Explicaciones

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Estoy tan enojada que lo único que quiero es que Christian se vaya, que se vaya lejos de mi, no quiero saber nada más de él. No quiero, estoy harta de no saber qué quiere de mí o si realmente me quiere.

-No me voy a ir, no voy a volver a cometer ese error. No esta vez-

La voz de Christian me hace regresar a la realidad, está enojado. Aunque no debería me siento mal, siento que no lo he dejado hablar como quiere hacerlo, me siento como una niña que comete un error y sus padres la regañan. Me siento completamente estupida, Christian está enojado y su forma de mirarme es de miedo, tiene dolor e irá en su interior.

-Dime de qué foto has estado hablando todo este tiempo, de verdad que no entiendo-
-Déjame te la enseño-

Todo este tiempo he tenido la nota guardada en mis archivos de la computadora porque así me recordaba que Christian había rehecho su vida, había regresado a su vida de Amo y que no había lugar para mí, cada que creía que iba a correr a buscarlo, miraba la nota y me regresaba a la realidad, a lo que debía ser.
Cuando prendo mi computadora, espero unos minutos. Entro a la nota y le pasó la computadora a su regazo. Él se queda tranquilo leyendo y de vez cuando hace caras de asombro o al menos eso creo.

  -Ana, cariño. Esto es mentira- no le creo- ¿puedo explicarte?-

Dudo por un segundo, no sé si quiero escucharlo. Pero asiento con mi cabeza porque una parte de mí si lo quiere.

  -Esta mujer es una sumisa, si. Pero lo fue hace mucho. Se llama Leila Williams. Ella y yo nos separamos hace mucho porque se casó, no fue feliz y huyó con alguien más que murió casi en seguida. Ana, ella vio una foto de nosotros dos y perdió totalmente su cordura. Pase un tiempo buscándola, no quería que se hiciera otra vez daño-
-¿Otra vez?-
-Recuerdas aquella vez que me tuve que ir de Georgia, antes de cenar con tu madre y su esposo- yo asiento con la cabeza- bueno, intento suicidarse enfrente de la señora Jones. Después de eso huyó del hospital y le estuvimos buscando mucho tiempo hasta que finalmente apareció, no recuerdo que haber visto fotógrafos aquel día que la sacamos de La Escala- ¿suicidarse?- la lleve con personas que pudieran ayudarla. Eso es todo. En serio, tienes que creerme Ana-

Estoy sin palabras ¿será esa la verdad? ¿Me estará mintiendo? No sé qué hacer o qué decir. Mi corazón quiere que le crea pero mi mente me dice que no sea tan fácil.

-Por favor, Ana. Te estoy diciendo la verdad-
-No lo sé-
- ¿Qué necesita para creerme?
-Pruebas-

En cuanto le digo que necesito pruebas se levanta y va directo a la sala pero yo me quedo parada en la habitación, mis pies no me responden. Escucho que está hablando por teléfono, y no entiendo cómo es que pasó de estar aquí tratando de convencerme de que no estuvo con esa mujer a ir a hablar por teléfono.
Me quedo aquí unos minutos mientas Christian aún sigue en el teléfono, estoy bastante desconcertada, no sé bien qué es lo siguiente que debo hacer. Por fin Christian cuelga el teléfono o al menos eso creo ya que no escucho mas su voz. Me dirijo a la sala en busca de cincuenta sombras, pero sigue en el teléfono, está esperando algo. Cuando me ve se acerca y me toma por la cintura, con sus ojos me pide permiso para besarme, no sé si está bien pero me pongo de puntas y acerco mis labios a los suyos, nos damos un beso tranquilo pero lleno de amor, al menos eso es lo que yo siento. Cuando por fin me suelta vuelve su concentración al teléfono.

  -Bien, estaré listo en veinte minutos-

Por fin cuelga y no tengo idea si se va ir y me va a dejar aquí. Una vez más estaría sola e incompleta.

50 sombras destrozadasWhere stories live. Discover now