𝐌𝐀𝐆𝐈𝐂𝐀𝐋 𝐅𝐈𝐒𝐓 𝐅𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒

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"diagon alley"

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"diagon alley"

En el momento en el que Hermione puso pie en la casa, la atención se fue directamente a ella. La queridísima bruja en la familia y Mer se había quedado atrás.

Sus padres no le harían caso así que decidió ir a su habitación a leer un rato. Ella simplemente se dejó caer en la cómoda cama y tomando el mejor libro que había leído (el libro de animales fantásticos de su hermana), comenzó su lectura sin hacer caso a nada más.

Después de un rato su hermana había llegado a su habitación y había estado desempacando y luego la oyó decir algunos conjuros de aquel mundo. Mer sabía que estaba prohibido hacer magia fuera de ese colegio, sin embargo su hermana solo los decía para memorizarlos.

Fue hasta su habitación y entró. Hermione estaba con la cabeza metida en un libro azul y repetía las palabras de este.

Mer alcanzó a ver una y la repitió.

-¿Accio?-preguntó. Hermione sonrió y asintió.

-El encantamiento atractor. Es algo avanzado para mí curso pero estoy memorizado. Servirá para cuando llegue el momento.

-Déjame ver.-dijo Mer sentándose a su lado. Hermione le pasó el libro y comenzó a leer en voz alta.-Accio, fregotego, wingardium leviosa.

-Nada mal-dijo su hermana. Merope río.

-Me voy. Seguiré leyendo, no hagas estragos en la casa-dijo saliendo de la habitación. Llegó a su cama y se volvió a acomodar en ella. Su hermana siguió memorizando en voz alta los encantamientos y ella leyó hasta que se quedó dormida.

Cuando despierto frunció el entrecejo. Había oído a su hermana gritando por alguna razón. Y ahora tocaba frenética su puerta.

-¡Mer!-gritaba detrás de la puerta-¡Abre la puerta!

Elizabeth arrastró los pies, con los ojos medio cerrados y el cabello despeinado recibió a su hermana. Ella estaba aún en su ropa de cuando la recibieron en el andén. Su cabello estaba recogido en un moño flojo y sus ojos miraban a su hermana con ilusión.

-¿Qué?-preguntó Mer.

Hermione entonces alzó la mano, una carta estaba en ella.

-¿Y que?-preguntó Mer entonces.

-¡Toma!-le tendió la carta a Mer y ella la tomo. Lo que vio la dejó helada en su lugar.

Tenía su nombre. Su nombre, dirección, habitación y el sello de la escuela a la que Hermione iba.

El colegio Hogwarts de magia y hechicería.

-¡Ay por Dios!-exclamó sin querer. La abrió y encontró lo que tanto había esperado.

Mer era una bruja como su hermana y estaba dispuesta a ser aún mejor que Hermione una vez llegando a Hogwarts.

••••

El primero de Septiembre estaba a la vuelta, el final de las vacaciones habían llegado después de un largo tiempo. Hermione había ido al Callejón Diagon por las cosas. Mer también, pero había preferido ir sola, quería conocer todo.

Entonces decidió ir a por su varita, la cual le fue casi imposible de encontrar. Saliendo se disculpó con el señor Olivander por haber destruido toda su tienda. El señor la miraba risueño.

Luego de tener su varita decidió ir por los libros. Encontró la tienda y trató de entrar a pesar de que había infinidad de gente. Se metió por un espacio y terminó derribando a una persona. Gruñó con dolor, el libro que la persona llevaba le había dado un golpe en la cabeza. Miró con quién se había chocado y encontró un niño probablemente de su edad de cabello rubio y ojos grises. La miraban algo confundido.

-¿Granger?-preguntó y ella asintió.-Luces diferente.

Ella alzó la ceja. Quien sea que fuera el chico la estaba confundiendo con Hermione.

-Oh, Hermione está probablemente abajo, dónde está toda la gente. Yo soy su hermana, Mer.-dijo ella poniéndose de pie. Le tendió la mano al chico y este la tomó. Se puso de pie y la miró.

-¿Granger tiene una hermana menor?-preguntó. Ella se encogió de hombros. -¿Dos sangres sucias?

-No nos parecemos tanto, pero si.-dijo ella ignorando lo último dado que no estaba segura de que quería decir con eso- Ahora sí me disculpas tengo que ir por mis libros. Nos vemos.

Ella se apresuró a sacarle la vuelta y comenzó a buscar sus libros. Una vez que los tuvo comenzó a bajar a la par que el chico rubio bajaba hablando con personas de abajo.

-Te encanta, ¿No es así, Potter?-dijo con arrogancia. Ella bajó un escalón y miró expectante la escena. Un chico de cabello negro y ojos verdes rodaba los ojos al oír la voz del rubio.-Harry Potter no puede entrar a una librería sin armar revuelo.

-Déjalo en paz-dijo la voz de una pequeña niña pelirroja que miraba bastante mal al rubio. Él río.

-¡Mira Potter!-exclamó-¡Tienes novia!

-No no, Draco no.-dijo un hombre mayor llegando a la altura de los niños. Mer aún no bajaba y se quedó mirando la escena aún.-Potter, un gusto. Permíteme-dijo jalando al chico Potter de la maga y le corrió el cabello de la frente. En ella Mer pudo admirar una cicatriz con forma de rayo.-Tu cicatriz es leyenda-dijo el señor-Como el mago que te la hizo.

Potter respondió.

-Voldemort mató a mis padres-dijo el chico y Mer no pudo evitar sentirse mal por él-No es más que un asesino.

-Que valiente-dijo el señor rubio-Decir su nombre.

-Temerle al nombre sólo agranda el temor al hombre.-intervino la voz de su hermana. Hermione alternaba su mirada de Potter al señor rubio.

-Tu debes ser Hermione-dijo el hombre. Mer se acercó pero no intervino en la conversación.-Draco ya me ha hablado de ti, y tus padres y tú pequeña hermana.

Luego paseó su mirada y al ver a las personas que acompañaban a Potter sus ojos brillaron.

-Cabello rojo, distraídos-tomó un libro del caldero de la niña pelirroja-Libros de segunda mano. Deben ser los Weasley-dijo sonriente.

Otro hombre apareció en la escena, ésta vez pelirrojo. Mer ya no sabía que pasaba. Decidió tranquilamente pagar por sus libros y salir de la librería, pues era un caos de por sí, y mas por la escena de esas personas.

Pagó, tomó sus libros y entonces vió como el hombre rubio se peleaba con el pelirrojo. Todos animaban y gritaban y ella simplemente no cabía en su confusión.

El mundo mágico era una completa ridiculez hecha realidad y además, ahora era confusamente divertido.

𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫'𝐬 𝐒𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫Where stories live. Discover now