Confesión.

1.4K 81 21
                                    


(O de cómo una niña de 14 años se me declaró sin ningún tipo de escrúpulos)


— Creo que me gusta tu hermano.

Albus Potter dejó de hablar para mirar fijamente a su amiga y acto seguido, comenzar a reírse. A su lado, James Potter, dicho hermano, la miró asombrado. No estaba sonrojada, ni nerviosa ni ningún tipo de reacción normal en una chica de catorce años que acababa de declarársele a uno de quince.

— ¿Qué? — James no pudo evitarlo y tuvo que soltar esa pregunta, acompañada de una mirada de confusión.

Ella tardó unos momentos en contestar, mientras lo miraba detenidamente, sin dejar pasar ni un detalle. James realmente se estaba incomodando. Era lo que se había dedicado a hacer durante los últimos diez minutos de charla con Albus, solo que él no había notado la mirada de la chica.

— Sí, creo que me gusta tu hermano, Albus. — esta vez, no miraba al mayor, sino a su amigo, totalmente segura de lo que decía y con la cabeza en alto, casi orgullosa. El chico volvió a reír, pero esta vez no tan escandalosamente.

— Es por su aire de bad boy, ¿No? — preguntó el Potter menor, sin sorprenderse un ápice de la frescura de su amiga.

— Si, puede ser — miró nuevamente al chico en cuestión, para asegurarse de lo que diría a continuación — Siempre tuve debilidad por los chicos malos y un buen culo.

— Vuelvo a repetir, ¡¿Qué?! — los ojos del castaño-rojizo se habían abierto aún más luego de esa última declaración.

— ¿No es muy inteligente, no? — se extrañó la chica, volviendo a echarle una miradita, pero dirigiéndose a Albus, no a James. — Ni que estuviera hablando en otro idioma.

— A veces lo haces — acusó Albus, sin perder su sonrisa. La situación le resultaba de lo más divertida.

James Potter sinceramente no podía creer lo que le estaba pasando. Le había pasado - dos veces exactamente - que una niña de cursos inferiores viniera y se le declarara. Sus padres eran conocidos y por lo tanto, eso atraía la atención del resto. Claro que nunca como esa chica lo había hecho, tan naturalmente. ¡Que ni siquiera estaba sonrojada, demonios! ¿Qué le pasaba a esta nueva generación, que soltaba las cosas con tanta frescura? ¿Cómo si decirle a un chico que te gusta no fuera la gran cosa?

— Solo cuando estoy enojada o muy emocionada — se defendió la chica, ignorando completamente al mayor, que estaba estupefacto.

— Lo haces y es realmente exasperante.

— ¿Podrían, por favor, dejar de ignorarme? — Finalmente, James Potter había recuperado la compostura y miraba tanto a su hermano como a la amiga de éste. La chica lo miró directo a los ojos, sin siquiera inmutarse.

— Ey, Emma, ¿Podemos hablar?

Un chico de quinto, compañero de James, se había acercado a la morena, acaparando toda su atención.

Antes de que alguno de los dos Potter pudiera decir algo, la chica se estaba yendo, con su pelo suelto y la pollera, estaban seguros, varios centímetros más arriba de lo reglamentario.


*****

Este es un fic que escribí hace... varios años. Es algo tonto pero le tengo cariño. Fue la primera historia que logré terminar y tiene de protagonista a mi Potter favorito: James Sirius.

Si les gusta, por favor déjenme un comentario. Y si están interesados, pueden visitar mi perfil y ver otras de las cosas que escribo (Peligrosamente Weasley's es más madura, creo yo, y si les gusta la tercera generación, les gustará)


Volviendo loco a James SiriusWhere stories live. Discover now