Ámame como al chocolate.

Capítulo 3.

Llegaba exactamente a la hora de salida, a lo lejos vio al castaño. Salía del edificio en compañía de Xiumin, su mejor amigo. Venían platicando de algo y reían a la par, pero sus ojos no podían dejar de observar al menor. Tenía una hermosa sonrisa y unos delgados, pero carnosos labios rojos. Desde hacía casi ocho meses se habían conocido y hablado por primera vez. A estas alturas sabían casi todo uno del otro. Con el transcurso de los meses Sehun fue confiando más y más en el moreno.

Cuando lo conoció era demasiado extrovertido, serio, callado y desconfiado. Ahora era todo lo contrario gracias a él. Descubrió en él a una persona maravillosa y única. Ante los ojos de cualquier persona parecían una pareja real, siempre estaban juntos, salían y se divertían, aún sin serlo. Se llevaban perfectamente bien y congeniaban en todo. Kai se sentía en verdad atraído al castaño, vamos, quien no se sentiría así? Se sentía muy bien a su lado, eran grandes amigos, salían a pasear, iban al cine, se reunían con los amigos del moreno y salían a alguna fiesta o algún club por la noche durante un fin de semana.

Sehun se llevaba muy bien con los mejores amigos del mayor, sobre todo con Chanyeol. Kai algunas veces llegaba a molestarse por la atención que le dedicaba el más alto y más cuando Chen tiraba indirectas al castaño sobre su persona haciéndolo apenarse, a las cuales parecía no tomarles importancia.

El pelinegro sabía lo cariñoso que podía llegar a ser Sehun. Él lo comprobaba muy seguido. Él era la única persona con la que el castaño era así y eso lo hacía sentirse especial para el menor. No podía negar que Sehun le gustaba, no se lo había dicho a nadie, pero eso era más que obvio para sus amigos y a veces se burlaban de él por eso. Si no se había confesado a Sehun, no era por miedo, lo que pasaba era que él no era de relaciones serias, y si llegaba a tener algo con Sehun debía serlo.

Tampoco era que el castaño no lo valiera, claro que merecía tener algo serio con alguien, Sehun no era alguien al cual no tomar en serio, necesitaba tener a su lado a alguien que lo amara, que lo protegiera y cuidara de todos y de todo. A él le gustaría ser esa persona, él podría ser la persona que el menor necesitaba pero sentía no ser lo suficientemente bueno para el menor. Qué, si pasaba lo de siempre cuando comenzaba a salir con alguien? Qué, si al principio todo fuera de maravilla y después poco a poco fuera disminuyendo el interés y el sentimiento hacia él? No soportaría hacerle daño de ninguna manera, Sehun era demasiado especial para él y siempre estaría ahí cuando lo necesitara.

Había salido con algunas personas sin que el castaño supiera, continuamente recordaba el rostro de Sehun cuando la primera vez que salieron de fiesta lo vio besarse con una chica. Vio en su rostro desilusión, coraje y tristeza; algo que no quería volver a ver nuevamente en él. Quería verlo siempre feliz y sonriendo. Y así lo había hecho hasta ese momento.

El castaño cada vez estaba más cerca de él y entonces vio que otro chico se acercaba por detrás de él y pasaba su brazo sobre los hombros y espalda. Lo vio detenerse y tensarse inmediatamente, su sonrisa se desdibujo de su rostro y su mirada bajó hacia el piso. El otro chico le decía algo muy de cerca. Xiumin tomó una de sus manos y entonces lo miró. El más bajo le dijo algo al chico que logró soltarlo, pero sin alejarse de él.

No supo en qué momento sus pies comenzaron a moverse, pero ya se encontraba a pocos pasos de ellos. Se detuvo frente al menor y se acercó a él.

- Hola cariño.- le dijo sonriendo rozando levemente su mejilla izquierda con sus dedos y después dar un beso en la otra.

Sehun lo miró y sonrió. Sintió su estómago revolverse ante lo que le provocaba verlo sonreírle de aquella manera que sólo era para él.

- Estas listo? Nos vamos chicos?.- dijo mirando al castaño y al Xiumin. Ambos asintieron sonriendo y dejaron ahí al otro chico.