Detrás de Cámaras (Norman Reed) #PGP2019

Desespero

Narra Gabriella

Emily me recibió muy fría, no entendí porque, iba a contarle lo de Frank pero ella me interrumpió diciéndome que hablaríamos en casa. Yo no entendía nada

Cuando llegamos y luego de ducharnos y ponernos la pijama Emily entró en mi cuarto muy seria, nunca la había visto así, ella solía ser muy tierna y más conmigo

- Norman te vio besándote con Frank - me dijo a secas, yo abrí los ojos como platos - ¿me explicarías que es eso? Te dije una y mil veces que no lastimaras a Norman, te voy a dar la oportunidad de que te expliques 

Yo estaba en shock, ¿como se habrá sentido Norman? Quería llamarle pero debía explicarle a Emily que yo no había tenido la culpa

- yo estaba esperándote en el estacionamiento, esperaba también a que todos salieran y despedirme de todos incluso de Norm, entonces Frank salió y me saludó, estuvimos hablando y empezó a pretenderme como siempre, yo estaba aclarándole todo como de costumbre y él solo me besó, me quedé en shock por unos segundos y luego lo abofeteé, fue muy fuerte y hasta le dejé la palma marcada en la mejilla, él me miró con asombro y hasta sentí pena por él, pero me enoja que me irrespete, le grité mil cosas horribles y él bajó la cabeza, me dijo que lo sentía y se fue, me dio pena por él, no sé si es que siente cosas por mí, así que iba a ver como estaba y llegaste tú, los chicos nunca salieron ni Norman a mi parecer, Emily te lo juro – dije desesperada y llorando a mares, parecía un anime japonés en llanto

Emily me abrazó

- llama a Norman y explícale, si no te cree o algo así, lo haré yo, si no hablamos con Frank, no creo que no quiera ayudarte – me dijo Emily limpiándose las lágrimas – te dejaré sola

Tomé mi teléfono, afuera llovía a cántaros, le marqué a Norman pero desviaba mis llamadas, era comprensible pero el que no quisiera hablar conmigo me desesperaba y me hacía llorar más, estuve intentándolo una y otra y otra vez, llamé a su casa, casi que llamo a su agente, no sabía que hacer, luego de un rato más salía la contestadora... Norman había apagado su teléfono para que yo no le molestara más, eso me dolió mucho. Una idea estúpida, absurda y loca cruzó por mi cabeza pero creo que era mi último recurso

Narra Mingus

Me despedí de mi mamá para irme a la cama, me metí en ella despacio, aun me dolía un poco el cuerpo por el accidente y me arropé hasta la los ojos como siempre, el sonido de la lluvia fuera me adormecía pero mi teléfono comenzó a vibrar, lo tomé y era una llamada entrante de Gabriella, que raro, ella nunca llamaba

- ¿hola? – Pregunté, no le entendía nada, estaba llorando y me asusté, me senté rápido e hice una mueca de dolor, ya que me había dolido el costado - ¿Qué pasa? No entiendo nada – dije angustiado, ella guardó silencio intentando calmarse

Comenzó a contarme una historia sobre, Frank Dillane, ella y mi papá y noté como se creaba una ira contra ella ¿Cómo podía hacerle eso a mi padre? ¡Si era el mejor hombre del mundo!, preferí seguir escuchando, había estado a punto de cortarle la llamada, pero pensé inteligentemente, si eso no fuera un mal entendido y ella tuviera la culpa no estaría llamándome, luego entendí lo que pasaba y se me humedecieron los ojos, al parecer Emily no le había contado a Gabriella que mi padre le pediría compromiso ese día, pensé en él y como debía sentirse

- lo llamo pero apagó su cel y no contesta el teléfono de la casa – me dijo llorando – te juro que yo no hice nada, Mingus quiero mucho a Norman nunca le haría daño, ya no sé que hacer, sé que no debería meterte en estas cosas pero necesito a alguien y me siento muy mal

Las lágrimas terminaron de salir de mis ojos, se notaba que ella estaba mal en serio, mi padre estaría peor, ellos hacían tan buena pareja y nunca había visto a mi padre tan entusiasmado con alguna mujer, sabía que tenía alguna aventura pasajera, y como era pasajera nunca me las presentó ni las llevó a casa, Gabriella era la primera que me presentaba y la primera con la que tenía una relación seria luego de mi madre, ella era muy tierna y me quería, tanto como yo a ella, debía hacer algo, pero no volvía a casa hasta el domingo por la tarde y no quería decirle a mamá que me llevara antes, este era los tres días que podía pasar con ella