9.-La marca

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-Alessandra, maldita sea jamas vuelvas a hacer eso me escuchaste!-sentada en la cama de la habitación asignada asentí aun con la mirada e el piso-Se que todo esto te parece loco y fue mucho por un día pero el Clan nos esta vigilando, y con tu salida inesperada nos tienen en la mira

-Lo lamento-mi voz se quebró y mordí mi labio inferior para evitar que un sollozo saliera de mi boca, Sebastian suspiro y se coloco de rodillas frente a mi, lavantó mi mentón con sus dedos y lo mire directo a los ojos

-Se que lo sientes Alessandra y perdón por gritarte, pero si el Clan nos vigila de cerca destruirá nuestro campamento, Aqua tenia su campamento pero al estar con Kenneth lo destruyeron, al igual que el de él. Me pidieron ayuda y yo les di un espacio a los sobrevivientes y a ellos, el Clan no pudo hacer nada ya que mi padre hizo un acuerdo ,pero si hacemos algo fuera de las leyes no se lo que ellos podrían hacer o tal vez lo que te podría hacer a ti-pego su frente con la mía y mi corazón se detuvo. 

-Entre en pánico, te prometo que no lo volveré a hacer,no queria ocasionar problemas-le conteste sintiendo un presión en mi pecho, ahora me sentía peor, puse en peligro a una comunidad entera solo por que creía que nada de esto era real.  

-Eso esperó-murmuro y camino hacia una puerta blanca que supongo que era el baño mientras se desabrochaba los botones de la camisa, cuando la puerta se cerro tras él

Mire alrededor y me di cuenta que la habitacion era muy grande, tal vez hasta un poco mas que la mía en la cabaña. Aun que esta habitación era un poco mas oscura.

Las paredes estaban tapizadas con un color guindo con unas hermosas figuras poco notables, la cama era de sabanas de seda color negro y el edredón era color vino, había un centenar de almohadas decorativas y supuse que tenia que dejarlas en el ataúd de madera en el que esta sentada.

También había un sillón y una mesa baja, una cómoda de madera y arriba de esta habían sólo tres libros apilados de forma desordenada, junto a un candelabro con tres velas apagadas.

Ademas en la esquina de la la pared había estaba un closet color negro, me acerque para poder abrirlo, estire mi mano.

-¿Que haces?-la voz de Sebastian hizo que saltara y soltara un pequeño grito, dandome la vuelta rapidamente para poder verlo.

Fue una mala idea, estaba sola con una toalla alrededor de su cintura y esta le colgaba de las caderas dejando ver una muy marcada "v" pero lo que me sorprendio fue la marca de los cuatro elementos en todo su pecho, parecia que estaba un poco rojiza, casi como si se la hubiesen echo hoy.

-¿Alessandra?-su voz hizo que saliera de mis pensamientos y lo mirara con la cara roja.-Te he echo una pregunta 

-Yo solo...amm, queria ver si había una pijama o algo asi, el vestido me esta comenzando a molestar-mentí, bueno en realidad medio-mentí ya que estaba ya muy incomoda y cansada y lo uníco que queria hacer era quitarme el vestido.


-Estan en aquella cómoda-señalo hacia la que hace algunos momentos miraba 

-Oh gracias-mumure y me acerque a esta, al abrir el primer cajon me encontre con varios camisones unos mas reveladores que otros. 

Pase mi mano por estos y me encontré uno echo de encaje rosa pastel, era lindo, pero rapidamente lo descarte, era demasiado revelador asi que solo tome un camisón de seda color lila con una bata igualmente de seda pero esta era color negro.

Tengo la ligera sospecha de que este lugar lo utilizan como un "nido de amor", pero lo descarte de inmediato al fijarme en las etiquetas a un puestas, y bueno como era de esperarse ambas cosas eran de Victoria's Secret, nunca había tenido una prenda de esa marca y solo las conocía gracias a que Emma tenia un montón de prendas en su armario. A veces la compadecía , era la unica de nuestra categoría que tenia que recibir a los hombres que llegaban a buscar esposas, algunos eran realmente viejos, recuerdo una vez que pase por la sala asignada para la visita, era tarde pero me había logrado escabullir a la cocina para tomar una manzana, un hombre cerca de los 60 acariciaba a Emma de una forma extraña, y aun que ella le sonreía había lagrimas en sus ojos.

Esa noche,cuando ella regreso al cuarto lloró, tal vez pensó que no la escuchaba nadie, o tal vez lo sabia pero tambien sabia que ninguna era capaz de mirarla con compasión al día siguiente.

Y tal vez, tenia razón.

Supongo que de alguna forma sufría a su manera. 

-¿Alessandra?- la voz de Sebastian hizo que saliera de mis pensamientos y volteara a mirarlo por encima de mi hombro, no pude evitar mirar las marcas en su pecho. El signo parecía echo tan recientemente 

Entonces recordé, llego a la mesa acalorado, con la camisa mal acomodada y con un humor terrible. Tambien recorde las marcas en la espalda de las chicas, y ahora tenia sentido el por que los dos vestidos que Rose había escojido para mi tenían la espalda descubierta.

-¿Alessandra, todo bien?-pregunto frunciendo el ceño,mirando en mi direccion, lagrimas llenaron mis ojos al descubrir lo que habia echo por mi, no tenia palabras, pero aún así respondí  

-Todo perfecto


Nacida Para Él. [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora