Cuéntame.

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Las horas pasaban y Namjoon seguía sin dar señales de vida. ¿Dónde habría ido? ¿Dónde estaría en ese momento? ¿Estaría bien? Miles de preguntas rondaban por la cabeza de Seokjin y ninguna era tranquilizadora, todo lo contrario; con cada nueva pregunta que se hacía se ponía más nervioso y se preocupaba más.

Hacía ya unas 4 horas que el líder había abandonado el apartamento y se había ido sin el móvil, siendo así imposible de localizar. Seokjin pensando que podía haber ido a la sala de grabación llamó al manager para preguntarle si Namjoon estaba por allí, pero este le dijo que a los únicos que había visto por allí había sido a Jimin y a Yoongi, uno grabando y el otro ensayando coreografías. El mayor le dio las gracias y le colgó después de decirle que no era nada importante.

Después de un par de minutos pensándolo mucho y de dar demasiadas vueltas por el salón decidió que era hora de salir a buscarlo. No tenía ni idea de dónde se podría encontrar pero no era capaz de quedarse más tiempo allí dentro sin hacer nada; estaba sintiendo que las paredes del apartamento lo ahogaban por la presión que tenía en el pecho. Se colocó el abrigo, cogió el móvil y las llaves del apartamento y salió de casa, dando un pequeño portazo.

- ¡Cómo se le ocurre a ese idiota desapar...! –Seokjin había emprendido el descenso por las escaleras maldiciendo en voz alta al líder del grupo cuando de repente se tuvo que parar de golpe al ver un bulto unos metros más adelante. Parpadeó un par de veces y frunciendo los labios descendió los peldaños que los separaban.- ¿Namjoon? –El tono de su voz era recriminatorio, se notaba el cabreo que tenía encima.

- Jin... -En cambio el tono del líder había sido muy bajo, casi hablando en un susurro. Solo giró ligeramente la cabeza y lo miró unos segundos antes de volver a mirarse sus propios pies.

- ¿Qué haces aquí a estas horas? ¿Por qué no has entrado en casa? Me tenías muy preocupado, Namjoon –Jin se sentó en la escalera al lado de su amigo apoyando una mano en uno de sus hombros. Su cuerpo estaba ligeramente girado para poder mirarlo bien. El cabreo desapareció en cuanto vio el rostro abatido de su compañero.

- Yo... lo siento –Namjoon mordisqueó sus labios y agachó un poco más la cabeza. Se sentía culpable por haber preocupado precisamente a Jin, pero necesitaba estar lejos de él. Necesitaba pensar.

- ¿Qué pasa? Sabes que me puedes contar cualquier cosa, pequeño –ahora Seokjin hablaba de forma protectora, con cariño, con preocupación. Quería que el menor pudiera abrirse a él y contarle sus preocupaciones, como siempre hacían cuando alguno de los dos se sentía mal o tenía algún problema. Recurrían el uno al otro para desahogarse.

- Me he metido en serios problemas, Jin... -Namjoon dejó escapar un profundo suspiro, casi vaciando totalmente sus pulmones para después inspirar con calma. Negó un par de veces con la cabeza y lo miró de reojo- No sé en qué momento empezó todo, pero he acabado metido hasta el fondo donde no debía -se llevó las manos a la cara y la frotó un par de veces antes de bajar de nuevo las manos.

- Mírame, Namjoon –subió la mano que tenía libre hasta el mentón del menor y se lo levantó, obligandolo a que lo mirara fijamente.- No hay nada que no podamos solucionar juntos, ¿me oyes? –Jin apartó las manos de donde las tenía y llevó ambas hasta las del menor, agarrándoselas con algo de fuerza para transmitirle que estaba ahí para él- Necesito saber lo que te pasa para poder ayudarte, sabes que puedes confiar en mi –Se acercó un poco más al cuerpo del contrario, quedando ahora pierna contra pierna y agarrados aun de las manos. No apartó en ningún momento la mirada de él.

- Esta vez es diferente. Ojalá fuera una simple melodía que no consigo componer, alguna letra de una canción que no me termina de convencer o quizás una bronca del manager por tardar en aprender un baile... pero no es así –el rapero quería pasarse las manos por el pelo pero no era capaz de apartarlas del agarre del mayor; se sentía tan bien ese simple gesto. Se limitó a suspirar una vez más, mordisqueando sus labios.

- No me pienso mover de aquí hasta que me cuentes lo que te está martirizando de esa forma –la cabeza de Jin se movió repetidas veces en señal de negación y apretó más las manos de Namjoon- ¿Sabes lo preocupado que he estado toda la tarde? Necesitaba tu presencia, te necesitaba en casa, saber que estabas bien.

- Mierda, Seokjin, no hagas esto más difícil, por favor –Namjoon terminó soltándose del agarre del mayor y ahora sí se pasó las manos por el pelo, tironeando un poco de este con clara frustración.

- ¿Qué no haga más difícil el qué? No te entiendo, Nam... -Seokjin no fue capaz de continuar hablando ya que una mano en su nuca, otra en una de sus mejillas y unos labios sobre los suyos se lo impidieron.

Llevaba demasiado tiempo deseando probar esos apetecibles labios y ya no quería seguir escuchando lo que Seokjin tenía que decirle, así que hizo lo que debía hacer: besarlo. No esperó más y agarró al mayor acercándolo hasta él, no dejandole posibilidad de separarse durante al menos unos instantes.

Ambos tenían los labios quietos; uno por la sorpresa y el otro por miedo al rechazo. Tan solo era un toque, pero se alargó durante unos largos segundos. Al final el líder se retiró unos centímetros y dejó libres los labios de su compañero. Lo miró a los ojos mientras acariciaba suavemente la mejilla de este con el pulgar.

- Me gustas, Kim Seokjin. Ese es mi problema, me estoy enamorando de ti –la voz de Namjoon sonó en un tono que solo ellos dos podrían haber sido capaces de escuchar de haber estado allí más gente, pero sonó firme. Por fin había sido capaz de dejar salir los sentimientos que tanto tiempo había guardado para si mismo.

Seokjin no fue capaz de responder con palabras; nunca habían sido su fuerte, pero lo hizo de una manera que se le daba mejor. Él estaba acostumbrado a demostrar las cosas con hechos. El mayor volvió a acortar la distancia que había entre sus labios y los unió una segunda vez, pero en esta ocasión con más seguridad, comenzando a besarle de forma lenta mientras llevaba las manos a la espalda del contrario.

Esa era sin duda la mejor forma que Seokjin podía utilizar para dejarle claro a Namjoon que también estaba empezando a enamorarse de él.

Estaba preocupado [NamJin] One-shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora