Adara

15 2 1
                                    

Como no me respondiste mi anterior carta, doy por hecho de que toda vía no llegas y que te tardaras un poco mas en hacerlo.

Así que aprovechare esto y te contare mi interesante historia.

No te voy a mentir. Estaba muy dolida por todo esta situación de que te fuiste sin decirme o sin invitarme por lo menos.

Parecía como si nadie me comprendiera y como si, después de tantos años juntos, me hubiera desprendido de mi otra mitad. Y mucho peor me sentí al enterarme que yo no te importaba tanto como pensaba, o al menos eso era lo que creía en ese momento.

Mi familia trataba de animarme y yo no era capaz de responder a sus inútiles intentos.

Todo estaba empeorando en mi vida.

Pero un día mi madre me invito a hacer como secretaria en la oficina por que la suya se había enfermado. Así que dije: Por que no?

Necesitaba salir del hoyo en el que me estaba uniendo y esa parecía ser la única forma de hacerlo.

Allí conocí a personas muy agradables.

Todos eran muy carismáticos y unidos entre si.

Pero no me llegue a impresionar hasta que conocí al jefe de mi madre.

El mismo hombre al que me ayudabas a espiar cuando teníamos 13.

Ya sabes que siempre me ha parecido guapísimo y que mi sueño adolescente era conocerlo en persona.

Bien, pues uno de esos días tuve que subir a su piso, ya que mi madre me había mandado a llevarle unos papeles que tenia que firmar.

Me puse de lo mas nerviosa y me tropezaba con todo. 

Al final pude llevar casi sana y salva a su oficina.

El hombre era de lo mas encantador, la forma en la que hablaba, como se movía, lo que decía. Todo en el era perfecto.

Tu solo imagina al Christian Grey de la ciudad.

Y cuando me iba a ir, sorprendente mente el hombre me invito a salir.

Y así fue como inicio mi estúpida historia de amor siendo la amante de un hombre casado, con 3 hijos y un bebe en camino.

Como imaginaras, en su momento a mi me valía un mierda lo que las personas pensaban de mi, no me importaba su esposa, su trabajo, mi familia o sus hijos.

Yo solo tenia en mi mente la forma en la que el me hacia sentir cuando solo estábamos el y yo.

Las cosas en mi vida fueron mejorando poco a poco, dentro de lo que se puede llamar bueno.

Pero la muy estúpida de mi no se daba cuenta que todo lo que ese hombre estaba haciendo en mi, lo único que me hacia era daño.

Me decía que estaba demasiado gorda y que debía estar mucho mejor para cuando nos viéramos. Me obligaba a hacer cosas que no quería, pero al final las hacia solo para complacerle.

Mi vida empezó a girar solo y exclusivamente al rededor de el.

Mis padres empezaron a preocuparse, pero yo no podía decirles anda por que el ya me había advertido que no podía contarle a nadie.

Ya que si alguien se enteraba y lo publicaba en alguna de esas revistas, su vida se iría abajo.

Tu solo imagina: El exitoso hombre de negocios con la familia perfecta tiene una estúpida y joven amante con la que puede follar cada vez que se le de la gana.

Todo era una completa mierda.

El me protestaba por todo y se enojaba cuando yo lo hacia, por que en el fondo, yo era la puta con la que se desquitaba todas las noches, según el, yo no era nadie para preguntarle algo.

Las cosas siguieron así por mas tiempo.

Después llego tu primera carta y pensé que las cosas no eran como yo las había imaginado.

Me di cuenta que no podía seguir así por mucho mas tiempo, así que me aleje de el y empece a pasar mas tiempo con mis amigos y a divertirme un poco mas.

Sin embargo, mi depresión no descendía para nada, culpaba a todo el mundo de lo que me estaba pasando, a todo el mundo menos a el, y por algún extraño motivo, a pesar de que la distancia entre el y yo había subido considerablemente, en mi mente seguí la idea de que su llegada lo único que me hacia era bien.

Ademas el no estuvo feliz con mi decisión.

Las cosas se pusieron tensas entre nosotros. Y le dije que se fuera a la mierda si pensaba que podía seguir haciendo conmigo lo que quisiera, como había estado haciendo en las ultimas semanas. Poco a poco fui abriendo los ojos y tus cartas ayudaron a darme cuenta que lo que estaba haciendo no era lo correcto.

Pero el no esta dispuesto a dejarme ir.

Mi relación con mis padres mejoro después de mi carta de desahogamiento que te mande. Todo mejoro desde ahí en realidad.

Ahora estoy en ese proceso de aceptación de lo que el me hizo.

Pero no ocurrió verdaderamente hasta que me encontré a Diego en esa cafetería, me ayudo y comprendió como nadie había hecho antes.

En verdad necesitaba que una persona como el llegara en mi vida, necesitaba sentirme protegida y a salvo después de todo lo que había ocurrido.

Y se que no es fácil, pero lo estoy logrando con su ayuda.

Tu y Diego son los únicos que sabes esto. No me siento capaz de parecer una idiota en frente de los demás.

Así que si.

Esa es mi patética historia de lo que he vivido desde que te fuiste.

No es para nada bonita, pero al menos me servirá para no volverla a repetirla.

Espero que me entiendas y que no me empieces a juzgar como se que muchas personas lo harían. Aun que se que tu nunca me harías eso.

Con sinceridad, Adara.



Desde Cualquier LugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora