WE'RE THE STARS ▬ Fairy Tail

Capítulo 2: Pesadillas

" Las visiones eran su oscuridad durante el día. Las estrellas, su luz durante la noche"

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Capítulo 2: Pesadillas

Rasguñó como pudo los puños que la asfixiaban, pero esto sólo logró que la fuerza de ellos se acentuara todavía más. Sintió cómo le faltaba el aire y cómo su cuerpo entraba en modo de defensa, logrando que sus ojos se pusieran acuosos. Intentó lanzarle una patada a su atacante, sin embargo, Natsu la levantó del piso y los pies de Lucy quedaron colgando.

El chico gruñó. Estaba ejerciendo tanta presión que algunas venas se marcaban en su frente, cuello y brazos. Podía ver la furia reflejada en los ojos de aquel chico, que al parecer no tenía intenciones de parar. Pudo sentir como su garganta estaba seca y se cerraba.

Lucy comenzó a ver borroso, mientras la fuerza de sus músculos cedía. Abrió los puños y recostó las palmas de sus manos sobre el dorso de las del muchacho. Como consecuencia, las mangas de su jersey se bajaron y ella sintió el aire rozar sus brazos al descubierto.

"¿Así es como voy a morir?" pensó.

Ya había pensado millones de veces en la muerte. Sin embargo, en todos sus pensamientos, ella se veía envuelta en sangre, tal como le sucedía luego de una visión. Como si fuera una broma por parte del destino, moriría asfixiada.

Rotó su cabeza como pudo, soltando el aire entrecortado, para mirar las estrellas, deseando que esa fuera su última mirada de aquel horrible mundo. Se imaginó siendo liberada del peso en sus hombros. Sin un "¿por qué?" atascado en su garganta.

Pensándolo bien...
Ella no merecía estar viva.

¿Y si se convertía en parte de aquellas constelaciones que tanto amaba?

Morir...
Ya no le importaba.

De hecho, se dio cuenta que una pequeña parte de ella quería partir. Tal vez es algo que hace años había deseado, y nunca había tenido el valor por hacerlo. Lucy fue consciente de lo rota que en realidad estaba, y de lo poco que le serviría luchar. Simplemente, se soltó.

Sonrió, a la vez que unas lágrimas caían por sus mejillas.

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Natsu miraba fijamente el cuello de aquella chica y cómo la fuerza de ésta disminuía.

Ella pagaría...
Pagaría por todo.

La odiaba tanto.

Tal vez había perdido la cordura, pero ya no era prudente en lo que hacía. Sólo pensaba en una cosa: venganza. ¿Se arrepentiría? No lo sabía.

Al sentir una tela rozar su piel, Natsu corrió su mirada del cuello de la chica hacia sus muñecas y, de manera automática, el tono de su piel se puso blanco rápidamente.

"¿Eh?"

Vio los cientos de cortes y cicatrices recorrer su piel. Profundas, abiertas, cerradas.

Eran demasiadas.

Se imaginó la sangre que salió de ellas; litros y litros de sangre.

Espantado, miró a la rubia que, silenciosamente, estaba llorando.

Un recuerdo llegó a su mente y Natsu quiso vomitar.

"Oh, mierda."

Natsu la soltó de repente, provocando que ella cayera al suelo y golpeara su espalda. Como acto reflejo, Lucy comenzó a inhalar y exhalar aire de manera desesperada, llenando sus pulmones de oxígeno. Sentía que sus ojos iban a salirse de sus cavidades y sintió un ácido subir a su boca.