Strong Heart; nalu

Capitulo 14

Siempre que lo pienso, regreso al mismo lugar.

El mismo suceso, el mismo episodio, la misma tragedia.

Cada vez que cerraba los ojos, podía verlo.

Sutil, campante, amable, carismático, romántico. Lo era todo. Pero cuando los abro, nada de eso existía más.

Siento un peso en mis hombros, alguien a tocado mis hombros con fuerza, queriendo que regresara a la realidad.

— Lucy... – escuche mi nombre. Lo recuerdo. No debía perder mi cordura. Pero la perdí en cuanto vi aquella escena.

Me dejé caer al suelo, las manos que estaban en mis hombros dejaron de estarlo para convertirse en puños.

Sus ojos miraban solo aquella parte afilada y el mango de la misma. Y aquella chica, a la cual conocía demasiado bien pero ahora parecía una completa desconocida como lo miraba con furia.

Mis ojos se volvieron de golpe al ver su boca llena de sangre y la espada traspasar su pecho.

— Llegamos tarde – solté en un susurro. Sin dejar de mirarlo lo vi caer al suelo sin expresión alguna, ninguna sorpresa, ninguna mueca, no había nada.

Mis ojos se nublaron y grite. Grite hasta que mis pulmones se quedaron sin aire y comencé a temblar.

— No puedo acercarme, Gray-san – mencionó la pequeña con pena.

Abrace mi propio cuerpo con fuera encajando mis uñas en mis brazos, me encorve un poco sin apartar mi vista de él.

Cerré mis ojos y sentí aquella pulsada latente dentro de mi. Rencor, odio. Lo sentí. Despecho, furia. Hicieron vibrar mi cuerpo. Mi corazón palpito fuertemente y sentí mi cuerpo arder.

— ¿Lucy? – Gray pasó su brazo por mis hombros y temblé con más fuerza.

— ¿Lucy-san?

Cerré los ojos con más fuerza y negué. «Esto es imposible» susurro en mi cabeza «Déjame salir, seré tu apoyo» me hablo esta vez «Te daré toda la fuerza que deseas, todo la que quieras para salvarlo» me ilusiono «Y vivan un felices por siempre. Como siempre lo deseaste, ¿lo recuerdas?» asentí dejándome influenciar por su presencia «Toma mi mano, Lucy. Toma mi mano y juntas lo vengaremos»

— Si – murmuré llevando mis manos a mi rostro mientras lo ocultaba.

***

— La codicia te a ganado, humana – murmuró mi reflejo con cuernos y manchas negras — Te dejaste llevar por el despecho de perder a quien amabas.

Permanecí en el suelo abrazando mis piernas a mi pecho, mis ojos permanecían secos igual que mis labios. Era como si no me importara nada.

No había dolor, no había pena, no había perdida, permaneciendo en esa posición no sentía nada. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios al pensarlo y mi reflejo me imito.

— ¿Estás sufriendo? – me pregunto curiosa.

Negué con la cabeza y alce mi mirada para verla, era tan permanente y gloriosa; ¿por qué le temía?

— Humanos, siempre se dejan llevar por sus emociones – soltó una carcajada y se levanto — Lucy, a partir de ahora, es posible que jamás regreses. ¿Dejarás que use tu cuerpo como yo desee o deseas gobernar todo junto conmigo?