10. Reo-nee

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Capitulo anterior:

— Bien, aquí tiene el paquete que pidió el señor Imayoshi — y escuchar esa voz, su mundo tembló

— ¿Akashi-san?

— ¿Kouki?

y ambos sabían que esto simplemente era una mala jugada del destino 

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¿Como es que habían acabado en esa situación? Akashi sosteniendo un paquete y Kouki a punto de tomarlo. Si bien Akashi esta en la parte de marketing del edificio y Kouki ahora simplemente ayudaba a los editores - como el caso de Imayoshi - , nunca se imaginaron que llegaran a encontrarse

  — Kouki — se escucho la voz de Imayoshi en el lugar, y el nombrado se dio vuelta — ve a ayudar a Kiyoshi  con las ediciones que le acabo de encargar, yo recogeré el paquete — el castaño salió huyendo y el pelinegro se quedo mirando al pelirrojo

— No sabía que el ex capitán de Too estaría aquí

— Puedo sentir tu sarcasmo chico, y no te queda — le sonríe mientras se permite achinar más sus ojos que se encuentran debajo de los marcos de los anteojos — ¿Así que ayudas a Riko? — le pregunto mientras firmaba su paquete

  — Pues...es un empleo temporal, hasta heredar la empresa

— Oh, ya entiendo, bien, Akashi te dejo libre de volver con tu jefa 

y es que la historia no podría ser más cliché

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Por otra parte, la jornada termino y con ella, un cansado Kouki salió de la editorial, ese día no podía ser peor, se había encontrado con Akashi, su madre había llamado, su hermana había venido ¿que más le podría pasar?

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  —   Wow, man, you look that bad! — Loren miraba preocupada a su mejor amigo, quién tomaba una pastilla para el dolor de cabeza

  — Loren, esto es terrible ¡Lo eh encontrado en mi trabajo! Mi madre llamo diciendo para cuando me casaré y mi hermana quiere presentarme a unas chicas, moriré 

— No seas tan dramático, Koukin, ¿por qué tienes tanto miedo en encontrarte con Akashin? — la pelirrosa se sentaba sobre el sofá donde yace un castaño con la mirada al techo, este simplemente menea la cabeza en forma de negación y rápidamente se fue a su habitación — Lo-chan, ¿tu sabes el por qué?

— Pues sí— se encogió de hombros y se acerco a Momoi, bajo la voz para que el castaño no las escuchase —   Recuerdo que cuando conocí a Kouki, el siempre hablaba con Akashi, todo el tiempo hasta que mi hermano, Michael, lo obligo a salir más seguido, desde entonces mucho no se hablan, un día en un verdad o reto el comento que estaba enamorado de Sei, tiene miedo a ser rechazado, mucha faena ¿sabes?—comentó la chica de cabellos coloridos mientras se estiraba para irse a su habitación. Satsuki se quedo pensando, y es que no lo había pensado antes, con una sonrisa corrió a buscar su teléfono, tenía que llamar a alguien

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  — ¿Reo-nee? ¡Habla Satsuki!

— ¡Satsu-chan! Que alegría oirte

— Ne ne, tengo un noticion

 — ¡Cuenta, cuenta!

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La mañana siguiente, Kouki se levanto con los ojos hinchados de tanto llorar, lloraba por que se enamoro de alguien que lo lastimo, se enamoro de una persona que no le daría ni la hora, camino lentamente hasta la puerta de su habitación hasta que escucho una risa característica

Oh dios.

Abrió la puerta de golpe encontrándose con la que podría ser tranquilamente su hermana mayor

  — ¡Reo-nee! — corrió hasta el azabache tirándose en un efusivo abrazo, uno de esos que tanto necesitaba.

Reo se había convertido en una fuerte rama de la pequeña familia de Kouki, si bien Reo y Momoi cumplían su función como hermanas mayores, Kuroko y Kagami eran sus padres y Loren su hermana pequeña

pero ahora, eso no importaba.

— Kou-chan, te extrañé, ¿como te ha ido en el trabajo?

— ¡Muy bien! Pero ayer me encontré con S-Akashi  

— ¿eh? ¿a Sei-chan? Satsu-chan me dijo que él vive en este edificio

— Reo, ¿no ibas a decirle algo a Kouki?— interrumpo Loren

— Oh sí, me enteré, pillin, que le quieres incar el diente a mi bebe

— ¡REO! —  Kouki con un fuerte sonrojo le tira un cojin, mientras los tres presentes comienzan a reír

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Akashi se encontraba en su casa tomando café, ayer paso un día horrible y lo que menos quería es empezar con el pie izquierdo el segundo día, pero algo interrumpió su paz.

El ruidoso timbre de su, ya, nueva casa. Con desgano abrió la puerta

  — ¡Sei-chan! Sigues siendo igual de pequeño, ¿eh? — al ver su cara de cabreo solto una sonora risa—  Que es broma, idiota, estás más alto

— Mibuchi, que raro verte aquí

— vine a ver a unos amigos y me comentaron que vives aquí

El pelirrojo se quedo pensando, ¿había otro conocido y el no sabía?

— Pero no vengo hablar de eso, así que déjame pesar 

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Algo le decía que esto terminaría mal


Kouki, your life is strangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora