❝Selfies❞ {Larry Stylinson} |PAUSADA|

7.

Louis caminaba tan feliz hasta la cafetería pero no sabia por que, o a lo mejor si. Negó con la cabeza, una risa escapando de sus labios.

No lo podía negar, estaba feliz.

"¿Louis?" Tom pregunto una vez él llego a la cafetería "¿Por qué tan contento?"

Él solo negó, agarrándolo por los hombros.

"La vida es bella"

Tom lo miro asustado.

"¿Por qué es bella?"

"Bueno, la primera razón es porque amanecí con 50 seguidores más en Instagram" sonrió, festejando "Y la segunda es solo porque sí"

Tom asintió, demasiado confundido.

"Como sea, el jefe me aviso que hoy vienen personas muy importantes a tomar café"

"¿Y?"

"Pues que tendrás que atenderlas tú"

Louis puso mala cara.

"¿Qué?" se quejo, mirando mal a su amigo "¿Por qué yo?"

Tom solo sonrió, apretándole las mejillas.

"Porque aquí el lindo eres tú"

Rodó los ojos. 

"Que excusa tan tonta"

"Sabes que te quiero"

"Sí, sí"

Ambos se fueron en direcciones opuestas, cada uno a hacer sus respectivas tareas. Louis agarro un pañuelo y comenzó a limpiar las mesas que se encontraban sucias y con algunos bocadillos aun encima. Tardo aproximadamente quince minutos de limpiar cuando la campanilla del lugar le aviso que había llegado un nuevo cliente. 

Eran unos hombres demasiado, pero demasiado elegantes, portaban traje negro y lentes de sol del mismo color. 

Tom le hizo algunas señas, diciéndole que eran ellos las importantes personas de las cuales se refería su jefe.

"Bienvenidos" sonrió amablemente, dirigiéndose a ellos.

A cambio solo recibió un asentimiento de cabeza por uno de los hombres, en total eran cuatros, de aproximadamente cuarenta años. 

Tomaron asiento y pidieron solo café, para luego ignorarlo completamente, Louis rodó los ojos, dándole a su amigo el pedido de los señores.

La campanilla vuelve a sonar y Louis dirige su mirada de nuevo a la puerta.

Un chico alto y de cabello corto entra con un teléfono en la mano y el ceño fruncido, bufando a cualquier persona que este en la otra linea.

"Dios" murmura, cortando la llamada y rodando los ojos, levanta la mirada para encontrarse con u lindo castaño mirándolo atentamente.

"Hmm, bienvenido" y Louis no sabe por que rayos titubea.

El chico lindo le sonríe, acercándose a él.

"Un gusto" extiende su mano, estrechándola con la de él "Soy Jeremy"

"Louis" contesta perdiéndose en su rostro.

El chico tiene facciones delicadas, una mandíbula cuadrada con una pequeña barba de algunos días, sus ojos grises son preciosos, y sus labios, Dios, sus labios.

"¡Smith!" 

Louis voltea confundido para ver de donde proviene el grito.

"Es para mi" Jeremy le vuelve a sonreír.

Asiente, viéndolo acercarse hasta los hombres, oh, claro, él también es una de las personas importantes.

"¿Adivina quien soy?" alguien susurra en su oído.

Y no hay necesidad de preguntar, él sabe quien es solo con oír su voz.

"Harry" dice alegremente, dándose la vuelta y sonriéndole.

El rizado se inclina hacia delante para darle un beso, el cual Louis muy sutilmente rechaza moviendo el rostro, viendo que Jeremy no le quita la mirada de encima.

Harry se insulta mentalmente, es obvio que no lo iba a besar.

"Te traje esto" decide decir para que el ambiente no se vuelva incomodo "Pensé que sería un lindo detalle, hmm, espero que te guste"

Estira su mano, en ella hay un lindo dije de una L.

"Es precioso" Louis se queda absorto mirando el detalle, examinándolo de cerca.

"Igual que tu culo" 

"¿Ah?" mira a Harry confundido, no escuchando bien.

"Qué igual que tú"

"Oh" asiente "Gracias, me encanta"

Harry se encoge de hombros, en una señal de tímido. 

"¿Te gustaría salir conmigo después que salgas del trabajo?"

Louis lo piensa, sí, le gustaría.

"Claro" 

Y Harry piensa que si tiene suerte pueden parar en un hotel.

"Perfecto, te estaré esperando, bebé"