Detención parte 2

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A la mierda, terminaré lo que empecé :V
Seguiré la historia y, gracias...

Corría por todo el pasillo para llegar a tiempo, esperen... ¿Yo dije eso?

Veía una puerta abierta cada siete bebederos, y si, confundí el salón más de siete veces.
Chequé mi reloj
«12: 00»
¡Diablos!
¡Voy a...! ¿Llegar temprano?
¡Dios mío esta no soy yo!

Me detuve en un casillero para tomar un leve descanso, di una bocanada de aire y seguí mi camino, sólo que esta vez más despacio.
Me puse a pensar en lo que ha ocurrido esta semana y vaya, me encanta. Sin quererlo sonreí como tonta por un par de segundos al acordarme de Goten...
Mi amigo...

Aun que, ciertamente me deja con pendiente el pensar en Sora. Esa tipa de seguro ya le había echado el ojo a Goten y no dudo que trate de "asecharlo"... Pero Goten no es tonto, a decir verdad creo que es demasiado listo como para caer en su trampa.
Pero bueno, hablamos de Sora, ella lo puede todo -lamentablemente- con un chasquido de dedos, la escuela ya anda tras ella.

Sacudí mi cabeza tratando de olvidar eso, pero ahora otro tema me venía a la mente...

Vegeta Brief.
Ese profesor sí que era un caso. Para empezar, la primera vez que lo ví llevaba un traje poco usual.
Ese mismo día hubiéramos discutido de no ser por la aparición de la Señora Bulma, que por cierto conoce a mi hermano.
Y justo ahora me acaba de mandar a detención. Qué pequeño es el mundo, ¿no?.

Toqué tres veces la puerta ya que estaba emparejada, pero no obtuve respuesta. ¿Si es este el salón?

Bueno, lógicamente un maestro debe hacerce presente en el aula de castigo. Pero creo que esta era la excepción.
Entré y me senté en el primer pupitre que había... En el rincón.
Había recordado que el Lunes, cuando Goten fue al baño, dentro de la pequeña apertura de la mesa agrietada -pero de suficiente tamaño- escondí una cápsula.
Mi hermano me llama paranoica y es que a veces prefiero hacer este tipo de cosas antes de colocar uno de estos chismes en mis bolsillos;
¿Y si la activo sin querer cuando vaya caminando?
No quisiera tener una mini explosión dentro de mis pantalones.

Presioné el botón y lancé la cápsula al cielo, de esta manera atrapé las muñequeras que estaban dentro.
Era un regalo de mi hermano, desde que era pequeña practico Artes Marciales y, el año pasado en mi cumpleaños, Jeremy me regaló estas muñequeras con peso propio. Así, podré entrenar dignamente cuando quiera.

Estiré mis brazos un poco y ajusté el peso.

- 60 kilos serán buenos para empezar.

Comencé tirando puños derechos al aire, tratando que no se fueran para abajo.
Hasta que un rechinido me distrajo.

- Qué haces aquí.

Vegeta estaba recargado en el marco de la puerta.

- Y-Yo... Usted me dijo que...

- ¿Entrenas?.

- ¿Qué?

Miré mis brazos y rápidamente me quité las muñequeras.

- Huhh, supongo que sabes por qué estás aquí así que vayamos al grano- Entró y se sentó en el escritorio- ¿por qué hiciste eso?.

Me preguntó. ¿Hacer?... Ah, Sora.
Claro.

- Yo... Lo siento.

Me disculpé bajando la vista.

- No, no. Te pregunté por qué.

Meneó la cabeza sin dejar su tono rudo.

- Yo... Ella...
Huhh, estallé y... Sólo pasó...

Suspiré y me senté en la silla de la mesita.

- Así que sólo pasó...- Quitó su vista de la ventana y caminó hacia mi.
- Te doy un consejo, si quieres tirar golpes perfectos- Tomó mis brazos y los puso en guardia - Imagina la cara de esa mocosa.
Ahora vete.

Me desconcerté, en un minuto hablamos de mi comportamiento y en otro me da un consejo y luego me corre...
¿Qué rayos?
¿Será que se le olvidó lo que pasó?
Ya saben, lo del primer día.

Ahora sé que, lo que me hizo actuar de esa forma es la intriga. La intriga que siento por él -Y no de la forma que piensan -.

















Lamento que esté algo corto...

Maestro.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ