CAPÍTULO 4.

906 88 13
                                    

(Narrado por Tn)

Regreso a casa con la mente hundida en cuestionamientos e ideas absurdas. Alex al decirme el nombre de su acosador, me sorprendí bastante. No sabía qué me iba a decir su nombre, ya que, normalmente uno no sabe el nombre de la persona que te hace sentir incómoda. Le pregunté si también, de casualidad, sabía su apellido. Asintió, pero se negó a decírmelo. Me dijo que, si me decía su apellido, iba a odiarla de por vida. Lo único que me dijo es que inicia con B. Se me ocurren varios, pero no sé cuál sería realmente. Tengo pensado en llegar a casa a investigar, pero no sé. Sería meterme nuevamente en problemas con la ley, y de verdad que estoy bastante cansada de eso y no quiero volver a vivirlo. Suspiro y llego a casa finalmente. La puerta estaba sin llave. Ahora con escuchar todo eso de William, no sé si es seguro entrar. Mi corazón late con muchísima fuerza, mientras abro la puerta. Voy pensando en qué hacer en tan corto tiempo si llega a ser ése hombre. Con tan solo ver a la persona que está dentro de la casa, me relaja bastante.


- ¡_____! – Dice Vincent, al verme. Se acerca a mí y me abraza repentinamente. Yo, bastante extrañada por su presencia aquí, le correspondo el abrazo. – Llegué a casa, y me preocupé bastante al no verte.

- Vinny, yo me estoy preocupando porque estés aquí. ¿No deberías estar trabajando? – Pregunto, bastante confundida. Él solo sonríe.

- Al parecer se les olvidó avisarme que hoy me dieron un día de descanso. De todas formas, pude terminar unas cosas y regresar. – Me responde, dándome un beso. – Bueno, ¿Y dónde estabas? ¿Saliste a caminar?

- Esa era mi idea, pero me encontré a Alex en el camino. Tomé un café con ella, y te voy avisando que seremos tíos en unos meses. – Al decir esa noticia, Vincent se sorprendió bastante. Con el paso del tiempo, le tomó algo de cariño a Alex, no como yo, pero la quiere como si fuera un familiar muy especial.

- Oh. No me esperaba eso. - Sonríe.

- Ya no recuerdo lo que se sentía estar embarazada. Pero era lindo. – Aclaro, tocando mi estómago con una mirada nostálgica, al recordar el momento cuando me enteré de mi embarazo.

- Si quieres te puedo dar otro hijo ahora mismo. – Propone Vincent, con una sonrisa pícara. Yo solo le niego esa propuesta con una sonrisa.


Me siento en el sofá, y agarro un libro que había dejado a medias el día de ayer. Varios alumnos saben que me encanta leer, y me regalan varios libros. Hay veces en las que me preguntan que me parecieron, y comienzan a hablar conmigo durante los recesos sobre ello. No sé porque les gusta pasar tiempo conmigo, que soy una adulta, y ellos son jóvenes. No los entiendo, pero es algo bueno saber que me puedo llevar muy bien con los adolescentes. Continúo mi lectura, mientras Vincent toma asiento a mi lado, y suelta un suspiro largo. Volteo con él, ya que ese suspiro me preocupó un poco.


- ¿Te preocupa algo, amor? – Pregunto.

- No. Nada. Solo que últimamente el trabajo ha estado pesado, que ya ocupaba este descanso. – Me dice, sonriendo. - ¿Hay algo que me quieras contar? Cada día te pasa algo interesante, aunque no vayas a trabajar. – Continúa, ganándose mi atención.


Sí que tengo algo que contarle, pero no sé si sea correcto decirle sobre ese acosador. Tal vez y pueda arruinar todo en cualquier punto. Pero si es un acosador, que al parecer podría haber trabajado por Leonardo... Es algo grave, y siento que contribuye con nosotros por alguna razón. Cierro el libro y volteo con él. Le digo que hay un problema bastante grave, causando que se confundiera y se preocupara al mismo tiempo. Le cuento que Alex está siendo acosada, y todos los detalles que me dio en su momento. Vincent me pregunta si es que sabe, de casualidad, como se llama, o al menos su apodo, y le digo que sí. Al decirle que se llama William, y lleva un apellido que inicia con la letra B, se ha quedado inquieto. Como que, al escuchar el nombre de William, le causa temor. Se le nota en sus ojos blancos que se ha impresionado de una manera que no es normal.

El asesino del cual me enamoré: El sabor de una dulce venganza.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant