sara. Era una chica muy guapa.

-Aaron, ¿quieres un poco?- dice estrechando la barra de chocolate hacia el.

-Em... No gracias, paso- dice sonriendo -¡Spay nos invito a su granero! ¿Vendrás?- pregunta Aaron emocionado.

Harry asiente sonriente y comienza a hablar de Sara, como siempre, diciendo que sus lindos rulos dorados y esos ojos azul cielo lo enamoraban, más que el chocolate. Ambos chicos esperaban con ansias la noche, para ir al granero de Spay Hastings.

Spay era un chico muy inteligente, al igual que su hermano mayor Michael, sus padres eran abogados muy buenos y ganaban una buena cantidad de dinero. Spay es muy competitivo, y mas con su hermano, ambos tienen esa rivalidad de ver quien es el mejor en los estudios o en actividades particulares como el Hockey. En el patio trasero de su casa tiene un granero, un granero muy cómodo que estará en proceso de remodelación para una casa donde Spay se quedara como premio de sus buenas notas, Michael frunció el ceño cada vez que cruzaba mirada con Spay aquel día por semejante premio. Spay tiene el cabello castaño, es blanco y ojos marrón claro y es alto.

Luego de unas horas se hacen las 7:00 p.m y Aaron junto con Harry listos para la noche de Granero Hastings, salen en camino a la casa de Spay. Al llegar dejan sus bicicletas fuera y entran al granero, miran a Emmet Fields, otro de sus amigos.

Emmet practica natación en el equipo de la escuela, es cabello marrón oscuro, piel bronceada y ojos marrón, es un un poco alto, no tanto como Spay. Sus padres son Militares, su madre pasa afuera por meses en el ejército así que vive con su padre.

-Llegue- dice una voz detrás de todos los chicos, por la puerta esta entrando Alex DiLaurentis.

Alex es el más popular de la escuela, es al que lo dejan ir a fiestas y puede hacer lo que quiera hacer. Los de ultimo año lo invitan a sus fiestas alocadas, donde el siempre ha intentado llevar a los chicos pero nunca los dejan ir a ese tipo de fiestas. De no ser por Alex, Harry, Aaron, Spay y Emmet no serian al menos un poco conocidos en la escuela.

No es que sean antisociales, sino que al estar con Alex DiLaurentis tu mundo cambia, te sientes diferente y especial. Pero a veces Alex se sobrepasa de su forma de ser, hacerle bullying a los chicos por los pasillos solo porque han tropezado con el no es de buena educación, pero eso a el le encanta, jugar con las personas.

-¿De verdad sigues trayendo esto? Tienes 13 años Aaron- dice Alex sacando una marioneta de una rana del bolso de Aaron.

-Deja a Froggie- murmura Aaron quitándoselo de las manos y guardándolo nuevamente en su bolso.

Froggie es una marioneta de una rana azul que le había regalado su padre cuando era un poco mas pequeño. Le tenía mucho cariño a esa rana y no sabe el por que o que. Supone que por el regalo paterno.

-Miren lo que tengo- dice Alex abriendo la cremallera de su bolso, saca una botella de vidrio con un liquido transparente, obviamente alcohol.

Spay saca un vaso con hielo y se lo da a Alex, todos se sientan en el suelo mientras Alex prepara su trago. Luego de un minuto comienzan a tomar riéndose, Aaron toma un gran trago.

-¡Cuidado Aaron! O nos contaras todos tus secretos- dice Emmet riendo.

-Los secretos es la razón por la cual estamos unidos- dice Alex sonriendo.

Todos ríen y así pasa la noche hasta que todos quedan dormidos. En mitad de la noche Spay oye un pequeño ruido y levanta la cabeza, mira a Alex saliendo tomando sus cosas para irse, Spay se levanta mirándolo y Alex lo mira confundido.

-¿No deberías de estar dormido?- murmura Alex.

-¿A dónde irás?- murmura Spay mientras le temblaba un poco la mano.

-No te importa Spay- dice colgado su bolso en el hombro y camina a la puerta, Spay lo detiene.

-¿A dónde irás?- vuelve a preguntar Spay y Alex frunce el ceño.

-¿Puedes dejar de arruinarlo todo por una sola vez? Déjame en paz- murmura Alex.

-¿Arruinarlo todo? Yo puedo ser mejor que tu- dice Spay desafiante.

-Sabes que sin mi no hubieses podido lograr muchas cosas- dice Alex y se va, Spay lo sigue llamándolo.

Luego de unas horas Aaron se despierta y ve que no esta Spay ni Alex. Levanta a Harry y a Emmet.

-No se donde están- murmura Emmet.

-Me duele la cabeza- murmura Harry.

Los tres chicos se levantan y caminan afuera del granero y ven que Spay camina hacia ellos, con una cara de horror, completamente pálido y asustado, se tocaba los dedos fríos y le castañeaban los dientes.

-¿Y Alex?- pregunta Harry.

-No lo se, lo perdí de vista y... Creo que lo escuche gritar- dice Spay.

Los tres chicos sienten un vacío en su pecho, Alex se ha perdido, o quien sabe que le habrán hecho. Los chicos asustados corren a sus casas como si nada hubiese pasado, esperando que el día siguiente, por la mañana, Alex aparecería en la escuela. Caminando por los pasillos mientras todos veían lo guapo que era con su cabello dorado, pocas pecas y ojos azules. Y si no aparecía los chicos estarán a salvo de que Alex contará los terribles secretos que le han contado a el, se supone que en Alex hay que confiar, pero el terror de que tu secreto se descubra nunca saldrá así estés jurando con brujería. Llegaron a pensar que una vida sin Alex seria algo bueno, pero no fue así porque al día siguiente Alex DiLaurentis no apareció, la señora DiLaurentis llamo a la policía, con el caso de desaparición. Interrogaron a los chicos, todos ellos dijeron la verdad solo que guardando el secreto del alcohol. Y Spay no dijo nada acerca de la discusión con Alex en el granero. Y Alex no volvió a Woserood, al menos por los tres años siguientes, donde Harry, Aaron, Spay y Emmet no volvieron a ser tan amigos ni tan unidos.