Charlas de hermanos

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Llamé a la puerta pero entré sin permiso, entonces lo ví, por primera vez en mi vida,estaba viendo a mi hermano llorar. Aunque me impactaba mucho aquella imagen que tenía delante mía, me controlé y hablamos con normalidad, como siempre.

-Eh, como estás?

-Ya lo sabes, fatal.

-¿Sigues mal por lo de Laura?

-Claro. Es que creía que era la mujer de mi vida y va y me pone los cuernos con el maldito vecino de enfrente.

-No te merece Hugo.

Entonces, otra ola de lágrimas se apoderó de los ojos enrojecidos de mi hermano y fue cuando me lancé a abrazarlo.
Hugo y yo no éramos como los típicos hermanos que se odian a muerte, al contrario, nosotros éramos como uña y carne, y siempre nos contamos todo y de todo.

Cuando mi hermano mejoró en color, se acostó, le dí las buenas noches, le apagué la luz y le cerré la puerta. Parecía que yo era la mayor.

Me fui a mi cuarto, cogí el portátil y lo encendí, y me puse a ver "Los Juegos del Hambre", mi película favorita. Ya me había visto todas las películas pero me encantaba verlas otra vez, revivir la bonita historia de Katniss Everdeen, la chica en llamas. Me fascinaba la historia de aquella chica de un pobre pueblo, que se ofrece voluntaria para salvar a su hermana de los juegos.
Cuando terminé de ver la película leí un par de capítulos de "No sonrías que me enamoro", apagué la luz y me acosté.

Cosa De Dos AmoresWhere stories live. Discover now