Capitulo siete; voyage en train

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Narra Alyssa.

Es hoy.

Malditamente hoy

Jodidamente hoy

Gran mierda.

Si mi madre pudiera leer la mente, me mataria, sin dudarlo, ella odia el mal vocabulario, no tengo idea de porqué, creo firmemente que es una gran forma de expresar una opinión.

Estamos en el carro de mi padre listos para ir a la estación de King's Cross, mi padre tuvo que hacer un hechizo para que todos sus hijos pudieran tener un lugar en el auto, quien le manda a tener tantos hijos.
Tengo que admitir que extrañaré Londres, a mis padres y la comida, aunque dicen que la de Hogwarts es muy buena, ojalá sea así, mi estómago ruega por ello.

Hace algunos días estuvimos entrenando mucho, a papá le afectaba demasiado el apellido que teníamos, no éramos como otras familias, al menos eso decía el, teníamos que sobresalir, por el bien de la familia.
Habíamos entrenado día y noche, sacando a flote nuestros poderes, tratando de dominar el 100% de estos.

Kitty controla el viento y tiene la capacidad de hacerse invisible, y es realmente genial, aunque aún no logra dominarlo completamente, se vuelve invisible cuando se pone nerviosa o está avergonzada y también cuando se asusta, pero cuando necesita hacerse invisible no puede hacerlo.
Aiden domina el fuego, al igual que yo y su don, a mi parecer, es el mejor de todos, cronoquinesis, la habilidad de controlar el tiempo, de esta manera se puede viajar al pasado, futuro o detener el tiempo, incluso también puede atrasarlo y ralentizarlo.
Yo puedo controlar el fuego, como ya mencioné, aunque es realmente difícil por mis cambios de humor, por don todo lo que tenga que ver con la mente ya sea control mental, imnosis, telepatía, puedo leer la mente y lo mejor es la Telequinesis que es mover cualquier objeto si hacer un solo movimiento, usando solo mi mente.
Madeleine controla el agua, por don tiene la clorokinesis que es el poder de manipular las plantas, darles o quitarles vida, hacerlas crecer, etc.
Caleb controlaba la tierra y su poder era increíble, tenia el don de ordenar, todo lo que el decía se hacía, podía influir en las decisiones de los demás para manejarlas a su antojo.
Alex, mi primo, controlaba el viento, el lo odiaba, casi nunca lo usaba, lo evitaba si era necesario, el tenía por don la curación, podía curarse rápidamente tanto el como ayudar a curar a los demás, recuerdo que una vez le corté el dedo, se regeneró a las seis horas.
Dominic en cambio controlaba la tierra a la perfección, desde pequeño le había encantado el controlar la tierra, el era súper veloz, lo que le ayudaba a la hora de jugar Quidditch.

El viaje la estación fue tranquilo, nos veríamos con la tía antes de tomar el tren.

Al llegar a la estación, papa nos dio un boleto.

"Plataforma 9 3/4" ¿Que le pasa a el mundo?

—Papá yo se que nos odias pero no es para que nos inventes una plataforma y nos dejes aquí abandonados.—Aiden examinó su boleto mientras hablaba.

Reí. A veces Aiden era muy tonto, pero sabía que lo hacía a propósito para quitar los nervios de todos.

—Los magos no son Idiotas obio que tenían que esconderse de los Muggles.—mi padre tomó el puente de su nariz y avanzó.

—Conclusión.—mencionó Caleb haciendo que todos nos detuviéramos, otra vez.—Nos odias.

—Se hace tarde chicos.—habló ignorándonos, su mente me gritaba que a veces nos odiaba.

Al llegar a la plataforma papá nos dijo que teníamos que cruzar la pared. Mire a mis hermanos y todos fruncían el ceño. No entendía muy bien que pasaba aquí.
El primero en pasar fue Caleb, que fingió valentía mientras cruzaba la pared, cerré los ojos, lista para crear un campo de fuerza al rededor de el pero jamás se estampó en la pared, la cruzó. Después de el siguió Madeleine, que se asustó un poco al pasar, pero igual lo logró.
Cuando fue el turno de mi hermano, y el mío, ambos tomamos los carritos y salimos disparados hacia la pared, juraba que iba a chocar pero no fue así.
Al abrir mis ojos me encontré con un gran tren escarlata.
Jamás en toda mi vida había visto algo tan hermoso, mire a mi hermano y me sonrió.
Ahí vi a mi tía Alice con Alex y Dominic, Alex estaria en el mismo curso que nosotros, Dominic estaría con Caleb.

—¿Están listos mis pequeños?—dijo sorprendentemente mi madre, la miré y sonrió.

—Si mama.—hablamos al unísono todos.

Cada uno de mis hermanos abrazamos a la tía y a mi padre, tenia que admitir que los extrañaría mucho, no sé si decir lo mismo de mi madre.

—Extrañaré tus travesura diablita.—mi madre me abrazó y besó mi cabello, me separé un poco sorprendida, pero aún así le contesté.

—Recibirás las cartas de ellas—hablé haciéndole saber que era broma, más o menos.

—Lissy nesecito hablar contigo.—me arrastró hacia una parte de la plataforma, alejándome de los demás.

—Claro.—le sonreí tratando de pensar que fue lo que había hecho ahora.

—Pequeña quiero que por favor busques el mapa del merodeador.—habló muy despacio.

—¿Qué rayos es eso?—susurre para que no me regañara por delatarlos.—¿Mapa del merodeador?

—Si, búscalo.—ordenó.—Confío en ti, es muy importante.

—Está bien, lo buscare.—hablé sin buscar respuestas.

Regresamos con la familia ya solo faltaban 5 minutos así que era hora de despedirnos bien.

—Los quiero mis amores.—mi madre nos dio un último abrazo antes de irnos.—Procuren quedar en Gryffindor.

—Adiós mamá .—dijimos.

—Nos vemos.—me despedi.

—Uno de ellos no estará en Gryffindor.—escuché decir a mi tía antes de que desapareciera.

(...)

—¿Donde nos sentaremos?—preguntó la mini-pelirroja.

—Aquí.—Alex abrió la puerta del compartimiento que estaba vacío.

—¿Como haran para seleccionanos?—Madeleine terminó de acomodar sus cosas mientras hablaba, era la más curiosa de la familia.

—Les harán una prueba muy difícil, es super arriesgada.—dijo Dom sonriendo cínicamente.

Pero no le creía así que me concentre y leí su mente.

"¿Quién diría que solo te ponen un estúpido sombrero desafinado y ya?"

—Mentiroso.—hablé sonriendo.—Solo te ponen un sombrero—todos me miraron.

—¿Como diablos supiste?—Preguntó Dom ya que ni mi padre ni nadie nos dijo lo que hacian.

—Leo la mente idiota.—me encogí de hombros, siempre olvidan que lo hago.

—Cierto, lo había olvidado.—Alex asintió riendo.

—Estúpidos.—murmure para mi misma.

Seguimos platicando pero después las luces se apagaron, y el tren se detuvo y todo a mi alrededor se puso frío, me sentia muy mal, como si la felicidad del mundo se extinguiera. Sentía mucho frío, estaba segura de que me desmayaría, mi cabeza dolía horriblemente, lo único que pude detectar antes de caer en un sueño profundo fue un aterrador grito.

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Editado 28.12.20

Alyssa Ravleen Y El Niño Que Vivio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora