Hazlo (capítulo único)

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El libro se equilibraba sobre sus rodillas, había leído la misma página unas tres o cuatro veces y aún no entendía ni media palabra. Quizá el no sería tan grandioso como su padre en el mundo de la magia, nadie le llegaba a las narices a Harry Potter, el gran salvador del mundo mágico, Albus lo tenía claro. O puede que la culpa de su poca atención al libro sea de Scorpius, que recostado sobre el sillón del rincón de la sala común de Slytherin, jugueteaba con su corbata enredándola en su varita. Con el movimiento, la camisa del chico subía y bajaba mostrando algo de su cintura, y su lengua, en un gesto de concentración, asomaba ligeramente por la comisura de su labio.

Los dedos de Potter se sentían inquietos, ansiaban posarse sobre aquella pequeña porción de piel. Repiqueteaban, ahora, sobre las páginas, el texto amenazando con caer.

-Ey, Albus...-la voz de Scorpius se escuchaba lejana, aunque lo miraba de frente y se encontraban a menos de un metro de distancia- ¿qué haces?-el chico, además de mover sus dedos sobre su copia de "Animales fantásticos y donde encontrarlos", ahora mordía su labio sin quitar la vista del primogénito de los Malfoy.

-Pienso-dijo suavemente, se sentía flotando. Le pasaba seguido cuando contemplaba a su amigo.

-Piensas... ¿en qué? y no me digas que en trolls o unicornios, porque no has leído nada.

La vista de Albus estaba en los labios de su compañero, y sin darse cuenta soltó: -En que quiero besarte.

Los ojos del chico se abrieron de golpe cuando comprendió lo que había dicho, sus mejillas se colorearon de un intenso rojo y el libro cayó con un ruido sordo y dispersó las notas de estudio que estaban dentro de él. Scorpius lo miraba de manera atenta y sus cejas se elevaron violentamente. Aparte de eso, su rostro era indescifrable, no podías decidir si estaba enojado, triste, asustado o incluso feliz. Se le veía petrificado.

Luego de unos minutos de silencio, donde Potter trataba torpemente de recoger el libro y los apuntes que, por el nerviosismo, se escurrían repetidas veces entre sus dedos. Y el Slytherin, con su rostro de expresión nula, aclaró su garganta y se enfrentó al moreno.

-¿Qué es lo que quieres hacer?- finalmente, un atisbo de sonrisa surcó su rostro.

-No te burles.-el texto había conseguido llegar a la pequeña mesita de mesa que los separaba, pero las hojas de apuntes se encontraban esparcidas por gran parte del reducido espacio en que estaban.

-No lo hago, sólo quiero estar seguro de haber escuchado correctamente.

-Besarte,-dijo rindiéndose en la labor de las notas, tumbándose nuevamente en su asiento y ocultando su rostro entre sus manos, diciendo con voz amortiguada:-Lo que quiero hacer es besarte.

Esperó por una réplica rebosante de ironía, burla, hasta de enojo, pero nunca se hubiera imaginado aquella reacción: Scorpius se acercó sigiloso a Albus, tomó sus manos con delicadeza extrema y las quitó de aquel hermoso rostro.

-Entonces hazlo.- dijo decidido y tirando con coquetería de su labio inferior.

-¿Q-que haga q...?

Y se vio interrumpido por la boca de Malfoy sobre la suya, un gemido involuntario brotó de la garganta del hijo de Gryffindors, el de ojos plateados se sentó a horcadas suyas y profundizó el beso, pasó su lengua por los labios del chico, lo mordió un poco, este, abrió la boca para quejarse por lo que Scorpius vio la oportunidad para explorar el interior con su lengua.

Sabía dulce, aún permanecía en él un ligero sabor a chocolate, probablemente del pastel que había comido en la cena.

Las manos de Albus, que por la impresión del arrebatador beso se encontraban inmóviles, volvieron a la vida y comenzaron a recorrer los costados del que tenía en frente. Se posaron por bajo la ropa acariciando la suave piel, sintiendo el pecho tonificado, bajaron luego al borde del pantalón y exploraron sus oblicuos, anhelaba pasar más abajo, pero sería mejor en otra ocasión.

Sus labios por fin se separaron, ambos en una búsqueda de aire, llenaron sus pulmones y juntaron sus frentes, sus rostros se encontraban enrojecidos y sus bocas hinchadas, las manos de ambos en los cuellos y cabellos del contrario.

-¿Qué...diablos... hemos hecho?-Albus cerró sus ojos y su voz se oía entrecortada.

-Sólo he cumplido tu deseo, te he besado.-su voz sonaba segura y su mano subía y bajaba por el cuello de Potter, jugaba con su cabello.

-Pero yo pensaba que tú eras...ya sabes, heterosexual.

-El tema es que no eres lo suficientemente buen observador, siempre me has encantado, Albus, por eso me volví tu amigo, para estar cerca, más cerca de ti.

-Y cumplir mis deseos...-Levantó su mirada verde esmeralda para sumergirse en un mar de plata.

Una breve carcajada lo recorrió-Exacto, tus deseos, fantasías, lo que ronde en tu cabecita perversa.

-Creo que ya tengo una idea.-Sus manos coquetas volvieron a bajar y se posaron en la creciente entrepierna de su compañero.

Reprimiendo un gemido dijo:-Hazlo, sólo hazlo y te corresponderé. Te amo.

-Te amo también. Vamos.

Esperó que Scorpius se pusiera de pie para tomar tu mano y llevarlo camino a los dormitorios para así poder cumplir, por fin, todas y cada una de las fantasías que recorrían su mente durante todos aquellos años.

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Hazlo - ScorbusWo Geschichten leben. Entdecke jetzt