Capítulo 21

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Alex

Después de escuchar un rato a Louis y el tipo de artefactos que serían la innovación para el armamento espía, decidí buscar a Sydney y disculparme por mi comportamiento de anoche, que para estas alturas ya habrá recordado.... o tal vez no.

La verdad con Sydney no se sabía con exactitud como funcionaba su cerebro, podría olvidar cosas de un día y recordar cosas de 10 años atrás con exactitud.

Fui a su cuarto pero al acercarme para abrir la puerta, escuche a la voz irritante de Mayline.

Juro que quería irme y no escuchar nada de lo que ella estuviera hablando, pero la mención de Sydney en su conversación llamó mi atención.

-Si, ya te dije que esta bien. No. Él no ha dicho ni hecho nada en lo absoluto. Si, yo la cuido. ¿Oye pero porque te preocupas tanto? Yo creí que no te agradaba. ¡Claro!. ¡¿No será que te gusta?!. ¡Aja sí!. ¡Oye! ¡Oye! ¡Aish! ¡Me colgó!

-No te han dicho que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación

Dijo la voz del duende de la familia.

-¡Por Dios! ¡Alice me asustaste!

-Así de grave a de haber sido el asunto por el cual fisgóneabas

-¡No fisgóneaba! Sólo pasaba por aquí

-Sabes primito, si quieres fisgónear hazlo bien para que no piensen que eres un pervertido tratando de espiar a May

-¡No quiero espiar a esa bruja con cuerpo de oruga!

-¡¿A quién llamas cuerpo de oruga?!

Dijo Sydney saliendo de la ducha. Y yo obviamente me quedé paralizado por ser él afortunado que la viera con el cabello húmedo y que gracias a eso la blusa que vestía se le pegaba perfectamente al cuerpo.

-¡Oye tú! ¡¿por qué sales así?!

-¿Por qué me gritas? ¡Puedo salir desnuda si quiero!.-

Me quedé sin hablaba por esas palabras que pronunció y ella al notar lo que dijo sé puso roja y se metió a su recámara apresuradamente.

Desnuda. Desnuda. Desnuda.

Mi mente no paraba de pensar en esa palabra dicha de si boca y que al pensar tan sólo en eso me ponía caliente y se venían un sin fin de imaginaciones a mi cabeza.

-¡Hey! ¡Hey!.- dijo Alice chasquiando los dedos en mi cara.

-Oye ¿como puedo espiar bien?

-¡Lo sabía!

-¿Qué?

-Pensé que nunca lo dirías. Sigueme.

Cuando entramos a mi cuarto ya era un completo desastre.

-¡¿Qué le sucedió a mi habitación?!.- grité

-Sólo la modificamos un poquito

-¡¿Un poquito?! ¡¿Hicieron todo esto en menos de 5 horas?!

Mi habitación ya no era una habitación, era más bien un laboratorio con un montón de botones, sustancias desconocidas para mi y apuesto que para el resto de los humanos también, computadoras y una pantalla plana que más bien parecía un iPad gigante

-De hecho nosotros no hicimos nada, bueno si, pero ese día hace dos año cuando viajar se hacía más frecuente y no podíamos cargar con nuestro laboratorio, por eso diseñamos esta maleta que cuando ingresamos el código correcto se convierte en esta hermosura.

Al Final del CaminoOnde histórias criam vida. Descubra agora