Capitulo 19 El curioso caso de Jack Spencer
Bristol, verano de 1995
Siempre había deseado emprender una aventura, no en vano la sangre vikinga corría por sus venas. Lo único que no se imagino era que lo iba a hacer con dieciséis años, con su padre en la cárcel y dejando atrás el único amor que había conocido en la vida.
Theo suspiro cuando cerro con llave la verja de hierro de su casa, luego de un rato en donde miro con nostalgia, quizás por doceava vez el jardín lleno de malezas en donde había jugado toda su infancia, trago grueso, se echo su mochila a la espalda y se dispuso a caminar…………..su viaje hacia lo desconocido empezaba. No llevaba gran cosa, algo de ropa, un par de botas de repuesto, cincuenta galeones, un libro de encantamientos, Sueño de una noche de Verano de Willian Shakespeare en versión de bolsillo (otro regalo de Hermione), un pergamino con la dirección de Blaise Zabinni, en donde se especificaba como contactar con la madre de Blaise en caso de que le sucediese algo así como morirse, y su varita la llevaba en el bolsillo interno de su chaqueta, no podía usarla, cuando no apareciese en el colegio el primero de septiembre, sabia que lo primero que haría el Ministerio de Magia, seria intentar seguirlo con el rastro, así que por lo pronto tendría que valerse por si mismo sin usar una gota de magia, por lo menos hasta que cumpliese la mayoría de edad.
Theo camino hacia el puerto, conocía bien la ciudad, cada recoveco, su padre no era muy estricto en cuanto a sus vagabundeos callejeros y consideraba Bristol como territorio exclusivo de los Nott´s, quizás era porque eran la única familia mágica que vivía en la ciudad y sus alrededores. Las otras familias mágicas, se habían desaparecido o simplemente se habían mudado a otra ciudad.
Theo había desayunado lo suficiente ese día para que el hambre no le golpease en el estomago, solo tenia diez galeones y eso tendría que bastar hasta que llegase a Irlanda. El resto de su dinero estaba en Gringgott´s, pero no se atrevía a ir hasta la sucursal del banco en la ciudad, para no dejar rastros. Se le encogió el corazón al pensar que de nuevo le había mentido a Hermione, le había prometido encontrarse con ella en Hogwarts, pero jamás regresaría al colegio, de eso estaba bien seguro.
Tenia muchas cosas que hacer y que pensar, lo primero y principal como darle el esquinazo a Voldemort, que ya había enviado a Mulciber por él (Theo sintió escalofríos al recordar la aparición de ese espeluznante hombre en su casa el día siguiente que llego del colegio al principio del verano, se llevo un susto de muerte. Gracias a Merlín, el mortifago se trago completa la historia de que estaba enfermo con Viruela de Dragon, había utilizado una poción cambiaformas en si mismo para fingir la enfermedad, Mulciber ni siquiera intento acercarse, por temor a contagiarse. Si el Señor Oscuro le creía, tendría por lo menos seis meses tranquilos ante de que empezase a sospechar) lo segundo era sacar a su padre de Azkaban a como de lugar y para eso contaba con la ayuda de otros magos.
Lo tercero era buscar a Hermione Granger y llevarsela aunque fuese a rastras del Reino Unido antes de que Voldemort empezase la guerra.. En Irlanda lo estaban esperando un grupo de magos sangre limpia llamados los RENEGADOS. Liam O'Sullivan, su jefe, era uno de las pocas personas que su padre apreciaba y estaba ansioso de ayudar a su viejo amigo. Theo le había enviado una lechuza explicándole su situación y el mago respondió que lo recibiría con los brazos abiertos en su casa.
Los RENEGADOS eran una clase aparte en el Reino Unido, constituían una organización dedicada a preservar la herencia mágica, según ellos. En realidad lo que hacían era contrabandear en Irlanda y el resto del Reino Unido, objetos, animales y libros de magia negra, regulados por el ministerio mágico. No eran mortifagos, ninguno de ellos, de alguna manera extraña Lord Voldemort siempre tendía a olvidarse de los irlandeses cuando formulaba los planes o reclutaba gente para llevarlos a cabo. Gracias a eso la comunidad mágica de Irlanda nunca se veía involucrada en las cruentas guerras mágicas que sacudían a Inglaterra desde hacia cientos de años. A Theo siempre le había parecido que ese olvido de Voldemort o de los anteriores Señores Oscuros no era casualidad, algo siniestro se cocía detrás de esa actitud. Pero por lo pronto, estaría a salvo en Irlanda.
