ANÓNIMOS (Natasha Romanoff/Romanogers)

14."Recuperación"

---POV Natasha Romanoff---

Pasados tres meses Steve se recuperó por completo. Su cara adquirió color a los pocos dias de llegar y al mes ya caminaba lentamente por la habitación. Durante toda su rehabilitación su sembrante permaneció serio y apenas hablaba con nadie. Siempre se quedaba acurrucado en el sofa de la salita. Apenas entré dos veces pero me dí cuenta de que en todas las ocasiones evitaba mi mirada.

Al tercer mes todos estabamos cansados de compartir casa. Luc estaba en todo momento limpiando lo que los demas dejaban por las esquinas. Wanda contemplaba el sol cada día. Ella salía al jardin y pasaba las horas con la vista en el cielo. Joe y Nate eran los únicos que se lo pasaban bien.

—Esto tiene que cambiar—proclamó Luc un día mientras recogía los restos de la comida de Steve.

—Si. Lo sé pero—Luc hundió los hombros y abrió la boca para comenzar a hablar, algo a lo que yo hice caso omiso—no estamos preparados. Steve apenas habla, Wanda está absorta a todas horas en la calle y los chicos...Les falta disciplina.

Luc dejó el trapo sucio en la encimera y se colocó delante mio. Sus manos se posaron en mis hombros, en un gesto amigable.

—Nat, son nuestros hijos, por eso nunca estarán lo suficientemente preparados para nosotros.

Gruñí a aquel hombre. Durante las últimas semanas no hacía más que pensar en la cuestión de que Nate no era en realidad mi hijo. Ahora él me la acababa de traer a la memoria.

Quité las manos de Luc de donde estaban y levanté las mias en el aire como reñal de rendición.

  —Está bien.  

—Perfecto. Iré a consultar la base de datos. Esperemos que SHIELD esté lejos de aquí—dijo mientras salía de la cocina.

Resultó que se equivocaba porque a los cinco minutos volvió con el rostro pálido. La fuerte luz de la habitación resaltaba sus facciones transtornadas.

—SHIELD está aquí. A...Además los chicos no están. Han debido de ir al lago.

La visión me dió vueltas durante lo que pareció una eternidad. Necesitabamos encontar a Joe y a Nate. 

Corrí hacia el cuarto del fondo del pasillo. Allí Luc guardaba las armas. Mientras recogía varias pistolas oía sus pasos. Debía de haber ido a avisar a los demás. Cuando iba a abrir la puerta Wanda entró y me pidió varias armas. Me dijo que eran para Steve.

—Esos cabrones me han cortado el internet—oí que Luc gritaba por la casa.

El silencio que siempre reinaba en esa casa desapareció. No solo por los alaridos de Luc sino por el constante siseo de unas helices que se acercaba cada vez más. Ese helicoptero seguro que era de SHIELD y todavía no habían llegado los demás.

—No podremos aguantar...—Comencé a gritar cuando el helicoptero se plantó encima de la casa.

Las ventanas del piso de arriba estallaron por las corrientes de aire. Unos cables de acero golpearon el tejado y cayeron hacia la planta baja. Estaba a punto de disparar cuando unos agentes vestidos de negro avanzaron por las cuerdas. Llegaron con un gran ruido.

—¡Nate!¡Nate!—chillaba con todas mis fuerzas cuando un golpe en la cabeza me dejó inconsciente.