Capítulo 4

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Los seis Evos fueron separados en habitaciones diferentes, parecidas a las Cajas (como ellos llamaban a sus tristes cuartos), pero todo en color negro.

Eso y el instrumental perfectamente ordenado encima de una pequena bandeja que reposaba frente a una cama de operaciones provocaron a Caroline un sentimiento bien definido : Terror. Terror en su estado más puro.

- Q-qué haceis aquí.. - susurró por pura inercia.

- Debes de ser nueva- le echó un ojo crítico el Vigilante y le explicó- Una vez por semana, se escogen a los Evolucionados peor clasificados de cada nivel, como método para que os esforceis más. Y se llevan a cabo investigaciones especiales con ellos.

- Como ratas de laboratorio.

- Si quieres llamarlo así - se encogió de hombros tranquilamente y le hizo una seña al guardia para que la obligara a tumbarse en la camilla.

Caroline trató de alejarlo con su elemento, sin querer someterse a quien sabe qué cosa.

Pero para su sorpresa, el aire no obedeció.

- No te esmeres en intentar controlarlo. Las pulseras que llevas incrustadas en la piel inyectan una sustancia que adormece las células de tu cuerpo que te permiten usar tu poder. Es un avance que descubrimos hace relativamente poco tiempo y que nos hace la vida y la seguridad mucho más fácil. Y ahora recuéstate. Vamos a empezar - ordenó sin dejarse amedrentar.

(...)

Horas después, Caroline estaba más cansada que nunca.

No físicamente. Era su mente la que empezaba a dar problemas. Las escenas se triplicaban en sus ojos, la sensación de calor no hacía más que ir en aumento, sus sentidos estaban embotados...

El Vigilante no había maltratado su cuerpo, aparte de una pequeña cicatriz en el brazo que según él desaparecería en unos días. Pero eso no era lo que le preocupaba.

No había ni rastro de Ian. Sólo lo vió el primer día. A la mañana de su llegada, cuando despertó, la Caja de enfrente ya estaba vacía. Desilusionada, comprobó que tampoco había aparecido en las pruebas físicas, o en las clasificaciones.

No sabía a dónde se lo habían llevado. No sabía si aún seguía vivo.

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