Niñero |Haikyuu| |Kuroo x Lectora|

Niñero

-Y esa es mi última palabra.

Agachaste la cabeza, resentida.

Aquella frase siempre traía malas consecuencias, siempre que salía de los labios de tu madre.

(...)

Esperabas sentada en el sofá, mientras tu hermano menor, Koutaro, veía la televisión animado.

Seguías sin comprender porque tu madre les había puesto un niñero a ambos.

Bueno, para ser precisos, a Koutaro.

Tú podías cuidar muy bien a un niño de 3 años, no había la necesidad de contratarlo.

Aunque, según ella, la razón era que, ambos, inundaron el baño la última vez que los dejo solos.

O que la habitación de Koutaro termino con manchas de pintura.

O porque el perro del vecino termino de color celeste una vez.

Reíste inconscientemente ante esos recuerdos.

-(t/n)-nechan-llamo el pequeño- ¿A qué hora vendrá el?

Y de esa manera, tu querido hermano te hizo volver a la realidad.

El que odiabas al nuevo niñero.

-No lo sé-respondiste secamente. Sabías que no tardaría mucho, pues vivía cerca.

Escuchaste que alguien tocaba la puerta.

Te levantaste con pereza exagerada, y antes de salir de la sala, le sonreíste suavemente a tu hermano.

-Recuerda el plan, Koutarou-kun.

Caminaste tranquilamente, y canturreando una canción para ti misma.

-Buenos días-dijiste al abrir la puerta y ver al chico que estaba frente tuyo.

Y sentiste el mundo caer ante ti.

-¡¿Tu?!-te exaltaste al ver al jugador de Nekoma frente a ti.

El ladeo la cabeza y sonrió-Es un gusto verte, (t/n)-chan.

Agachaste la cabeza frustrada, y corriste hacia la habitación más cercana.

La vida te odiaba, eso estaba seguro.

(...)

Debieron pasar cinco minutos.

No más tiempo desde que te encerraste en la habitación de juegos de Koutaro.

Y aun no procesabas todo lo ocurrido.

¿Por qué de todos los niñeros que había en Tokyo?

¿Por qué de todos los chicos que estudiaban en Nekoma?

¿Por qué de todos tus vecinos?

¿Por qué tenía que ser él?

Sentiste tu celular vibrar, lo sacaste del bolsillo del pantalón y leíste el mensaje que te había llegado.

¨Llévate bien con Kuroo-kun. Y cuida de Koutarou. Y, por sobre todo, no le juegues ninguna broma a Kuroo-kun.¨

Bufaste.

-Yo también te quiero mucho, mamá-dijiste sarcásticamente.

Saliste de la habitación y miraste el pasillo.

No obedecerías, por completo, las indicaciones de tu madre.

(...)

Entraste a la sala, y lo que viste no te agrado en nada.