Un minuto más (Jesús y Daniel Oviedo)

Capítulo 14-

Capítulo 13─

─Vale... ─Repite Lore por enésima vez, poniendo los ojos en blanco. ─Tendremos cuidado y estaremos temprano en casa, como siempre. Vienen Dani y Jesús así que no habrá problema. Fluid con la vida como siempre. ─Bromea luego mi hermana dándole un beso rápido a mi padre y otro a mi madre.

Me ajusto un poco la chaqueta porque son casi las doce y hace un frío impresionante. Hemos cenado con mis padres y todo ha sido tan agradable como siempre. Y ahora Jesús ha avisado a Lore de que él y Dani están en casa y que vayamos hasta allí. Cosa que hemos conseguido con la excusa de ir a tomar algo y volver temprano. Pero lo cierto es que para mi hermana volver temprano nunca ha sido un concepto de gran importancia.

─Y ni se os ocurra beber mucho, además...

─¡Adiós, luego os vemos, os queremos! ─Canturrea Lore, agarrándome ya del brazo.

He de decir en su defensa que en la cena había estado bastante tranquila.

Siento como tira de mí con gran prisa por la centrica calle de Madrid.

─Menudas ganas tienes de ver a Jesús, eh. ─La pico entre risas.

─¡Y tú a Dani! ─Enrojece mi hermana.

Y me echo a reír con ganas ante su expresión.

─¿Cómo puedes seguir tan pillada de él después de taaaaanto tiempo? Eso es amor. Que te aguante tanto.

Lorena me suelta y me permite caminar a su altura, después de darme un golpe entre risas. Igualmente las dos apuramos el paso porque las ganas de llegar son inmensas, aunque solo sea por el frío que hace en ese momento.

─La verdad que no he podido tener más suerte con él. ─Reflexiona Lore─ Bueno, menos cuando se mete alguna zorra como...

Mi hermana se abriga en su chaqueta de pelo y no termina de hablar.

─Tío que frío... ─Me quejo amargamente mientras alcanzamos el portal de los gemelos y Lore pulsa el timbre repetidas veces.

─Ya estás quejándote como siempre. ─Escucho desde el telefonillo.

─¡Dani! ─Río con nerviosismo─ ¡Qué susto! ¡Eres imbécil! ─Exclamo luego mientras se abre la puerta.

─¡Ya podéis tener la calefacción bien alta! ─Chilla Lore entrando.

Llegamos arriba, no sin que mi querida hermana nos saque una foto en el espejo del edificio de los gemelos para poner en Snapchat.

─Aprende a vivir sin móvil─ Me río, cuando se abren las puertas.

─¡No puedo! ¡Por algo lo tengo con la pantalla toda rota y no le pido a papá dinero para cambiarla! ─Ríe a su vez mi hermana.

La puerta de la vivienda se abre y yo estoy abrazando a Dani en pocos segundos, después de que Lore entre al grito de "Hooooola cuñadito".

─Hola tonta─ Sonríe Dani.

─Hola niño─ Respondo, correspondiéndole a la sonrisa con nerviosismo mientras él cierra la puerta con rapidez.

Lleva un pantalón de pijama a cuadros negros y grises y una camiseta negra de manga corta. Me quito rápidamente la chaqueta porque mis súplicas y las de Lore han sido escuchadas y la calefacción está al tope. Dani me estudia de arriba abajo y vuelve a atraerme hacia él.

─Llevas mucho escote─ Me acusa riendo y fingiendo subirme un poco la blusa que llevo.

─¡Imbécil! ─Me río a mi vez, pegándole un golpe rápido.