Whatsapp. Ross Lynch y Tu. (Editando)

Capítulo 25

Estamos todos en el velatorio. Me coloque un vestido negro que me había dado mi mamá en navidad. Todos en la sala estaban destrozados. Yo estaba sentada al lado del ataúd de mi madre. Este estaba apoyado en una mesa.

Mi papá estaba afuera, el no podía soportar estar aquí.

Ross no me llamo. No me envió un Whatsapp, no hizo nada. Me sentía decepcionada. En un momento tan horrible como este me dejo de lado. La impotencia que me daba era increíble.

Haciéndose llamar "mi amigo" y en un momento como este, no esta cuando lo necesito. Incluso hice que hable con ella, al parecer no significo nada para el a mi parecer.

En un momento se me acerca Axel, un amigo de la infancia. Se sentó al lado mio y me miro con compasión.

-Lamento tu perdida.-dijo este. Asentí.

-¿Que haces por aquí?-le pregunte sin mirarlo.

-Vine solamente a darles el pésame a ti y a tu padre. También por que ella fue alguien muy importante para mi. Fue como una segunda madre.

La madre de Axel lo abandono a los 6 años de edad. Aun recuerdo cuando era pequeño. Y venia todos los días a mi casa. Y mi madre lo recibía con los brazos abiertos, y lo ayudaba con la tarea. Veo que en verdad significo demasiado para el. Hace mucho que no lo veo. Lo mire finalmente, y si. Cambio bastante.Recuerdo que yo era mas alta que el. Y ahora el es mucho mas alto que yo.Y se nota que estuvo haciendo ejercicio. Y estaba muy bonito. Es justo como el me decía de niño como iba a ser. Alto, lindo y forzudo. Como todo un superheroe.

-Has cambiado. -Dije finalmente.-¿Que te paso superman?-El sonrió.

-He estado yendo mucho al gimnasio. Hago natación aparte.

-Si que estas cumpliendo tus sueños.

-Si la verdad. Y todo gracias a tu madre.-Me sorprendí.

-¿Como que fue gracias a ella?

-Ella me estuvo ayudando con el pago de las clases. Me entere recién el mes pasado.

-No creí que ella fuera capaz de eso.-Dije sorprendida.

-Por eso vine hasta aquí. Nunca pude agradecerle lo suficiente.

-Increíble.

-Perdón por no visitarte, soy tu hermano. Y la verdad me hubiera gustado verte.

El y yo nos hacíamos llamar hermanos. Literalmente, eramos tan unidos que nos parecíamos como hermanos. Pero para mi lo sigue siendo. El siempre va a ser como mi hermano.

-No importa, estabas ocupado.

-Si yo solo hubiera....-se corto su voz y estaba comenzando a llorar.

-Tranquilo. -dije también entre lagrimas. Y lo abrace. -¿Cuantos días te quedaras?

-Me quedare una semana. Así que, como quiero que pases esta semana. Voy a molestarte como cuando teníamos 12.

-Gracias.

-Bueno, me tengo que ir. Nos vemos mañana en el entierro.

-Esta bien.

Nos paramos y nos abrazamos, lloramos un buen rato. Y luego se despidió y se fue.

Rato después, mire el ataúd abierto, mi madre lucia hermosa, siempre lo fue. Varios familiares pasaban por mi lado, y me decían que lo sentían. Que debía ser fuerte. ¿Pero como? Perdí lo mas preciado que tenia en esta vida. En un momento, alguien poso su mano en mi hombro. Esta era grande. Pero podría reconocer de quien era.. Pero me negué a creerlo, era imposible. Me voltee a verlo. Y si era el.

-Lo lamento, no te hable antes, por que tome el primer vuelo para verte. Y decirte que todo estará bien.-Era Ross, mirándome con lagrimas en los ojos. Todo lo que había pensado sobre el. Estuvo realmente mal.

Todo lo que pude hacer fue abrazarlo realmente fuerte. Y llorar.