crayon.

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–Buen día, chicos– saludó la maestra al dar comienzo a la clase.–¿Cómo estuvo su fin de semana?

Las tiernas voces de niños entre siete a ocho años de edad se hicieron presentes gritando cosas como "Bien", "Entretenido", "Fui al cine", entre otras.

–Me alegro que hayas ido al cine, Kyung Soo– le sonrió al pequeño.–Bien, niños, hoy nos ha llegado un nuevo compañero.

Los murmullos de los menores comenzaron a fluir por la atmósfera. Un pequeño de cabeza castaña y de grandes cachetes se hizo presente en la habitación entrando con una diminuta sonrisa y timidez.

–Niños, él es Park Jimin y viene de Busan– lo presentó la maestra.–Espero sean amigos y se quieran.

Los pequeños le sonrieron a Jimin demostrándole confianza. La maestra le señaló un lugar vacío al castaño y éste fue hasta ahí para comenzar la clase.

–Maestra Kim, Yoongi se ha dormido– dijo uno de los niños.

La maestra sonrió y se dirigió al niño dormido en su pupitre. Algunos comenzaron a reír mientras que la señorita Kim despertaba al pequeño.

–L-lo siento, maestra Kim– se disculpó Yoongi tallando sus ojos al despertar.

El pequeño cachetón observó a Yoongi cuando abría sus rasgados ojos. A pesar de solo tener siete años sintió que sus movimientos fueron muy adorables, quiso ofrecerle su amistad desde ese momento.

Los minutos de la clase pasaban; Jimin tomaba nota emocionado y Yoongi cabeceaba en su lugar. La campana sonó dando finalizadas las primeras horas de clase.

–¿Quieres ir al receso con nosotros?– le preguntó un pequeño un poco alto a Jimin.

Éste negó agradeciéndole y ante eso los niños salieron de la sala de clases dejando a un –nuevamente– dormido Yoongi y a un tímido pero amistoso Jimin.

–Em, ¿hola?– habló el castaño despertando a Yoongi.

–Oh, hola– respondió éste abriendo uno de sus ojos.

–¿Me podrías ayudar a abrir mi lapicera? Creo que se ha trabado el cierre– preguntó sonriendo Jimin.

–Esta bien– afirmó el dormilón.

Jimin levantó uno de sus brazos dejando en la pequeña mesa de Yoongi su estuche de crayolas.

–Vaya, esto es difícil– rió Yoongi, quien final y dificultosamente pudo abrir aquel objeto.

–¡Gracias!– exclamó el pequeño de grandes cachetes.–Ahora podré pintar.

Yoongi le sonrió.–¿Puedo colorear algo contigo?

–Claro, tengo un cuaderno lleno de dibujos para colorear– Jimin asintió feliz.

El castaño volvió a su lugar en busca de sus cosas y luego fue hasta el de Yoongi junto a una silla para poder colorear algo juntos.

–¿Quieres que te preste una crayola? La azul es mi favorita– le sonrió.

El pequeño dormilón le devolvió la sonrisa y asintió pidiendo la crayola verde.

–Ten– se la ofreció.–Te la regalo, tengo otra.

Y así fue por unos dos años; cada uno llevaba sus crayolas y algo para pintar y entretenerse durante los recesos, sin olvidar que su amistad se había fortalecido a lo largo del tiempo.

Sin embargo, tarde o temprano llegaría el día en que Jimin tendría que volver a Busan, a su ciudad natal.

–Yoongi, yo...– el castaño estaba a punto de derramar lágrimas, pero el mayor le dio un abrazo desprevenido.

–Te quiero, Jimin– le susurró.–No lo olvides.

Jimin cerró sus ojos haciendo que pequeñas lágrimas cayeran de sus ojos y asintió escondiendo su cabeza en el cuello de su mejor amigo.

–Te extrañaré, Min Yoongi– le dijo una vez separado.

El pequeño iba a responderle pero se le había ocurrido una idea; tomó uno de los libros de dibujo de Jimin –los cuales estaban a la vista de su mochila– y sacó su crayón verde y dibujó un gran corazón en la parte trasera.

–¿Alguna vez pensaste cómo sería nuestro nombre junto?– le sonrió y el pequeño castaño negó.–Pues yo sí.

Yoongi levantó en cuadernillo y dejó ver el gran corazón con la palabra "YoonMin" en medio. Jimin rió dulcemente y volvió a abrazar a Yoongi.

–Jimin, es hora de irnos– gritó su madre desde la puerta principal de la casa del mayor.

Yoongi tomó la mano del pequeño y lo llevó hasta el automóvil, le entregó su cuaderno de dibujos con la página del corazón y besó su mejilla.

–Cuídate, ¿sí?– dijo Yoongi como últimas palabras.

Cerró la puerta y vio a Jimin despedirse con una de sus manitos por el cristal.

–Por siempre YoonMin, Park Jimin– murmuró apretando el crayón verde de su mano, su gran amuleto de amistad.

a veces creo que las
versiones tiernas y dulces
son lo mejor para todos
<3

amo el yoonmin con
todo lo que pueda
amarlo :v

gracias por leer<3

crayon. »yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora