23: El pozo de las hormigas que se distraen más fácilmente que yo estudiando

8.5K 655 54
                                    

Avancé hacia él con la vista clavada en el suelo.

Caminamos uno al lado del otro, sin decir nada, sin mirarnos.

Era un silencio incómodo y quería romperlo, aunque no sabía cómo. Sentía que tenía que disculparme, pero no había una verdadera razón para hacerlo.

-Ahora ya entiendo por qué nunca me quisiste del todo -dijo él, rompiendo el silencio-. Aunque ya imaginaba lo que ocurría, me lo has confirmado.

Respiré profundamente.

-Que lo quiera a él no significa que no te quiera a ti también -dije sin atreverme a mirarlo a los ojos.

-Y eso es peor, ¿no? No puedes decidirte por ninguno y no quieres hacerle daño a nadie.

Estaba impresionada por su capacidad para entenderme y para descifrar esos sentimientos que ni yo misma acababa de comprender.

-Exacto -me limité a decir, sin apartar la vista del suelo.

Él dejó escapar un largo suspiro.

-Démonos prisa, antes de que empiecen a preocuparse -dijo acelerando el paso.

Miré atrás una vez más, pero ya habíamos perdido de vista a Raul.

El resto del grupo estaba reunido al borde del precipicio.

-Hemos pensado que sería buena idea dar ya el aviso para que vinieran, teniendo en cuenta que es probable que tarden en llegar -dijo Fin cuando nos reunimos junto a ellos.

Asentí levemente, con la mirada fija en lo que había al final de la caída: puntitos moviéndose.
Ya sé que no era muy interesante pero trataba de volver a concentrarme en la misión.

-Que yo sepa ahí abajo podemos encontrarnos con toda clase de criaturas -nos explicó Rocío-. Las favoritas de la bruja son las almas negras, sirvientes fieles que adoptan un cuerpo humano para realizar su trabajo.

-¡Los cuerpos de los cazadores desaparecidos! -exclamó Buse abriendo los ojos como platos.

-En caso de que se trate de ellos no los mataremos -Fin nos miró uno a uno a los ojos para asegurarse de que le haríamos caso.

-Y ¿cuándo estaremos seguros de que son ellos? -preguntó Nathan.

-Es muy probable que nos ataque bajo la forma de su animal, y si no lo hacen los reconoceré.

Asentimos y Rocío siguió explicando.

-Este camino da una vuelta entera a todo el castillo, cuando estemos casi abajo del todo tendremos que ir con cuidado, para que no nos descubran. Una vez abajo tendremos que intentar pasar desapercibidos para poder entrar por unas rejas que llevan a los calabozos, es la entrada más sencilla.

-Un momento -dije recordando algo que me había dicho hacía un momento-, si se supone que nunca has entrado ahí, ¿cómo sabes todo esto?

-Las almas blancas pueden vagar por donde ellas quieran y me cuentan este tipo de cosas. También me dicen donde hay bestias y algunas veces me preguntan por gente a la que no conozco, ¡son muy simpáticas!

Tras debatir algunos detalles de la misión comenzamos a descender.

La rampa era muy irregular, en algunos tramos era tan estrecha que teníamos que avanzar de uno en uno y en otros cabíamos tres uno al lado del otro.

Cuando ya llevábamos un rato caminando pasó por nuestro lado un chico moreno que nos saludó con un gesto de la cabeza, y cuando ya creía que no nos había reconocido atacó a Mishell, que iba la última del grupo.

Cazadora Solitaria [CS#1]Where stories live. Discover now