tercera parte

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En la noche, una gran tormenta comenzó a caer, parecía que el cielo estaba a punto de caer, ninguno de los dos chicos podía dormir pero no decían nada, temían despertar al otro. La chica se aferraba de su cobija mientras miraba por la ventana como caían los rayos y la lluvia. Sungmin se había cubierto completamente con las cobijas y trataba de dormir pero el miedo lo embargaba.

-Sungmin-ssi-susurro la chica-¿estas dormido?-Sungmin destapo su cabecita y negó-es una tormenta muy fea ¿verdad?-el chico asintió-deberíamos cerrar las cortinas

La chica se levantó de su cama y camino hacia la ventana con la rana de peluche en su brazo, cerró las cortinas, pero los rayos aún se reflejaban en esta. ______________TN se sentó en la cama de Sungmin y lo miro, este se había sentado y también la observaba.

-somos unos completos miedosos-exclamo divertida la chica-¡parece que tenemos 5 años y no 17!-rio, pero Sungmin negó con la cabeza, esta lo observo confusa-¿no tienes 17?-el negó-entonces tienes... ¿20?-el chico negó con una sonrisa-¿más de veinte?-volvió a negar-menos de veinte eh... mhm, ¿acaso tienes 19? ¿O 18?-el chico asintió-¿18? ¡Vaya! Al fin después de 2 semanas se tu edad-Sungmin sonrió avergonzado, en ese momento se escuchó un trueno que hizo retumbar las ventanas, la chica soltó un pequeño grito y Sungmin salto en la cama, _____________TN se aferró al peluche que traía en el brazo-lo bueno que tengo a mi ranita, ella siempre esta cuando tengo miedo en las noches-Sungmin la observo entristecido, él no tenía a que aferrarse en las noches cuando tenía miedo, solo se quedaba despierto llorando, sintiendo como la soledad lo consumía-¿tú no tienes un peluche?-el negó

La chica se levantó de la cama y camino hacia la mesa que estaba aún lado de su cama, tomo el panda y el oso rosa que descansaban ahí y se los enseño.

-¿cuál quieres?-pregunto con una sonrisa. Sungmin la miro sorprendido y negó con la cabeza-¡vamos! Quiero regalarte uno, para que te acompañe en las noches, escoge uno, si no lo haces tú, te daré el que yo quiera-Sungmin rápidamente apunto al panda y la chica coloco el oso rosa en la mesa, volvió a la cama de Sungmin y se sentó en posición de mariposa y se lo entrego-ahora es tuyo, lo podrás abrazar cuando tengas miedo y él te reconfortara

Sungmin acaricio al peluche con ternura, su suave textura hicieron sonreír al peli negro. Miro a la chica que lo observaba con ternura, Sungmin se abalanzo sobre la cama y apretó a la chica sobre su pecho. _______________TN abrió los ojos al punto de que casi salían de sus cuencas, trago saliva pero correspondió con felicidad el abrazo del muchacho. Sungmin era suave a su contacto y emanaba un olor dulzón de su ropa. Sintió que su corazón saltaba de alegría por tener al chico tan cerca.

-gra...gracias-susurro Sungmin en el oído de ella, la chica se alejó y lo miro a los ojos sorprendida
-hablaste... ¡has hablado, Sungmin!-volvió a abrazarlo felizmente y este solo rio-por favor, no dejes de hacerlo nunca mas

Sungmin hundió su cara en el cabello de la chica mientras sonreía. Se sentía tan feliz, sintió que en ese momento podía tocar el cielo con las manos y aquella tormenta que se llevaba a cabo afuera, ya no importaba.

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_______________TN abrió los ojos lentamente, intento acostumbrarse a la luz que traspasaba la cortina de la ventana, sintió el calor de otro cuerpo a su lado y levanto un poco la vista. Sungmin se encontraba dormido a su lado, abrazado al panda y frente a frente a ella. La chica sonrió, le encantaba ver dormir a Sungmin, pensó que ya no existían chicos tan tiernos a los 18 años, pero Sungmin era un ejemplar raro, raro y hermoso. La chica levanto su mano y la llevo a la cara de Sungmin, con un dedo comenzó a delinear su suave frente, después acaricio lentamente las cejas pobladas de este y sintió un cosquilleo en la punta de su índice, luego bajo por todo el puente de la nariz y se detuvo en la punta de esta, acaricio sus parpados, sus pestañas, sus sienes, sus mejillas. Formaba figuritas en toda la cara del muchacho hasta que su dedo llego a los labios del chico. Mantuvo su dedo ahí, en medio de los labios en forma de corazón del muchacho, sintió como el aliento de Sungmin le helaba un poco el dedo pero era reconfortante y le causo miles de descargas eléctricas que le recorrieron todo el cuerpo. No había duda. Se había enamorado de aquel muchacho callado, tímido, que era inexperto en muchas cosas y aún vivía en gran parte en su infancia. Ella maduraría a su lado, o mejor, lo dejaría tal y como estaba, total, fue así como le robo el corazón.

Tocar el cielo...~SungminWhere stories live. Discover now