Parte única

1.4K 195 51
                                    


Como cada mañana, BaekHyun se encontraba en la estación de tren, esperando al suyo para ir a trabajar.

Hacía un bonita mañana, consecuencia de que la primavera se estaba acercando. Los rayos de sol se asomaban por el horizonte, pero BaekHyun no podía verlos, pues estaba dentro de un edificio.

Tenía el móvil en la mano, jugando a juegos para matar el tiempo mientras aguardaba con todos los demás a que el tren llegara.

Desde hacía un mes que BaekHyun disfrutaba de aquellos pequeños viajes, a pesar de ser muy temprano en la mañana, tener sueño y tener que escuchar el horrible sonido del tren al andar.

Sin embargo, eso ya no le importaba, porque desde hacía un mes eso había cambiado. Y todo por culpa de un chico.

BaekHyun no sabía si era una gran coincidencia o obra del destino, pero cada mañana un chico se subía a su mismo tren, a su mismo vagón, y ese chico era la causa.

Desde que lo vio por primera vez se quedó embobado. Todo él, alto, largas piernas y pelo castaño revuelto. Pero si eso había bastado para que BaekHyun quedara asombrado, fue su sonrisa lo que volvió loco a BaekHyun.

No sabía como alguien podía mostrar una sonrisa tan amplia y tan brillante tan temprano por la mañana, pero nada más verla sintió como el estómago se le encogía en una sensación que le provocaba cosquillas.

Esa fue su rutina durante todos esos días: observar al muchacho alto desde los metros de distancia que los separaban, admirando las facciones de su rostro, como su pelo quedaba alborotado por más que intentara peinarlo, y sobre todo su sonrisa. Su hermosa sonrisa.

Desde aquel día, BaekHyun llegaba de mejor humor al trabajo, con la cara del chico inundando sus pensamientos. Los días en los que por algún motivo el castaño no aparecía, una sensación de desilusión atrapaba a BaekHyun y no podía deshacerse de ella en todo el día.

Si BaekHyun se dio cuenta de que el chico le gustaba mucho, todo se volvió a más cuando descubrió como se llamaba.

Había sido una mañana como otra cualquiera, pero el muchacho se había subido con un amigo y por primera vez había escuchado su voz y pensó que nunca había escuchado nada tan bonito y excitante en toda su vida.

Su voz era grave y profunda, e hizo estremecer a Baekhyun a pesar de estar varios metros separado de él. Y cuando escuchó su nombre en voz de su amigo... ChanYeol. Por fin lo sabía y le encantaba.

Ahora el chico que había conquistado sus pensamientos tenía nombre y BaekHyun no podía hacer otra cosa que sonreír.

Cada mañana, antes de subir se decía que tenía que hablar con él, decirle algo, pero siempre se bajaba con una sonrisa que no llegaba hasta sus ojos porque no tenía el valor suficiente.

Porque BaekHyun era tímido, pero además el verlo a él tan perfecto allí parado, él no sentía lo suficientemente bonito como para acercarse y hablar con él.

Además, que podía decirle "oye, te he estado observando cual acosador desde hace varios días y me gustas". Definitivamente no.

Aunque esa era una de las cosas que extrañaba a BaekHyun. ChanYeol no se daba cuenta de que lo miraba, es decir, por mucho que BaekHyun lo intentara, no podía ser discreto al observarlo y su mirada siempre caía con intensidad sobre él.

Sin embargo, aquel día iba a ser especial, importante y el más feliz para BaekHyun hasta el final.

El tren llegó, se paró y abrió sus puertas a la espera de que tanto BaekHyun como el resto de pasajeros subieran.

Último aliento [ChanBaek]Where stories live. Discover now