You •Rock Lee y Tú• ◀Naruto Shippuden▶ [EN EDICIÓN]

Capitulo 32: Vergüenzas

— Bueno, bueno... — continué. — ¿Tienes hambre, Yasu?... — aquel asintió.

— ¿Qué es lo que quieres comer, Yasushi? — preguntó Lee sonriente.

— Nuestro abuelito... siempre cocinaba Omusubi de tomates y atún...

— Sí, lo se muy bien... — musitó Lee.

Ambos se quedaron callados, en sus miradas se apreciaba tristeza.

— ¡Mi comida favorita es Omusubi y debo debo decir que tu padre... — toda la sangre subió a mis mejillas. — ¡Quize decir... Lee, Lee sabe cocinar ese tipo de cosas! — lo último lo dije casi gritando. ¡¿Cómo pude decir eso?!.

Lee me miraba extrañado, bajé a Yasushi y salí rápidamente a tomar aire fresco.
Suspiré y me fui resbalando por el marco de la puerta.

Luego de unos cinco minutos, Lee salió llamándome, Yasushi estaba a su lado, en cuanto lo vi, el rubor apareció en mis mejillas.

— Ya... voy... — hablé agachando la mirada mientras Lee me miraba hacia abajo.

— ¿Yasushi, podrías ir a buscar a Tenten y Neji? Seguro están en sus habitaciones subiendo las escaleras. — habló Lee con voz dulce y tranquila.

Yasushi entró y a con voz entendible balbuceó los nombres de Tenten y Neji.

— ________... — aquel se agachó a mi altura y levantó mi mentón haciendo que lo mirara.

— D-Dime... — me ruboricé de nuevo, sentía el ardor en mis mejillas.

No me dijo nada durante un momento, se acercó a mi y me besó dulcemente, al separarnos lo miré de manera inocente. Lee hizo una media sonrisa y de nuevo ingresó a la cabaña. Me quedé sin nada para decir, mi rostro debió haberme delatado, al fin y al cabo, siempre lo hace. Probablemente ya lo sepa, aunque espero que lo tome como una equivocación de parte mía.

— Tenías que abrir la boca... — susurré para mí. Me incorporé y levanté del suelo para ingresar a la cabaña.

Se encontraba Lee al lado de Yasu, junto al último se encontraba un lugar vació, en ese seguro me sentaría yo.

— Lee... no tenía idea de que cocinaras. — sinceró Tenten. — Supongo que no quisiste desperdiciarlo con nosotros. — bromeó y todos rieron.

— Gracias, Lee... — agradeció su pequeño hermano, quien tenía una mirada de alegría y franqueza. Apenas me vio, no tardo en sonreirme y hacerme una seña para que ocupara el asiento a su lado. No dudé en hacerlo, probé un poco de mi almuerzo, esto hizo que me atrajera el sabor para continuar.

— Ahora... — dije, todos voltearon a verme y prestaron atención. — ¿Por qué es que se despiertan tan tarde?... — pregunté dirigiéndome a ambos desprevenidos que me miraron con sorpresa.

— Es solo que... — continuó Neji. — No podíamos dormir anoche.

— Que coincidencia... a sí que ambos no podían dormir anoche ¿No? — reí mientras jugueteaba con mi cabello.

— Bueno, esas cosas pasan... — rió Tenten bastante nerviosa mientras se desordenaba el cabello de la parte de atrás de la cabeza. Neji asintió y de vez en cuando volteaba a ver a la chica de pompones. Suspiré y di una media sonrisa.

— Yasu... ¿Te gustaría salir conmigo? — pregunté amablemente.

— P-Pero... ya estás saliendo con mi hermano... — yo reí un poco ante este comentario.

— Me refiero a salir, a conocer un poco sobre la Aldea. — sonreí dulcemente. Aquel asintió algo apenado y Lee lo abrazó rodeándolo con un brazo.