Joseph

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Cuando Meg se fue me quede pensando en qué demonios había pasado. Entre de nuevo al salón y vi a Marianne medio vestida y se me retorció el estomago. Me serví un trago de whiskey y Marianne dijo

_ deja eso amor abramos otra botella de champaña y festejemos que al fin te la sacaste de encima _ dijo alegremente

_ vete Marianne quiero estar solo_ le dije de mala manera

_¿ qué te sucede? Deberías estar planeando una fiesta ya que esa estúpida al fin te dejara en paz y parece que se te murió alguien_

_ DEMONOS VETE QUIERO ESTAR SOLO_ le grite y arroje la maldita botella de champaña al suelo causando un destrozo

_ está bien me voy pero si la querías no se qué demonios hacías follandome a mi_ dice poniéndose el vestido y largándose por fin

Y yo me pregunto lo mismo. La quiero, la amo, pero me ahoga, aun así no era manera de sacarla de mi vida. Me tiro en mi cama y tomo la foto que tengo de ella en el cajón de la mesa de noche. Ella está mirando hacia otro lado que no es la cámara que la enfoca, sonríe y se ve bella. Tan bella. Eso fue lo que me atrajo de ella en el primer momento, su belleza, aun al natural siempre me quitaba la respiración. Tenía una sensualidad inerte que ella misma no conocía. Hermosa siempre, tan inteligente. Pero en estos últimos dos años las cosas cambiaron, ella se volvió insegura, celosa y controladora. Tenía miedo todo el tiempo de que la engañara o que la dejara. Me volvía loco con llamadas y mensajes. Ya no entendía quien era. Había dejado todo lo importante en su vida por seguirme y ya no soportaba la situación. Para colme de males la cague a lo grande comenzando a engañarla con Marianne. Era más una distracción del estrés y se volvió una pesadilla porque ahora ella y mi madre planeaban una boda. Una boda que jamás se llevaría a cabo porque nunca me casaría con otra mujer que no fuera Megan. Tan solo si ella fuera la misma de antes... y ahora se iba no sé de donde salió este repentino viaje a Londres.

En vez de sentir alivio sentí perdida y no lo entendía. Después de todo yo la había dejado, yo le pedí tiempo. Y ahora ella se iba. Mi teléfono vibro y por un momento tuve la esperanza de que fuera Meg pero no

"cena mañana con tus padres," Marianne

Deje el teléfono en la mesa y suspire pesadamente. Sentí un vacio al pensar en Meg. Quizás si habláramos podríamos a arreglar las cosas para volver a estar juntos. Marque su número pero me dio directamente el contestador automático. Llame a su casa pero nadie respondió. Mire la hora y ya eran más de las once. Trate de dormir pero mi cabeza solo daba vueltas en Megan y en su mirada de decepción...


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