No te dejaré ir

Decimo evento: "la boda"

Desde aquella noche hace ya tantos años Red jamás volvió a separarse de mi lo que ya no me molestaba si no que al contrario me hacia inmensamente feliz. Al cabo de unos días ya todo el mundo sabia de mi noviazgo con Red ya que el no perdia oportunidad para demostrarme su amor y mostrarle a los demás que yo era suya, pero eso esta bien ya que yo lo era en todo sentido única y completamente suya. Despues de un mes juntos Red me pidió matrimonio a lo que yo me negué alegando que todavía eramos muy jóvenes, pero el aun asi no se rindió y en cada oportunidad que tenia me lo pedia de nuevo de forma mas romantica y linda que la anterior, finalmente terminamos por vivir juntos para calmarlo un poco. Fui a una universidad no muy lejos de casa, quizás no era la universidad a la que anteriormente había planeado ir, pero esta era igual de buena, y tenia algo a un mejor y era que la persona que se había convertido en mi mas grande amor iba en ella y podíamos estar siempre juntos. Para cuando termine la universidad decidi dejar de hacerlo sufrir y aceptar su propuesta de una vez por todas. Al momento de aceptar pensé que el estallaría de felicidad por la sonrisa que tenia y lo he emocionado que se veía, estuvo alrededor de un mes con una sonrisa de oreja a oreja después de haberle dado el si. Ahora me encontraba caminando hacia el altar, mirando al hombre que se convertiría en mi esposo mirándome con una expresión que me transmitia amor y mucha felicidad parecidas a las que me transmitió cuando lo bese por primera vez, solo que ahora parecían aun mas fuertes. Con Red cada dia era diferente, llenos de distintas emociones, tanto buenas como malas, una vida con el significaría un adiós permanente a cualquier tipo de vida tranquila que pudiese llegar a querer, pero eso estaba bien, ya que no podía imaginar ni un solo dia de mi vida sin el, sin aquel acosador molesto que de alguna forma se las ingenio para robar mi corazón. Ahora doy gracias a la serie de eventos que me llevaron a conocer a la persona que ahora significa el mundo para mi.

Con un simple "si" el acepto ser mio para siempre y yo con un simple "si" correspondi sus sentimientos y acepte ser siempre suya. Desde ahora comenzara mi nueva vida en la cual las palabras "tranquila y normal" están sobrevaloradas.

t��R�i9�