Ciento sesenta y nueve. Zuben El Akrab

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-¿Nathan?

-Hmm...

-Según el GPS, hay una gasolinera aquí cerca. Iré por gasolina.

-Hm...

Se veía tan cansado que se me arrugó el corazón. Nathan se había llevado la peor parte de todo esto. Él había estado conduciendo por horas, y fue él quien tuvo que dejar su familia atrás. No tuvo, lo hizo por mí.

Recordé que había un galón vacío en la parte de atrás, así que me arrastré hacia el asiento trasero y deslicé uno de los asientos hacia abajo. Tanteé con la mano por la parte de atrás, hasta que mis dedos tocaron el galón.

Cuando lo tuve en la mano, volví al asiento de adelante, en donde Nathan ya se había quedado dormido. Solté el galón un momento y aproveché para quitarle el cinturón de seguridad. Recliné su silla para que pudiera dormir mejor, y el se quejó entre sueños.

Acaricié su frente mientras dormía. Yo no tenía sueño, había dormido buena parte del viaje. Pero él debía estar agotado.

Él había arriesgado tantas cosas por mí... que era injusto que yo no aportara nada. Al menos podría ir por la gasolina.

Me incliné hacia su rostro, y le dí un suave beso en la frente. Luego, acaricié sus labios lentamente con los míos, con cuidado de no despertarlo.

Mi corazón se hinchó. ¿Qué había hecho yo para ganar a un hombre tan maravilloso?

-Te amo-susurré, antes de salir del auto.

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Aisss, recta final.

Como odio esas palabras. Pero nos acercamos al final. 

#ComoOdioLosFinales

¡Nos leemos el próximo capitulo! Ya no subiré tan seguido porque estamos en el final... hay que hacerlo durar, ¿no? Además tengo que estudiar... examen recuperatorio... ayy...

¡Próximo capítulo la próxima semana! ¡Nos leemos!


El deseo a una estrellaWhere stories live. Discover now