Capítulo 17: Cuéntamelo.

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No pude dormir absolutamente nada, por lo tanto, pasé de seguir intentando echar una cabezadita.

Me levanto de la cama y me pongo una falda de cuero ajustada que me llega al muslo, un par de medias negras finas, una camisa elegante y un abrigo del mismo color.

Hoy parece que voy de luto pero me da igual. Me rizo el pelo y me maquillo en un tono igual de oscuro que la vestimenta. Hoy no tengo ganas de combinar, no tengo ganas de trabajar ni de absolutamente nada, mi cerebro está ocupado por la noche anterior y la culpabilidad, aunque todavía desconozca qué demonios ha pasado.

Heather al verme, suelta su taza de cereales y se queda mirandome unos segundos hasta que decide hablar.

- Ay, lo siento.

- Heather, ¡no estoy de luto!.- Exploto.

- Ay carajo, no asustes, es que con esa cara de deprimida y con esa vestimenta parecía que sí.

- Pues va a ser que no.

- Oye... ¿Dónde estuviste anoche?

Mi mente se para por un instante y dudo por si decirle la verdad o soltarle un despiste... Al final me decido por la segunda opción.

- Estaba dando... un paseo.- Luego me doy cuenta que es el disparate del año.

- Ya... ¿todo el día dando un paseo? Ro, sabes que te pillo siempre, mientes muy mal.

Bueno, no me queda mas que decirle la verdad.

- EstabaconelSeñorLópezmeemborrachéymedespertéensucama.- Dije tan rápido como si solo me quedara un segundo de vida, pero Heather no tiene ningún pelo de tonta y lo comprende a la perfección.

- ¿QUE TU QUÉ? ¿QUE EL QUÉ? OSEA QUE VOSOTROS...

- Shhhhh, no no lo se todavía no iba a preguntarle.

Heather se golpeó la frente con la palma de la mano en señal de "Eres la mas tonta de la galaxia"

Pero me decido por callar y no decir nada en su contra. Parpadeo un par de veces, mientras reviso mis redes sociales, cojo el bolso que me había preparado y Heather y yo nos marchamos.

Por el camino decido hablar por Whatsapp con clara, ya que me había mandado como un trillón de mensajes y llamadas.

- Eh, estoy bien no me he muerto.

- Ay Ro, santo cielo, ¿cómo estás?

- Genial, gracias por preocuparte.

- No hay de qué mujer, me tenías asustada ayer.

- A ti y a medio mundo, pero solo hubo un contratiempo tonto.

- Ay, menos mal, me alegro de que estés bien a pesar de todo.

- Y yo de que te hayas casado por fiin ehh.

- ¡Síí! Gracias.

- Te dejo voy a trabajar.

- Adióós arcoíris rojo.

- Adiós novia especial.

Al llegar al parking nos bajamos del coche y acabe la conversación con Clara al mismo tiempo. Subo a mi despacho y me siento en la silla de cuero. Doy un suspiro y comienzo a trabajar.

Debo reconocer que mi trabajo es fácil, gano un pastón y tengo un jefe muuy sexy... ¡Espera! ¡Mi jefe!

Le mando un mensaje de Whatsapp "Eh hola... ¿Podría venir a la oficina? Tengo que decirle algo"

Espero la respuesta y al tenerla, me dice que está de camino. Respiro hondo para relajarme y me repito que estoy preparada para oír lo que paso. Al escuchar los toques en mi puerta mi estómago explota de los nervios y al ver a mi jefe en chaqueta de cuero mas todavía... ¿Por qué le tiene que quedar bien todo? Ay...

- Emm... Hola.- Sonrío.

-Hola.- Dice algo incómodo.

- Siento llamarle así y sé que tiene como mil asuntos pero... Necesito saber que pasó anoche.

- ¿No te acuerdas?.- Pregunta arqueando una ceja.

- La verdad es que llego hasta ir a ese bar... luego lo tengo borroso y al despertarme esta mañana en su cama... Me hace creer que...

- Nos hemos acostado.- Acaba mi frase.

- Sí... ¿Y bien?

- Ro... ¡Claro que no!.- Dijo con una sonrisa.

- Ay ¡menos mal!.- Suspiré aliviada.

- Solo nos dimos un par de besos, pero dijiste que tenías sueño y que no querías hacer nada, te fuiste, te vestiste tu solita y te quedaste frita, pero ya está.

- Joder jefe, ¡qué alivio!
- Pero si hubiese ocurrido, créeme, no tendrías que sentirte mal por nada.- Mi cabeza solo podía deletrear un nombre "Bella" y el pareció saber que lo estaba haciendo.- Incluso por Bella... Está en un viaje de no se que de Milán, bah, tenemos momentos bonitos pero... es como si, no existiésemos ¿sabes? Así que tranquilízate... Pero créeme, nunca me habría aprovechado de ti.

Eso me parecio algo bonito por su parte.

- Gracias jefe.- Sonreí.

- Ro, estabas ebria, no me des las gracias, los hombres respetamos a una mujer y siempre la protegeremos, sobretodo si es la que te roba el corazón así, en un segundo.

Sonreí como boba ante su comentario y el noto el rojo en mis mejillas. Se acercó y me dio un beso en la frente.

- Tú con tu trabajo, no te sientas mal.

Asentí e inevitablemente choqué mis labios con los suyos. El pareció sorprenderse pero no dudó en no moverse. Fue un beso dulce. Sabía a naranja justo como me gustaba a mí. Cuando nos separamos, sonrió y yo le di un pequeño beso en la mejilla.

- Ro, eres más mona que los pandas.

- Oh que halago, me acaba de llamar panda.- Sonreí.

- Pues si, pero un panda bien sexy.- Me guiñó su ojo verde hipnotizante.

- Y usted es un cerdito bien guapo.- Saqué mi lengua y con las manos hice un corazón.
- Oh es lo mas romantico que me han dicho nunca.

- Apuesto que si jefe.

-Te encanto pelirroja, lo sé.

- Uyyy síí me vuelves loca.

Y así pasa uno las tardes, entre risa y risa, beso y beso... Sin pensar en el mañana, solo disfrutando el momento con esa persona que solo te recuerda a ti y a ella solos en el mundo... ¿No?


Otro más:)

Disfruten;)


"Déjame quererte."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora