Aunque la luna me grite

Introducción

Hola. Soy un tipo bastante alto que vive en una casa bastante baja y solía definirme a mi mismo como un desenamorado con el corazón partido en un millón de recuerdos. Dicen que luego de la tormenta sale el sol, lo que nunca me dijeron es que habían tormentas que duraban 8 meses.

Esto es algo que escribí en mis días de cólera.

"El sol no vuelve a salir. En realidad, tal vez nunca estuvo allí, tal vez solo era una ilusión, porque todavía no habíamos descubierto que la tormenta existía, todavía no habíamos experimentado esa patada de la verdad.

Se aprende a vivir bajo la lluvia.

La lluvia en sí no es algo malo, para nada. La lluvia es un espejo metafísico. La veremos como queramos verla y no hará sentir como queramos sentirnos. Un alma dolida la verá como un recordatorio de que su vida es gris, un alma sana la vera como un momento excelente para ponerse a leer. 

"La lluvia tiene el poder de alejar más a aquellos que están lejos, y acercar más a aquellos que están cerca"

Es crucial dejar de esperar que lleguen los tiempos mejores, como dije, el sol es una ilusión. Cada uno se crea su propia realidad, cada uno es capaz de mejorar por si solo. Esperar que algo suceda solo nos hará perder algo irrecuperable y mucho mas importante que el propio sufrimiento, se perderá tiempo. El tiempo es lo mas valioso que tenemos, es una de las pocas cosas en esta vida que se puede regalar, pero no se puede devolver. Es de vida o suicidio valorar a aquel que regala su tiempo."

Pero hace no mucho, por primera vez en si mucho, vi un sol. Era un sol diferente al que veía antes de la tormenta, pero estaba ahí para mi, y yo estaba bastante roto como para rechazarlo. Hace no mucho, la conocí. La suerte estuvo de mi lado y nos permitió coincidir.

Un tipo roto con las ruinas menos visitadas del todo el mundo, una tipa rota que en vez de reconstruirse decidió levantar muros.

Y acá estoy yo, con la fantasía de cambiar muros por puentes, o de escalarlos si es necesario. Creo que por eso construimos muros cuando estamos dolidos, porque en el fondo buscamos alguien que los escale, por eso son muros y no bunkers.

Y no lo hago por mi, lo hago porque se lo debo. Ella me devolvió mi estomago.

Yo siempre sostuve que hay un gran malentendido, en términos sentimentales, en cuanto al corazón y el estomago, un desequilibrio "valorimetrico". Uno esta sobrevalorado, otro esta infravalorado. ¿En qué momento se comenzó a pensar que el corazón era el centro de control de lo metafísico?

Hasta donde tengo entendido tanto por rumores como por evidencia empírica, el estomago es quien fabrica los nervios de una primera experiencia, las mariposas de un amor que se avecina, el vacío punzante de una perdida grande.

El corazón solo esta ahí ¡Como si nada!, latiendo y bombeando todo su ego por el cuerpo, mientras que el estomago, tan humilde, se encarga de todos los quehaceres, ¡Que vergüenza!

Como todos, yo tuve mi perdida importante, que me arrebato el estomago, y me dejo ese vacío que nunca termina y la falta de apetito tan clásica en un alma deprimida.

Pero ella, ella me lo devolvió.

Y aunque no lo sabe, y probablemente no me atreva a decírselo, con ella puedo ser yo, mi verdadero yo, el que nunca llegue a mostrarle a nadie, con ella puedo arriesgarme a quererla, puedo firmarla sin leer las letras pequeñas, saltar al vacío creyendo que siempre tendré un paracaídas.

Y este libro será la prueba.

Sin mas que decir, que comience la poesía. *se levanta el telón*