Un Doloroso Reencuentro

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Ryan estaba dirigiéndose al comedor para prepararse un poco de café, haber estado toda la noche pensando en el código tuvo sus consecuencias, tenía el cuerpo un poco cansado, pero no había nada que un buen vaso de cafeína no pudiese solucionar. Caminaba tranquilamente hasta que una conocida voz llamó su atención.

—Buenos días, Ryan—se encontró con la karateca.

—Buenos días, Ran—le dijo—. ¿Has dormido bien?

—No— ella negó, suspirando.

—¿Estás nerviosa, verdad?—el rubio dedujo que su compañera estaba inquieta porque hoy sería el día en el que se enfrentaría a su familia. Ran no le contestó—. Todo saldrá bien, tranquila.

—Ya veremos—respondió la violácea—. Oye ¿Me haces un favor? Puedes...

—No te preocupes, comprobaré si están despiertos para llevarlos a la sala—Ryan la interrumpió, sabiendo qué era lo que iba a pedirle la chica de ojos violetas.

—Muchas gracias—le agradeció al agente—. Me quitas un gran peso de encima.


                                                                                       ♤   

Shinichi, como si estuviera compartiendo los sentimientos de la katateca, tenía una insostenible incertidumbre en el cuerpo. Su cabeza en este momento era como una bomba de relojería, estando a punto de explotar. No podía dejar de pensar en todo lo que había hablado con su mejor amigo, Heiji.

A causa de esa conversación, no había podido pegar ojo en toda la noche:

«—Kudo, tengo que contarte algo...

¿Qué ocurre?—preguntó Shinichi, viendo como su amigo ocultaba la mirada con la gorra.

Es Mouri.

—¿Ran? ¿Qué pasa con Ran?—el detective frunció el ceño después de escuchar el nombre de la violácea, pero tardó pocos segundos en cambiar la expresión a una de preocupación, pues el detective del Oeste, demostraba con su rostro de que lo que tenía que decir, no significaba nada bueno—. Oye, Hattori. 

—Kazuha y yo, la hemos visto—¿qué quería decir con eso?. Pensó Shinichi confundido.

—No entiendo a qué te refieres—el castaño se encogió de hombros—.¿Podrías ser más específico? Todos hemos visto a Ran en la cena.

—No, no, no—Heiji negó con la cabeza—. Yo te hablo de la verdadera Ran Mouri. 

—¿Qué?—si antes estaba confuso, ahora se encontraba más perdido que nunca. 

—Kudo—el moreno fijó su mirada en el detective—. La chica que estuvo ayer con nosotros, no era Mouri, sino otra persona—esas palabras hicieron que el detective del Este abriera los ojos como platos— la verdadera Mouri, nos salvó la vida, porque la otra chica estuvo a punto de matarnos a Kazuha y a mí.

Shinichi no encontraba la mejor forma de reaccionar ¿Cómo podía explicar el sentimiento que lo estaba destruyendo por dentro en estos instantes? Su cuerpo comenzó a temblar como una gelatina y su corazón de un momento a otro empezó a latir aceleradamente: se sentía perdido. ¿Qué significaba todo esto? ¿Entonces la chica que siempre estuvo durante este tiempo en Beika no era su violácea? ¿Era otra? Verdaderamente, esto no estaba gustándole nada; esta situación lo dejaba peor que nunca.

Sed de Venganza [Editando] (ShinRan) Where stories live. Discover now