diario íntimo

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narrado en primera persona. disculpen si no es muy bueno o incorrecto, no estoy acostumbrada a este tipo de narración ;-; no es mi estilo B) 》

Tenía un diario íntimo. Nada extraño ni anormal. Era una manera común de desahogarse en cualquier adolescente, era un hombre, sí, pero seguía siendo algo normal.

En esas páginas yo escribía todo lo que vivía. Todo. Sin excepciones.

Amaba escribir. Amaba poder expresarme en escrito lo que no podía decir con palabras. No había detalle que se me escapara a la hora de plasmar en papel todo lo que sucedía en mi vida.

Tenía diecisiete años, era el estudiante más popular en el colegio y todos me adoraban; era casi un Dios. Ser el centro de atención era pan de cada día. Sabía lidiar con mis fanáticos como el profesional que era, pues mi experiencia se debía a haber sido siempre amado entre ese ambiente.

Era castaño natural, claramente. Delgado, porque tener unos kilos de más no me lo permitiría nunca. Ojos verdes de mirada profunda, penetrante, filosa. Era alto, más que el promedio de mis compañeros.

Mi nombre es Marcel (de ahora en adelante sólo Harry porque se me antoja que me llamen así) tenía a muchísimas personas haciendo fila para salir conmigo, o para tener aunque sea una mínima posibilidad de hacer notar su existencia. Y muchísimas, eran realmente muchísimas.

Pero a mí no me importaban todas esas personas.

A mí no me salía amar, pensaba que no estaba en mi naturaleza. Pero eso no me hace una mala persona, ni alguien sin corazón. Yo simplemente era así.

Sentía aprecio y cariño por algunos, pero la palabra amor iba más allá, mucho más lejos y profundo. Y si me ponía a razonar, no podía decir con certeza si una vez amé a alguien (mi familia no cuenta, esa es otra clase de amor)

En fin. Así era Harry, el Dios, el amado por todos.

—No pienso ir a la fiesta— dije. No era algo que el más popular de la escuela diría, pero yo era diferente.

Mia enarcó las cejas dejando en claro que no me creía.

—¿Por..?

—Ed parece como de cinco años, seguramente no habrá ni alcohol. Paso.

No es que me gustara tomar demasiado, de todos modos. Era que... tenía la cabeza en otro lado, no estaba de ánimos como para fiestesitas de niños inmaduros y artificiales.

—Definitivamente no conoces a Ed— rebatió mi amiga, sonriendo. Se acercó un poco más y me tomó por el antebrazo, arrugándome la camisa blanca. —Habrá alcohol, vamos ¡vamos!

Me sacudí del agarre de mi y suspiré. Si lo pensaba bien, no era mala idea, quizá así dejaría de torturarme por culpa de...

—El profesor Malik irá... o eso dicen.

Bien, Mia definitivamente me conocía.

—Estaba por decirte que sí de todos modos— dije de manera causal, acomodando mis gafas en el puente de la nariz para ocultar el sonrojo.

Porque que yo no era de amar, pero sí de otras cosas emocionantes. Como tener el objetivo de seducir al profesor más perfecto que jamás haya tenido en mi jodida vida casi perfecta.

—Claro, como no.

Ignoré a mi amiga y me arreglé como pocas veces solía hacer. Tenía una fiesta a la cual asistir y dejar impactados a todos con mi presencia.

Mis ojos libres de las gafas iban de un lado a otro, inspeccionando el lugar. La casa del bobo de Ed no estaba mal, nada mal la verdad. Había personas por todos lados, música muy fuerte y alcohol por todos lados... era un desastre, pero un desastre al que ya estaba acostumbrado. En las fiestas a las que me solían invitar sacaba mi lado sexy, o mi lado "Harry" como yo decía, dejando a Marcel para el colegio. La primera vez había impresionado a todos con mi look y de ahí se debía mi actual popularidad. En un mundo de superficialidad debes actuar como tal para ser aceptado y yo ya estaba más que aceptado en ese mundo.

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⏰ Last updated: Feb 03, 2016 ⏰

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