Capítulo 18

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Stiles llamó a la puerta de casa de Lydia y, para su sorpresa, la que abrió fue Allison. Ni siquiera se había parado a pensar que la chica se habría quedado a dormir con su amiga, ya que había venido de visita y no tenía otro sitio donde quedarse.

-Buenos días, Stiles -saludó Allison sin apartarse de la puerta, hecho que a Stiles no le pasó desapercibido.

-Hola, Allison -Stiles se asomó por encima de su hombro y miró hacia el interior de la casa. -¿Está Lydia?

La pregunta era más bien retórica, puesto que Stiles sabía de sobra que Lydia estaba allí, más que nada porque se trataba de su propia casa y no habría dejado a Allison sola. La chica señaló con el dedo el piso de arriba.

-Se scaba de meter en la ducha -dijo, todavía sin moverse de delante de la puerta.

-¿Puedo pasar? -preguntó Stiles alzando las cejas.

Allison se mostró un poco reticente, pero finalmente se apartó y dejó que Stiles pasara al salón.

Sin Lydia delante, la impresión que Allison le había causado al chico el día anterior ahora era completamente distinta. En un principio le había parecido una chica simpática y entusiasta, incluso le había transmitido bastante confianza. Por otro lado, ahora que solo estaban ellos dos no le parecía tan amigable como la otra vez.

Stiles sospechaba que él no era del agrado de Allison, y la prueba de ello era la conversación que había escuchado a escondidas en la que esta le pedía a Lydia que dejara al chico. Ni siquiera sabía el motivo por el que le había dicho eso, pero desde ese momento su opinión acerca de la amiga de Lydia cambió drásticamente. Cuando la miraba, veía que sus ojos escondían un secreto, solo que a diferencia del de Lydia, el secreto de Allison no le inspiraba ninguna confianza.

Allison siguió a Stiles hacia el salón y se sentó frente a él en el sofá, mirándole fijamente. Aunque él no la estaba mirando de vuelta, notaba sus ojos clavados en su cara, lo que le empezó a poner nervioso. ¿No podía mirar hacia otro lado? Justo cuando se giró para encararla, dispuesto a preguntarle qué le ocurría, Allison habló.

-Stiles, creo que debes alejarte de Lydia.

El chico no cabía en sí del asombro. ¿No tenía Allison suficiente con haberle soltado la charla a Lydia la tarde anterior? ¿Ahora también se la tenía que soltar a él, un completo desconocido?

-¿Perdona?

Allison suspiró y se inclinó hacia delante, y Stiles no pudo evitar tirarse hacia atrás. No quería acortar la distancia entre ellos más de lo necesario.

-Verás, Lydia ha sido mi mejor amiga desde que tengo uso de razón -empezó a explicar la chica. -La conozco mejor de lo que ella puede llegar a admitir, y créeme cuando te digo que esta relación vuestra no va a llegar a ningún lado.

Stiles levantó mucho las cejas, incrédulo.

-Me parece estupendo que seas su mejor amiga, y no dudo que la conozcas muy bien, pero, ¿acaso crees que puedes decidir sin ni siquiera conocerme si soy o no soy bueno para Lydia? ¿Cómo puedes estar tan segura de que lo nuestro no funcionaría?

Allison se pasó las manos por la cara, frotándose los ojos. Debía de haberse imaginado que Stiles reaccionaría así, como era lógico.

-Lo sé, no te conozco, así que no debería entrometerme, pero...

-Exacto, no deberías entrometerte -la cortó Stiles.

-Por favor, escúchame -pidió Allison bajando un poco la voz. -Lydia es una de las mejores personas de este mundo, y yo solo quiero lo mejor para ella. Sé que tú también lo quieres, he visto cómo la miras, así que solo te pido que confíes en mí; Lydia y tú sois mucho más diferentes de lo que piensas, y eso solo puede llevar vuestra relación al desastre.

Sin aguantarlo más, Stiles se levantó del sofá y quedó de pie frente a ella.

-¿No crees que esa es una decisión que debería tomar Lydia?

-Ella no lo hará, no se atreve, aunque sabe perfectamente que tengo razón. Ha visto algo en ti, se ha aferrado a eso, y ahora no es capaz de alejarse, que es lo que debería.

-¡¿Por qué me hablas con tanto secretismo?! -gritó Stiles sacudiendo mucho los brazos. -Si tan segura estás de que debería alejarme de Lydia, ¿por qué no me das motivos más precisos y convincentes? Como comprenderás, no voy a dejar a Lydia porque tú tengas un presentimiento.

-No solo es un presentimiento, Stiles -Allison seguía hablando calmada, siendo él el único de los dos que había perdido la paciencia.

-O te explicas mejor o no hace falta que sigas insistiendo, Allison, porque con tus argumentos ya te aseguro que por lo menos a mí no me vas a hacer cambiar de idea.

Allison cerró los ojos largos segundos, como si estuviera ordenando los pensamientos en su mente.

-Deberías hablar con Lydia de todo esto.

Stiles soltó una carcajada de exasperación y se dirigió a la puerta del salón. Antes de salir, se volvió hacia Allison.

-Me vuelvo a casa, no hace falta que le digas a Lydia que me he pasado por aquí.

Y, sin añadir nada más, salió de allí para, seguidamente, cruzar la puerta de la casa y cerrarla de un portazo tras de sí.

Durante todo el camino de vuelta, la conversación con Allison le estuvo rebotando en la cabeza. Estaba enfadado, ya que no comprendía cómo una completa desconocida para él se hubiera puesto en plan yo conozco este tipo de relación y sé que no puede durar. Sin duda, Allison se había pasado de la raya; no tenía ningún derecho a opinar sobre lo que está bien o mal entre Stiles y Lydia.

Y lo peor de todo era la forma en la que lo había soltado todo. Si quería demostrarle que él no era adecuado para Lydia, que al menos le hubiera dado motivos sólidos para creerla. Con unas simples palabras que Stiles ni siquiera comprendía, no iba a lograr convencerle de que debía alejarse de ella. No, imposible.

Al llegar a casa se preparó algo rápido de comer y se puso una película en su cuarto. No tenía ganas ni de escribir. Un rato más tarde, sonó el móvil. Era Lydia.

-Hola, Lyds.

-Hola.

Se hizo un incómodo silencio, y Stiles pensó que la chica le iba a hablar del tema en el que Allison tanto había insistido. Por un segundo, el corazón se le paró.

-No has venido esta mañana -apuntó Lydia, sin embargo. -Pensaba que lo harías, como siempre. ¿Qué ha pasado?

Stiles se pasó una mano por el pelo y se planteó contarle la verdad, pero ello supondría sacar el tema de su relación y, seguramente, discutir sobre ello, y eso era lo último que le apetecía. Así que mintió.

-He pensado que, como Allison está de visita, querrías pasar algún tiempo a solas con ella. Hace tiempo que no os veis y me imagino que tendréis muchas cosas de las que poneros al día.

Escuchó cómo la chica carraspeaba al otro lado de la línea.

-Pues la verdad es que Ally ya se ha ido de Beacon Hills. Ha sido una visita rápida.

Stiles se extrañó. ¿De verdad Allison se había presentado allí para dar su opinión y largarse? No entendía nada, pero tampoco sentía que fuera el momento de empezar a darle vueltas al asunto o le explotaría la cabeza. Solo quería hablar tranquilamente con Lydia; de cosas triviales y sin importancia, cualquier cosa que no tuviera que ver con Allison.

Así pues, se pasaron prácticamente toda la tarde haciendo eso mismo. Stiles pudo apartar de su mente la conversación de aquella mañana y reír con Lydia como si nada extraño hubiera ocurrido desde que su mejor amiga había aparecido por la puerta.

Cuando, mucho rato después, colgaron, se durmió con una sonrisa en el rostro y su mente evocando el rostro de Lydia.

Safe and sound || StydiaWhere stories live. Discover now