Distance ~C. Hood~

Ninfomanía

Intentamos caminar como una pareja normal.

Pero no nos funcionó y fuimos tratándonos mal todo el camino.

La costumbre no se quita de un momento para otro.

-Sabes que a pesar de no ser tan normales, me encanta esto.- me dijo cuando íbamos cerca de mi casa.

-Yo lo odio. Yo quería a un príncipe, pero bueno.

-Soy mejor que un príncipe.

-Call me lucky cause in the end, you're a six and I'm a ten.- canté.

Se rió.

-Primero, no es mi parte y segundo adoro que cantes mis canciones.

-No es mi parte- dije burlándome.

-Quiero golpearte.

-Hit me with your best shot.- le canté.

Estoy feliz, en exceso.

En parte le agradezco a Calum, pero sigo estando nerviosa cerca de él.

Supongo que es normal que apenas se me acerque me dé algo en el estómago.

Cliché, pero cierto.

Me pasó el brazo por los hombros y continuamos nuestro camino.

Llegamos y entramos.

Se sentó y me miró.

-Linda casa. 

-Casi tanto como yo, pero eso es imposible.

-Ah, claro.

Me reí y me paré al frente de él.

-Necesito algo.

-Tus deseos son mis órdenes, princesa.

-Necesito que me avises si mi mamá viene. Ayer le traje una carta que escondió, necesito saber que es.

-No crees que no te lo quería mostrar por algo?

-Apóyame a mi, soy tu novia.

-Suena lindo.- me sonrió.- Sabes que te apoyo, solo no quiero que salgas herida.

-No saldré herida. Solo ayúdame.

-Lo haré.- se levantó y me besó.

-Eres demasiado cariñoso.-Lo besé.- Me das asco.

-Tú me estás besando, bonita.

Seguimos así por un rato hasta que me decidí por ir a descubrir lo de la carta.

Lo dejé solo en la sala vigilando.

Entre a la habitación de mi madre y fui a su velador. Tengo que encontrarla.

No estaba ahí así que pasé a su armario. Intenté no mover tanto las cosas para que no lo notara. 

Nada...

Miré abajo de la cama. Había una caja fuerte. Quizás esté ahí. 

Estuve intentando abrirla, pero escuché que me llamaban.

-JESS, DÓNDE ESTÁS!? TU MAMÁ LLEGÓ.- que discreto, Calum.

Guardé la caja donde estaba y volví con Calum.