CAPÍTULO 40

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Gigi: por favor lean la nota del final cuando terminen de leer.

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CAMILA POV

Entrar al lugar el cual fue mi hogar durante todos estos años no era fácil, acá encontré la paz que busque en diferentes lugares y personas y ni una de ellas me lo dió. Es dificil decirle adiós a la única cosa que por mucho tiempo hiciste bien.

Caminar por el pasillo de este hermoso templo y sentir la paz que recorre mis venas me hizo darme cuenta, aunque duela que era el momento de partir, que era momento de cerrar puertas que no deberían seguir abiertas.

-¿Estás lista? - me preguntó Hailee cuando nos encontramos en la entrada del templo.

-Creo - dije mirando por última vez este lugar.

-Si no estás segura....

-Sí, lo estoy - la interrumpí - si no es ahora no será nunca -ella sonrió.

-Llamé a un taxi y llegó hace 2 minutos.

-Vamos que nuestro tiempo en este hermoso lugar llegó a su fin.

Caminamos con las maletas hacia el taxi, las colocamos en la parte atrás de este y nos subimos en dirección al aeropuerto.

-No sé cómo lo haré en Chile.

-¿Por qué?-pregunté.

-No sé hablar Español - sonreí.

-Digamos que tienes suerte, soy mitad mexicana y mitad cubana... Así que si sé hablar español.

-Eres como un ángel caído del cielo.

-No creo que sea para tanto - nos quedamos algunos minutos en silencio.

-¿A dónde piensas ir cuando lleguemos?

-A un hotel y dormir - Hailee no aguantó la risa - ¿De qué te ríes?

-Me he dado cuenta, en todo este tiempo que te he observado, que amas dormir.

-Y comer, leer, componer música, cantar, tocar guitarra.

-Deberíamos crear un dueto y hacernos famosas - sonreí - no sonrías así y no te lo digo de broma.

-¿No?

-No, cantó muy bien. En el lugar que fuese era yo quien siempre me encargaba de hacer presentaciones, ya sabes... En casamientos u otras fiestas importantes.

-Deberías cantarme algo.

-Cuando lleguemos a Chile.

Llegamos al aeropuerto y mientras llegaba nuestro vuelo decidimos dar una vuelta por las tiendas. Entre a una tienda de tatuajes y saqué algunas fotos de los tatuadores haciendo su trabajo.

-¿Quieres uno? - me preguntó una chica con el cuerpo cubierto de tatuajes.

-A decir verdad lo estoy pensando, creo que China se merece un tatuaje - ella sonrió.

-¿En cuánto sale tu vuelo?

-En una hora y media.

-Podemos hacer algo pequeño pero simbólico.

-Sí, ¿por qué no? - miré su cuello y tenía un tatuaje de pequeñas ramas saliendo de su lado izquierdo y en cada hoja tenía una gota de lluvia - quiero ese que tienes tú - la chica sonrió - pero... No ahí sino en las costillas.

-Lindo lugar.

Me saqué la polera y me acosté en la camilla de lado. La chica comenzó a hacer su trabajo, apenas sentí la primera aguja entrar por mi piel quise salir corriendo del lugar pero dejar tu pasado atrás también implica dolor y si soy sincera era un dolor soportable, no se compara con el dolor de perder a las personas que amas.

LUJURIA - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora