Capitulo 24

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Todos se habían ido para sus respectivas casas días después . Yariel y Gilderoy se habían quedado solo en aquella gran casa.

Los dos estaban muy destruido, nunca habían visto tantas muertes en un día.

El pobre chico estaba muy dolido y confundido.

¿Si Mery estaba bajo un hechizo, quién habrá sido el mortífago que la uso a ella?
Tenía muchas preguntas así, él se dirigió a su cuarto y se fue a donde su piano que compro en el mundo Muggle. Se sentó y empezó a tocar una canción triste luego paró.

—Mamá, me gustaría que estuvieses aquí en estos momentos necesito abrazarte y hablar contigo de como me siento.—decía el niño en voz baja mientras respiraba hondo con sus ojos cerrados. Algunas lagrimas bajaron de su cara.

Se pudo escuchar como la puerta se abrió lentamente y vio a su padre.

Gilderoy no le gustaba ver a su hijo triste, no quería que pasará tanto dolor. Ya con lo que él le había hecho haciéndole creer que era un gran escritor y había enfrentado a todas esas criaturas mágicas era mucho para luego decirle que era su hijo.

—Hijo, se que es muy difícil para ti. Pero quiero que estés bien. Quiero verte reír , se que soy torpe o tal vez fui un farsante pero quiero lo mejor para ti. Tenemos que ser fuerte en estos momentos.—le dijo Lockhart algo triste mientras se acercaba a su hijo y lo ponía sus manos en el hombro del pequeño.

—Gracias papá, y no te digas esas cosas. Todo es del pasado ahora aprendiste la lección y estas haciendo lo mejor ahora. Trataré de ser fuerte por mamá.

—Muy bien . Por Daisy .

—Por Daisy.—le contestó el pequeño.

—Por Daisy , vaya , vaya. Ahora tu querida madre esta en otro mundo. Jajaja. Lo siento pequeño pero no me diste opción , tenía mejores planes para ti. Convertirte en un mortífago pero tuviste que ir para esa escuela. Por eso tuvimos que tomar a una de tus amiguitas para que hiciera tu trabajo. Ella sufrió mucho pero se sacrifico por ustedes.

—¿Qué haces aquí , Jared?—le dijo el niño enojado pero sobre todo sorprendido. Yariel sacó su varita y trato de enfrentarlo , Lockhart hizo lo mismo. No creían lo que estaban viendo, él fue el que controló a Mery todo este tiempo...

—Jaja. Enserio tu padre "el farsante" va a pelear conmigo. Él no sabe ni usar una varita.

—Pruébame y verás.—le contesto Lockhart afirmando. Jared solo lo miró con una sonrisa de odio.

—Expelliarmus .—dijo Lockhart haciendo que la varita de Jared saliera volada al igual que él.

—Maldito actor de cuarta. Me la vas a pagar. —Rápido se desapareció en un humo y sin mas pensarlo tomo su varita escondiéndose por la casa.

—Esta en la casa, ¿que hacemos ahora?—dijo Yariel nervioso y muy asustado. No quería que nadie muriera en el día de hoy .

—Tu persigue me .

Los dos caminaron lentamente por la casa y Lockhart hizo una carta muy rápida, se la puso en las patas de la lechuza y la envío a un lugar que Yariel no pudo escuchar.

Iban caminando lentamente por aquellos largos pasillos que se veían de terror.

Al subir las escaleras, escucharon un ruido.

—Ven, sígueme.— le dijo Yariel poniéndose al frente de su padre para protegerlo.

Gilderoy  sonrió y se puso al frente. Sabia que su hijo lo quería proteger pero no quería que le pasara nada, mejor él que a su querido hijo.

Ellos se dirigieron a el cuarto de dónde provenía el ruido. Y Jared apareció de repente. Haciéndole un hechizo al niño haciendo que este se quedara desmayado.

Podía ver como Lockhart batallaba con aquel mal hombre al que su madre confío y se caso, Jared.

Yariel no daba para mas, era un hechizo doloroso pero lo mas que le dolió fue ver a su padre en el piso revolcándose de dolor...

—Ahh.

—Papá. No..—Gritaba el niño.

El pobre chico trato de levantarse pero no podía no tenía mucha fuerza.

—Hijo, el brazalete.—decía Lockhart débilmente, perdiendo aquella sonrisa donde empezaba a votar sangre de su boca.

Yariel miro aquel brazalete con las iniciales de Y y L. Cerró sus ojos y los volvió a abrir, su padre no daba para mas pero Lockhart rápido presiono su brazalete y Yariel hizo lo mismo. Una luz brillante salió de esos simples brazaletes. Yariel pudo ver a su madre como le sonreía y Lockhart vio a Daisy, a aquella chica que tanto amo. Pero por decisiones incorrectas pasó tantas cosas. Ella le sonrió también y Gilderoy trató de sonreír pero sólo podía salir una sonrisa débil de tanto dolor. Ninguno de los dos daba mas, hasta que Daisy brilló como nunca.

Jared gritaba del dolor , había soltado a Gilderoy y los dos el padre y el hijo no sintieron dolor. Se sentían mas fuertes.

Yariel se levantó e invocó un hechizo.

—Petrificus Totalus.—Jared aquel leal Mortífago quedo petrificado. Se pudieron escuchar ruidos afueras y el ministerio de magia había llegado, la carta de Lockhart fue recibida y se llevaron a Jared.

Le vendría una gran vida el Azkaban bueno si es que no lo mataban los dementores.

Se había acabado todo, por lo menos por ahora.

Los dos le contaron a los demás y le advirtieron del peligro , ellos iban a practicar mas pero lo mas importante, ya sabían la pura y cruel verdad..

El hijo de Gilderoy LockhartOnde histórias criam vida. Descubra agora