Waiting for you...

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6:00. La misma hora de siempre se presentaba acompañada por aquel ruido inoportuno de la alarma, realmente odiaba aquel sonido, pero a decir verdad a fin de cuentas ese era el único ruido que lograba sacarlo de la cama. Lo primero que hizo después de haberse sentado en la cama y haber frotado sus ojos con sus dedos, fue tomar aquella notita amarilla dejada sobre la mesita de noche y así, aún adormilado, comenzó a leer el corto mensaje que había sobre ella.
"¡Despierta! Jaja, te amo YunHo.
Volveré más tarde, iré a casa de mi hermana, volveré para preparar la cena así no mueres de hambre o quemas la casa jaja.
No olvides que te amo"

YunHo sonrió tan amplió como pudo, releyendo aquella nota, meditando cada palabra que se escribía sobre ese papel. Suspiró un poco, dejando nuevamente la nota en su lugar para así ponerse de pie mientras se giraba a ver la foto sobre la mesita de noche.
Eran ellos dos.
JaeJoong se veía reluciente con aquella sonrisa sobre su rostro y esa dulce mirada que tanto le gustaba a YunHo. Fue inevitable volver a soltar un suspiro más, no había mucho que decir, de hecho no había mucho que pensar, simplemente recordaba aquel día en que la foto fue tomada, las imagenes eran tan claras en su mente que pareciera como si estuviera viviendo nuevamente aquel recuerdo, y eso le hacía sonreír, saber que JaeJoong era el único que podía sacar una sonrisa de sus labios y al mismo tiempo el único que provocaba aquella extraña sensación sobre su pecho.

Ya de pie el hombre de tez bronceada se encamino al baño, necesitaba tomar una ducha antes de colocarse el traje y así marcharse a su trabajo.

Las gotas de agua tibia resbalaban por su cuerpo hasta trazar su camino al piso en donde terminaban uniendose a los pequeños charcos de agua que se habían formado sobre los blancos azulejos que adornaban la regadera. YunHo cerró la llave, dejando que solamente un par de gotitas lograran escapar y resbalaran por los frios azulejos que apenas y habían sido cubiertos por una fina y frágil capa de vapor.
Eran las 6:20 cuando el hombre ya estaba abotonando su camisa de cuadros azules y negros, dejando los tres primeros botones abiertos para que así su playera blanca en corte V pudiera ser vista. YunHo tomó el blazer de color gris oscuro, un tono que bien podía pasarse por negro, y se lo coloco, el tono combinaba a la perfección con su pantalón de mezclilla, pues este era del mismo tono.

Sus pies le dirigieron a la cocina, ahí tomó un vaso con agua y las llaves de su auto para marcharse. Hacia días que no desayunaba, no sentía las ganas de hacerlo y ese día no era diferente al resto por lo que solamente bebió un vaso de agua antes de salir de la casa y así poder montarse en su automóvil deportivo de color rojo, aquel color había sido elección de JaeJoong y YunHo aún recordaba las palabras que había usado el chico.

—Compremos uno rojo —. Se podía ver la emoción en su rostro mientras sus ojos analizaban los distintos autos expuestos en la agencia. El rubio trataba de tomar detalles de los puntos más basicos y sobresalientes.

—¿Por qué uno rojo? Hay miles de colores y eliges el más común —. Replicó YunHo, caminando detrás de su novio que parecía un pequeño niño en una tienda de dulces, caminando de aquí para allá, mirando todos los vehículos una y otra ves, tocandolos, tratando de ver por el interior de cada uno de ellos hasta que finalmente se detuvo frente a uno de estos. Uno rojo. Un auto deportivo de diseño bastante común dentro del mundo de ese tipo de autos.

Los autos rojos se ven más veloces, el color rojo hace que parezcan que están en llamas—. Dijo JaeJoong a su novio, acercandose a él para sujetar su mano mientras le explicaba la relevancia de ese color y porque estaba científicamente comprobado y miles de datos más de los cuales YunHo desconocía, en ese momento solamente recordaba haber sido convencido por las palabras de su novio.

Y era así como YunHo terminó comprando aquel vehículo tan llamativo, ese que ahora aparcaba en el lugar correspondiente del estacionamiento de su empresa, marcado en una placa se podía leer en ella lugar reservado para el presidente de la compañía.
Hacia dos semanas que no caminaba por esos pasillos o tomaba el ascensor, y eso era evidente al ver todos esos rostros sonrientes alegres de volver a ver a su presidente.

Es bueno verte de nuevo —. Dijo el joven secretario mientras le entregaba un par de carpetas que pronto se apilaron en el escritorio de Yunho. — ¿Estás mejor? Sabes que puedes tomarte el tiempo que necesites —. ChangMin, el secretario de YunHo, era bastante cercano con YunHo así que por momentos se olvidaba de usar los honorificos.

Estoy bien... —. Era evidente que YunHo no quería hablar y aunque ChangMin podía leer eso en el aire se sentía preocupado por su mayor pues durante las últimas semanas no había respondido sus llamadas y ni siquiera le había abierto la puerta en aquellas miles de veces que fue a visitar al mayor.

No pareces estar bien —. Murmuró, prácticamente hablando entre dientes. —Sabes que puedes hablar conmigo, desde aquel día n... —.

—Basta ChangMin —. Interrumpió YunHo, apartando su mirada de aquellos documentos, mirando al hombre que permanecía delante suyo.
YunHo lo entendía, se preocupaba por su persona, pero para YunHo eso no era razonable en ese momento.

YunHo, debes hacerlo. Mirate, ya ni siquiera sonries —. Le señaló al rostro, provocando que YunHo suspirara tan pesado que hasta el mismo viento podía ser cortado.

—Es que ya no tengo razón para hacerlo —. Dentro de esas dos largas semanas esas eran las palabras más sinceras que había dicho. —Lo extraño tanto que siento que estoy muriendo día con día —. YunHo ladeo su mirada, observando aquella foto sobre su escritorio, observando esa bella sonrisa trazada sobre los labios de la persona que más amaba. JaeJoong estaba sonriendo, sus ojos se habían dibujado en uno de esos clasicos gestos conocidos cono eye smile, aún recordaba cuando le tomó aquella foto, había sido un día antes de aquel accidente que cambio todo en su vida.
Un día antes de la muerte de JaeJoong.

In heavenWhere stories live. Discover now