I

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Min YoonGi estaba cansado, ni siquiera sabía cómo demonios llegó al departamento que compartía con sus compañeros. El sólo quería dormir, como siempre.

Se dirigió al baño para quitarse el sudor que la ardua práctica con el coreografo le había dejado. Se sentía asqueroso, sucio. El odia estar sucio.

Se sentó en el retrete y miró la tina que tenía en frente sin saber si llenarla o simplemente darse una ducha corta para llegar más rápido a su adorada cama.

Se decidió por la primera.

Tomó uno de los miles de frascos qué SeokJin mantenía en una repisa, baño de leche y frambuesa rezaba la etiqueta. No sabía cuanto echar al agua así que vertió casi un cuarto del frasco. Hyung va a matarme por esto, pensó un poco tarde. Fue a buscar una toalla mientras la tina seguía llenándose, ni siquiera busco un pijama.

Ni siquiera cerró la puerta.

Empezó a desvestirse.

Pensó que estaba solo en casa.

Pensó mal, pobre.

-Hyung ¿necesita ayuda? - Dijo una voz una vez que él se acomodó en la tina.

-SANTA MIERDA, ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ, JIMIN?! - Gritó en respuesta parándose, olvidando un pequeño detalle: estaba desnudo.

Un petrificado JiMin miraba a su hyung como si se tratara de la octava maravilla del mundo, aunque él pensaba seriamente qué YoonGi lo era con esa piel lechosa brillando por las gotas de agua que tenía repartidas por su delgado cuerpo. Un rubor se apoderó del menor y un pequeño problema empezó a crecer entre sus piernas. YoonGi miraba desafiante a su compañero hasta que sintió una brisa golpear su trasero. Pero qué mierda pensó cuando vio su cuerpo desnudo. Miró estupefacto a su compañero y busco su toalla para cubrir su desnudez con la mirada sólo para darse cuenta de que ésta estaba en los brazos del más moreno.

Mierda, mil veces mierda.

Tan rápido como su mente proceso la situación se dejó caer en la tina intentando cubrirse con las burbujas que se habían formado en el agua. Rojo como un tomate miró al castaño de pies a cabeza notando el bulto que había en su entrepierna y oh dios mío su pelo mojado por una reciente ducha. Acaso esto es un castigo divino, prometo ir a una iglesia luego a pedir perdón por mis pecados.

-JiMin, sal.

-No YoonGi. - Vaya, eso es algo que el mayor no se esperaba.

-Soy tu hyung, hazme caso.

-Pero tengo tu toalla.

Punto para Park.

-Entonces déjala y vete, quiero bañarme.

-Puedo ayudarte Min.

A Min se lo comían los nervios; quería, no, necesitaba que JiMin lo ayudara. Pero no podía admitir eso, que vergüenza.

No contaba con que el chico le iba a ayudar de todas formas. Se acercó lentamente hasta su hyung con una mirada cargada de decisión y ¿deseo, era eso lo que significaba esa chispa en sus ojos? Oh dios mío.

Suga le dio la espalda y se cubrió la incipiente erección, no era necesario que JiMin viera como le ponía con solo hablarle, más si lo trataba como un par.

Aunque no sirvió de nada.

Park estaba tan o más exitado que su hyung.

Cuando el más joven comenzó a enjabonar la espalda de Min éste gimió sorprendiendo a ambos chicos. YoonGi quería ahogarse por la enorme vergüenza que sintió.

Baño {YoonMin} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora