Noah se encontraba angustiado, desde el principio quería saber quien era aquella persona que le mandaba notas cada día de la semana, preguntarle el por qué de sus palabras en una hoja de papel color lima.
Y por qué a él.
En el instituto le temen, no se acercan a él por miedo a ser humillados con palabras simples o insultados, en el peor de los casos, golpeado. Su único amigo era Cárter Williams y su hermana, Vanessa Williams, hermanos de lacios cabellos negros y profundos ojos verdes. Vanessa era un ángel para Noah, una persona divertida, extrovertida, simpática e interesante de conocer, ella lo trataba con ternura y amor, porque así era ella. Amorosa. Y definitivamente él no debe ser tratado de esa forma. Ni mucho menos ser amado.
Desafortunadamente, Vanessa fue por intercambio a otro instituto, por lo que quedaron él y Cárter.
Pero ella apareció, la chica de las notas.
La chica que le dio miles de tarros de miel.
La chica que lo apoyó.
La chica que lo quería.
Se levantó de las gradas y fue a paso lento a su última clase, Biología. Odiaba esa materia, la aborrecía, al igual que matemáticas, pero era buen alumno. Era uno que tenía las calificaciones más altas en el instituto.
En el pasillo los alumnos se hacían a un lado para no tocar o chocarlo, muchas veces se tropezaban y caían al suelo por no ver de que lado se corrían, lo que le causaba gracia a Noah.
Abrió la puerta del salón de clases y entró, recibiendo miradas curiosas y de temor de algunos que se encontraban sentados en el fondo y el medio, se sentó en uno de los segundos asientos de adelante.
Hace pocos días alguien mostró todas las notas de la chica, Lía, para Noah a todo el instituto, él pensó que fue ella, pero descartó esa posibilidad rápidamente, pues... Si ella le mostrara las notas a todos, ¿qué sentido tendría escribir las notas? A no ser que quiera hablar sin ser lastimada física o psicológicamente, pensó él.
También pensó que fue Cárter el que mostró las notas, al principio las posibilidades eran nulas, pero después él se burló con una de las cartas y lo golpeó, pensando que era él, que era Cárter.
Pero no, resultó ser Ashley, la ex-novia de Noah.
Ella le confesó que lo amaba, que mostró todas esas notas lima por celos, ella estaba celosa. Y se arrepentía.
-Hola .-lo saludó Cárter, desanimado. Había llegado hace unos segundos, luego de saludar a algunos de sus compañeros de clase.
-Hola, ¿qué te sucede? Además de que te he golpeado .-le preguntó riendo ligeramente. Su amigo se sentó atrás de él.
-Imbécil .-murmuró, sonriendo, pero borró su sonrisa de inmediato al recordar la razón por la que estaba así-. Nos mudamos de casa, pero seguiré estando en este instituto, la que no seguirá estando .-hizo una pausa y suspiró-. Es mi hermana.
Noah sonrió sintiéndose afortunado.
-¿Cuál de todas?
La puerta se abre, y por ella entra el profesor de Biología. Noah se da vuelta disimuladamente y mira hacia el frente.
Tenía la oportunidad perfecta de saber quien era la dulce chica de las notas, la chica de los tarros de miel. Preguntarle a su hermano cuál de todas sus hermanas se iba del instituto.
Tocó la cadenita que colgaba de su cuello y una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Por fin sabría quien era.
Mordió su labio y reprimió otra sonrisa que luchaba por salir.
Se dio vuelta cuando Cárter tocó su hombro.
-¿Eso importa? No cre-
-Cárter y Noah, ¿por qué no me sorprende? .-los interrumpió el profesor de Biología, el Señor Smith.
-No volverá a suceder, lo sentimos .-se disculpó Cárter, poniendo su típica escusa. Noah asintió.
El profesor se da la vuelta y mira a una alumna de lacios cabellos negros y hermosos ojos pardos. Dice que se levante y ella dudosa, con un asentimiento de cabeza, se dirige al frente.
-Skylar Williams, una bonita alumna con muy buenas calificaciones. Lastima que debes irte .-hizo una pausa y prosiguió-. Fue un honor tenerte en esta institución, a ti y a tus hermanos. Debes cambiar de lugar y no estar más con este viejo profesor .-la clase rió junto al profesor, pero Noah se encontraba confundido. ¿Ella es la hermana de Cárter?. Al mirarla, se pudo notar su nerviosismo, él la miraba fijamente, mientras que ella trataba de evitar su mirada-. Gracias, Sk-
Noah se levantó de su asiento causando un fuerte ruido por parte de la silla y preguntó algo que dejó helada a la que se hacía llamar Skylar:
-¿Lía?
Ella abrió los ojos como platos.
Al parecer no hacia falta preguntarle a su hermano, pensó Noah.
-¿L-lía? .-preguntó tartamudeando. Se encontraba nerviosa, quería irse lo más rápido de allí.
-Nunca pensé que fueras tú .-le dijo Noah, estudiándola de pies a cabeza. Alta, delgada y con una coleta amarrada con un lazo.
-Dios mío .-murmuró la chica.
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Holaaaa! Bueno, esta es la primera parte del epílogo. En la segunda parte les daré las gracias<3
Saludos!
Blue.
xoxo
